31 agosto,2024 6:05 am

Emisiones de carbono de los incendios forestales canadienses de 2023

Octavio Klimek Alcaraz

 

Canadá se ha convertido en uno de los mayores emisores de dióxido de carbono después de los devastadores incendios forestales del año pasado, según un nuevo estudio. Los incendios forestales de Canadá de 2023 liberaron más carbono que las emisiones anuales de combustibles fósiles de siete de los 10 países más grandes del mundo. Así lo revela un estudio publicado en la revista Nature (https://www.nature.com/articles/s41586-024-07878-z). De este modo, Canadá pasó del undécimo al cuarto lugar en la lista de emisores de dióxido de carbono. Sólo China, India y Estados Unidos emitieron más carbono procedente de combustibles fósiles durante este período.

En el estudio, un equipo de investigadores dirigidos por Brendan Byrne del Jet Propulsion Laboratory del Instituto Tecnológico de California en Pasadena, midieron la cantidad de carbono liberado por los incendios entre mayo y septiembre de 2023 utilizando imágenes de satélite. Para hacer esto, observaron específicamente la cantidad de monóxido de carbono en las columnas de humo y luego lo extrapolaron a la cantidad total de carbono emitido. Calculan que un total de 647 millones de toneladas de carbono escaparon a la atmósfera.

De los datos no queda inmediatamente claro cuál es la proporción exacta de dióxido de carbono liberado y cuánto es monóxido de carbono. Si se infiere que el valor de la biomasa a toneladas de carbono y se multiplica por 3.67 para convertirlo en toneladas de CO2e (dióxido de carbono equivalente), la cantidad de carbono mencionada corresponde al equivalente de 2 mil 374 millones de toneladas de CO2.

Los incendios destruyeron más de 15 millones de hectáreas de bosque, lo que representa alrededor del 4 por ciento del área forestal total de Canadá. En promedio, durante las últimas cuatro décadas, sólo 2.2 millones de hectáreas se quemaron por año en Canadá. Por lo tanto, la magnitud de los daños en 2023 superó en siete veces la de años normales. Más de 200 mil personas tuvieron que abandonar sus hogares.

Según los investigadores, los incendios forestales fueron inusualmente destructivos entre mediados de abril y octubre. Según el estudio, en ningún incendio forestal se han medido emisiones de CO₂ tan altas.

El cambio climático ha contribuido a los incendios particularmente devastadores. Encontraron que el clima cálido y seco generalizado fue un impulsor principal de la propagación de los incendios, siendo 2023 el año más cálido y seco desde al menos 1980. La temperatura en los meses de verano estuvo 2.2 grados centígrados por encima de los valores comparativos de 1991 a 2020. “La temporada de incendios forestales estableció un récord”, dice el estudio. Ha mostrado los crecientes desafíos de la temporada de incendios forestales canadienses. Aunque las temperaturas fueron extremas en relación con el registro histórico, las proyecciones climáticas indican que es probable que estas temperaturas sean típicas durante las próximas décadas, incluso en un escenario de mitigación climática moderada (trayectoria socioeconómica compartida del modelo climático, SSP 2–4.5). Esto probablemente provocaría más incendios y debilitaría la capacidad de los bosques para almacenar carbono.

Los bosques de Canadá suelen almacenar más carbono del que liberan. Sin embargo, si áreas tan grandes continúan quemándose en el futuro, queda por ver si los bosques no pasarán de ser un sumidero de carbono a una fuente de carbono a mediano plazo, concluyen los autores.

Es probable que estas condiciones provoquen un aumento de la actividad de incendios y repriman la absorción de carbono por los bosques canadienses, lo que aumentará las preocupaciones sobre la durabilidad a largo plazo de estos bosques como sumidero de carbono. Esto afectará las emisiones permitidas para alcanzar los objetivos de reducción de la temperatura global, ya que la reducción del secuestro de carbono por parte de los ecosistemas debe compensarse ajustando las reducciones de emisiones antropogénicas.

Adicional a ello, los autores del estudio señalan que requiere “un debate el papel de la estrategia de gestión de incendios de Canadá en la gestión de las emisiones de carbono que provocan los incendios. Las estrategias de gestión de incendios requieren equilibrar varias consideraciones, incluidos los costos socioeconómicos, los impactos ecológicos y las emisiones de carbono. La estrategia actual de Canadá adopta un enfoque basado en el riesgo, en el que las decisiones sobre si se deben o no extinguir los incendios se toman incendio por incendio, con diferentes prioridades en las distintas provincias y territorios. Por lo tanto, comprender cómo cambiarán los regímenes de incendios con el cambio climático es de gran importancia para los criterios de decisión y el cálculo de costos futuros.”

La información del estudio da una idea de lo que puede estar sucediendo con México, ya que los incendios forestales en el país año con año van incrementándose. Al 29 de agosto, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) reportaba 1 millón 394 mil hectáreas afectadas en diversos grados por incendios forestales. No sólo hay daños a la biodiversidad, sino también a los servicios de aprovisionamiento de los bosques y selvas del país como es el agua, y la captura de carbono. México debe tomar en cuenta lo que está pasando en países como Canadá y como se hace énfasis en el estudio tomar en cuenta cómo cambiarán los regímenes de incendios con el cambio climático.