21 septiembre,2024 9:33 am

“Bombardeo selectivo” israelí en Beirut deja catorce muertos y 66 heridos

Hezbolá confirma que todos los fallecidos son parte de su milicia, incluido el comandante Ibrahim Akil. Dos edificios residenciales en el barrio de Al Jamús colapsaron tras el ataque aéreo. Hamas e Irán condenan la “brutal agresión terrorista” del Estado judío. EU y la ONU piden contención a las partes en Oriente Medio. “Nuestros objetivos son claros”, advierte Netanyahu

Madrid, España, 21 de septiembre de 2024. Al menos catorce personas han muerto y otras 66 han resultado heridas en el sur de Beirut en lo que el ejército israelí ha descrito como un “bombardeo selectivo”, según un balance preliminar de víctimas confirmado por el Ministerio de Sanidad libanés, en medio del repunte de los enfrentamientos con el partido-milicia chií Hezbolá y ante el temor de expansión del conflicto en Oriente Medio.

“Las Fuerzas de Defensa de Israel han llevado a cabo un ataque selectivo en Beirut”, ha dicho el ejército en un breve mensaje en su cuenta en la red social X, en el que ha agregado que “por ahora no hay cambios a las instrucciones en el frente interno”.

Según las informaciones recogidas por la agencia estatal libanesa de noticias, NNA, el bombardeo ha alcanzado un edificio de apartamentos en el área de Dahieh –situada en el sur de Beirut y de mayoría chií, con gran influencia de Hezbolá–. Las fuerzas israelíes habrían disparado cuatro misiles.

El Ministerio de Sanidad ha advertido en su balance de que, de los 66 heridos, al menos nueve se encuentran en estado crítico, por lo que no han advertido de que “este número de víctimas podría aumentar aún más” en las próximas horas.

El primer ministro interino de Líbano, Nayib Mikati, ha convocado una reunión de urgencia para analizar lo ocurrido, si bien ya ha cargado contra Israel, país al que ha acusado de no tener “ningún tipo de consideración humanitaria, jurídica y moral” a la hora de perpetrar sus operaciones militares. Por ello, ha instado a la comunidad internacional a posicionarse de forma “clara”.

Por su parte, la Defensa Civil libanesa ha alertado de que al menos dos edificios residenciales en el barrio de Al Jamús, en el sur de Beirut, he han derrumbado como resultado del bombardeo israelí.

Horas después del ataque, el ejército de Israel finalmente se ha pronunciado en torno a quién era el objetivo de su ataque. Se trata de Ibrahim Akil, sobre el que pesaba una recompensa de siete millones de dólares por parte de Estados Unidos.

Akil, alias ‘Tahsin’, era un miembro del Consejo de la Yihad de Hezbolá, el principal organismo militar del grupo. El hombre fue parte de la Organización de la Yihad Islámica, que reivindicó los atentados contra la Embajada de Estados Unidos en Beirut en 1983 y una toma de rehenes en esa misma década.

Por su pate, el partido-milicia chií libanés Hezbolá ha confirmado la muerte de catorce de sus miembros, incluido el comandante Ibrahim Akil, víctimas del último “bombardeo selectivo” de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) contra la capital del país, Beirut, en un suceso que se saldó con otros casi 70 heridos.

“Es con gran orgullo que la resistencia islámica presenta hoy a uno de sus grandes líderes como un mártir en el camino a Jerusalén, y promete a su alma pura permanecer leal a sus objetivos, esperanzas y camino hasta la victoria”, ha señalado Hezbolá en un comunicado recogido por la cadena Al Manar, afin al grupo.

Asimismo, la milicia libanesa ha recorado que Akil fue parte de “una de las heroicas operaciones durante el enfrentamiento ante la invasión israelí de Beirut a principios de los años 80”, aludiendo así al ataque contra la Embajada de Estados Unidos en Líbano en 1983, y ha ensalzado su liderazgo desde los años 90.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha destacado que los objetivos de su país “son claros” y sus acciones son determinantes después de que horas antes las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaran un “bombardeo selectivo” contra la capital de Líbano, Beirut, que se ha cobrado la vida de un alto cargo del partido-milicia chií Hezbolá, entre otras personas.

El ministro de Exteriores de Líbano, Abdalá Bou Habib, ha acusado ayer a Israel de ser un “Estado canalla” y cometer actos de “terrorismo”, durante la reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU por la oleada de explosiones de dispositivos electrónicos ocurridas esta semana y atribuidas al Estado hebreo.

El representante permanente de Israel ante Naciones Unidas, Danny Danon, ha asegurado ayer ante el Consejo de Seguridad que su país “seguirá defendiéndose” ante las “provocaciones” del partido-milicia chií Hezbolá, por lo que no “descarta” nuevos ataques en territorio libanés.

Mientras, el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) ha condenado la “brutal agresión terrorista” perpetrada ayer por Israel en el sur de la capital de Líbano, Beirut, que se ha cobrado la vida de un alto cargo del partido-milicia chií Hezbolá y de más de una decena de personas.

“Lo consideramos un nuevo crimen en la serie actual de crímenes sionistas, una violación de la soberanía libanesa y una escalada de la agresión sionista”, ha indicado Hamas en un comunicado de prensa recogido por el diario Filastín, vinculado al grupo.

El Ministerio de Exteriores de Irán ha condenado ayer el “brutal y malicioso” ataque llevado a cabo por Israel en el sur de la capital de Líbano, Beirut, que se ha cobrado la vida de un alto cargo del partido-milicia chií Hezbolá y de más de una decena de personas.

El representante adjunto de Estados Unidos ante la ONU, Robert Wood, ha pedido contención a las partes en Oriente Medio durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre las últimas explosiones de miles de dispositivos de comunicación en Líbano.

Mientras, el portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, ha instado a las partes en Oriente Medio a reducir las tensiones y a ejercer la máxima moderación tras el ataque llevado a cabo por el ejército israelí en el sur de la capital de Líbano, Beirut, que se ha saldado con doce muertos.

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha asegurado ayer ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que es “un crimen de guerra” llevar a cabo “actos de violencia” para “sembrar el terror entre los civiles” tras las explosiones coordinadas de dispositivos de comunicación en Líbano.

Texto: Europa Press