DE NORTE A SUR
Silber Meza
Hace un par de días aparecieron diversas lonas en Culiacán dirigidas a Claudia Sheinbaum. Ella asumió la presidencia de la República el martes, y el jueves ya tenía el primer mensaje del Cártel de Sinaloa, facción Chapitos, colgado sobre diversos puentes de la ciudad.
“Presidenta: estos personajes son los causantes de toda la violencia en el estado de Durango y Zacatecas”, inicia una de las dos lonas firmadas por “La Chapiza CDS”, a las que también se les conoce como “narcomantas”.
El mensaje fue para colocar la atención en otra facción del Cártel llamada Los Cabrera, encabezada por los hermanos José Luis, Alejandro y Felipe Cabrera Sarabia, quienes conforman un poderoso grupo criminal aliado de Ismael El Mayo Zambada desde mucho tiempo atrás. Con la batalla que hay entre ambas facciones tras la detención de El Mayo en Estados Unidos, Los Cabrera han decidido respaldar a La Mayiza a través del líder de facción, Ismael Zambada Sicairos, alias El Mayito Flaco, o El MF con que se le identifica en los mensajes.
Los Chapitos, encabezados por Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, han emitido comunicados de manera frecuente, sea en las calles o en medios de información, de forma directa en una misiva o a través de su red de abogados. Su objetivo es “calentar la plaza mediática” a sus opositores y desviar la atención y persecución en contra de ellos.
Una de las ocasiones más sonadas fue la estrategia de Los Chapitos por hacer creer que su estructura criminal ya no producía fentanilo. Colocaron lonas en la ciudad para advertirles a las diversas células que no lo hicieran en Sinaloa, que eso se pagaría con la vida; a los días aparecieron personas muertas con decenas de pastillas azules de fentanilo como mensaje de que iban en serio con la prohibición. Sin embargo, las agencias de Estados Unidos nunca creyeron esa versión y, en vez de detener la presión y persecución, arreciaron el embate.
Ahora el mensaje va dirigido a la presidenta Claudia Sheinbaum y a todo su nuevo gobierno, del que se espera un cambio de facto en la política de seguridad. El país está a punto de salirse de las manos ante la criminalidad creciente, y esto lo saben Sheinbaum, el nuevo secretario de Seguridad Pública federal –Omar García Harfuch– y los recién nombrados titulares de Defensa y Marina.
Las horas, los días o tal vez los años que quedan de libertad a Los Chapitos son escasos. El nuevo gobierno mexicano no puede mantener la permisividad a un grupo tan violento. En igual circunstancia están Nemesio Rubén Oseguera Cervantes, alias El Mencho, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, y de sus “generales” o jefes de células; así como los líderes de La Familia Michoacana, el Cártel del Golfo y el del Noreste. Es eso, o dejar que el país se le vaya entre los dedos a las nuevas autoridades. La estrategia política de Los Chapitos parece que busca ganar tiempo ante un futuro casi inevitable.
Hace una semana, el 27 de septiembre, apareció una camioneta con seis cuerpos en su interior. El vehículo decía “Bienvenidos a Culiacán”. Mucha gente lo vinculó a la visita que Andrés Manuel López Obrador hizo al municipio de Rosario, a tres horas de Culiacán, pero quizá no haya sido así. Tres personas han sido identificadas: dos eran de Canelas, Durango, padre e hijo, y una más de Culiacán.
La procedencia de las dos personas de Durango asesinadas encuadra con el mensaje escrito en la camioneta y con las lonas recién colocadas en las que dicen que Los Cabrera, duranguenses, han arribado a Culiacán y Mazatlán, municipios que Los Chapitos asumen como “sus plazas”.
Los Chapitos saben que Los Cabrera son un clan muy poderoso que puede inclinar la balanza en favor de Los Mayos en esta batalla que están librando. Tienen controlado casi todo Durango, mantienen fuerte presencia en Zacatecas y también han incursionado en otros estados del país con células menores, principalmente en Coahuila, de acuerdo con documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional obtenidos por la filtración de Guacamaya Leaks.
El 18 de marzo de 2015 fue la primera vez que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos identificó a los tres hermanos como parte de la poderosa red de tentáculos asociados a Ismael Zambada García.
Con estos mensajes, Los Chapitos le hablan directamente a la presidenta Sheinbaum, sin embargo, aún está por verse el efecto que esto pueda tener.
