23 septiembre,2024 6:13 am

Despedida

 

Silvestre Pacheco León

 

 

Después de atestiguar los beneficios que ha traído al país el gobierno de Andrés Manuel López Obrador uno se explica la multitud de manifestaciones de agradecimiento recogidas en la noche del 15 de septiembre, difundidas por las redes sociales, donde hombres y mujeres de diferentes estratos y edades forman un catálogo de agradecidas despedidas.

Entre largos silencios que a veces dicen más que las palabras, y emocionadas muestras de agradecimiento que terminan en el llanto ahogado, muchos paisanos venidos de diferentes estados del país, incluso del extranjero, atendieron la invitación del presidente para estar juntos por última vez en fecha tan significativa para gritar de alegría por lo que se ha hecho y recibido en reciprocidad bajo el dicho de que amor con amor se paga.

Pocos inconformes con que el dirigente se aleje de la política y muchos conscientes del derecho que tiene a jubilarse de su largo trajinar para disponer del tiempo que le queda haciendo lo que más le agrada en la vida, escribir y disfrutar del pedazo de selva que heredó de sus padres en Chiapas.

Después de reconocer el trabajo arduo y las jornadas dobles del presidente dedicadas todas a levantar en un sexenio el desastre dejado por el régimen neoliberal que gobernó por más de 30 años, muchos agradecieron la oportunidad de acompañarlo en el tránsito para hacer historia, 30 millones de mexicanos que los llevaron al triunfo y cinco millones más que sumó durante sus seis años de gestión.

Hacer en seis años obras de dos sexenios fue una proeza que nadie más podrá igualar, y menos el milagro de rescatar a casi diez millones de mexicanos de la pobreza, destinando casi 8 billones de pesos que llegaron de manera directa al 80 por ciento de las familias que viven en los 35 millones de viviendas que existen en el país.

A lo largo de seis años el presidente puso a nivel popular el ejercicio de gobernar para todos con preferencia para los pobres y terminó con el mito de que la política es solo para los especialistas. O quizá uno de sus logros fue hacer millones de especialistas y politólogos con sus conferencias magistrales que llamó diálogos circulares, mejor conocidos como la conferencia Mañanera.

Cómo no estar agradecidos de quien predicó con el ejemplo de hacer un gobierno austero reduciendo a menos de mil millones los seis mil que la presidencia tenía asignados como gasto anual, haciendo honor al eslogan  de  nunca más un gobierno rico frente a un pueblo pobre. Dejó en manos del pueblo su seguridad personal y familiar y así se ahorró el gasto de los 8 mil elementos del Estado Mayor que lo cuidaban, y también le quitó el subsidio millonario a los ex presidentes.

Supo cobrarle impuestos a los hombres más ricos de México que antes evadían esas obligaciones mediante el tráfico de influencias y atacó frontalmente la corrupción repintando la raya que separa al gobierno de la delincuencia.

Con el presupuesto millonario invertido en la obra pública por todo el país recuperó la memoria de los pueblos originarios que se revelaron nuevamente como grandes constructores que trocaron sus magníficas pirámides por presas, canales, casas, edificios, terminales aéreas, autopistas, hospitales, clínicas y hoteles, trenes de pasajeros y de carga hasta figurar como los mejores del mundo.

El presidente nos devolvió la confianza y la dignidad a todos los mexicanos que vivíamos acomplejados y deprimidos dotándonos de piso parejo para que todos vivamos en condiciones de igualdad. Nos puso el ejemplo con la paridad en los empleos públicos y alentó a las mujeres a revalorarse reconociendo su habilidad para cuidar y administrar el gasto en los comités de las escuelas y centros de salud en todo el país. Será ese nuevo papel destacado de la mujer el sello que tendrá el nuevo gobierno como un logro más del presidente que se va.

Todas esas manifestaciones de aprecio y agradecimiento que hemos visto como expresiones de despedida valen más que el  apoyo simbólico que cada quien recibe,  porque todos valoran más el significado que tiene esparcir el presupuesto público entre tantos, aunque el monto de lo que toca a cada quien sea menos de lo que uno desea. Lo que más importa a esos millones de mexicanos agradecidos es el gesto y el interés de ayudar. A los pobres se les puede enseñar a pescar, como sugieren los conservadores opuestos al apoyo oficial, si disponen de agua, pero si carecen hasta de lo mínimo, esa enseñanza bíblica es una patraña de los panistas, aunque parezca muy cristiana.

El nuevo enfoque de gobierno es la razón de la alegría contagiosa que ahora vivimos en comunidad y que nos distingue en el mundo, porque el gobierno de AMLO fue como la bíblica multiplicación de los panes y los peces entre la multitud de sus seguidores. Recuérdese que la manera más socorrida de los analistas que dominaban la escena nacional abonando el desprestigio de AMLO era el descabellado presupuesto que ofrecía como candidato  para financiar tantas obras y programas que proponía,  sin saber lo que ahora platica con sorna de que había descubierto el tamaño de los huecos por donde el dinero público se diluía hasta llegar a las bolsas de los traficantes de influencias y delincuentes de cuello blanco.

Por eso, agradecidos todos, le deseamos una larga vida al presidente en su retiro de la cosa pública y una fructífera y productiva jubilación junto a sus ceibas, caobas, cedros, flamboyanes, maculises y guayacanes.