Chilpancingo, Gro., 7 de octubre de 2024. Habitantes de Chilpancingo salieron a hoy a las calles de la ciudad a despedir y exigir justicia para el asesinado alcalde Alejandro Arcos Catalán.
Esta tarde, el cortejo fúnebre de Arcos Catalán partió desde la iglesia de la Santa Cruz hasta la Catedral, entre porras y aplausos, pero también el grito unísono de “justicia”.
Más de tres mil personas acudieron al Zócalo de la ciudad. Algunas lograron entrar a la Catedral y el resto formó una valla humana desde el templo hasta la puerta principal del Ayuntamiento, donde fue despedido el alcalde.
Durante el recorrido, el cortejo se detuvo frente al Centro de Salud, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero y el edificio Vicente Guerrero, donde trabajadores y personas esperaban la carroza a la que aventaron confeti y pétalos de rosas.
Decenas de personas salieron de sus casas, negocios y se asomaron por las ventanas para despedirse del alcalde.
Increpan a Norma Otilia
La ex presidenta municipal, Norma Otilia Hernández Martínez, llegó al Zócalo para unirse a la despedida de su sucesor en el cargo.
Sin embargo, su presencia suscitó momentos de tensión, cuando ciudadanos le gritaron “¡fuera!”, “¡¿Para qué vino?!”, “¡Váyase!”, “¡Tú eres la culpable!”
La catedral estaba llena, incluso había personas de pie, antes de que el cuerpo del alcalde llegara. El ataúd fue recibido con aplausos y, de nuevo, gritos de justicia.
El párroco Benito Cuenca ofició la misa. Dijo que “no podemos tener paz sin justicia” y Chilpancingo exige que este crimen no quede impune.
De manera paralela, en un comunicado, el obispo José de Jesús González Hernández pidió a la ciudadanía participar en la jornada de oración y ayuno a la que llamó el Papa Francisco.
El cortejo fue seguido por una patrulla de la Policía Estatal y personal de seguridad. Dentro de la catedral estuvieron policías municipales.
Texto: Redacción/ Foto El Sur
