17 octubre,2024 4:23 am

Fue la peor noche de su vida la del impacto de John, relatan vecinos de Cruz Grande

 

Acapulco, Guerrero, a 17 de octubre de 2024.-  Vecinos de la comunidad de Cantarranas, municipio de Florencio Villarreal (Cruz Grande), aseguraron haber vivido la peor noche de sus vidas durante el impacto del huracán John, que con sus vientos voló los techos y las lluvias desbordaron el arroyo Las Marías que inundó sus casas más de metro y medio, y dos de ellas las destruyó.

Se trata de dos casas y dos autos arrastrados por la corriente, también fue destruida la planta potabilizadora de agua de la comunidad por lo que no tienen, y algunos tramos de las calles pavimentadas, que en su mayoría están enterradas aún por la tierra que llevó el cuerpo de agua hasta las casas.

Ernesto Gallardo Lorenzo es uno de los pobladores que perdió dos habitaciones de su casa y el resto quedó con el suelo socavado. Sus muebles quedaron inservibles.

También  perdió su ganado porcino, mercancía y refrigeradores de su tienda, que son su fuente de ingresos.

Además de su carro que fue arrastrado por la corriente varios metros y quedó volteado con las llantas hacia arriba y lamentablemente no enciende.

Abrumado aún por todo lo que vivió, contó: “aquí me la pasé yo con todo el viento, como hasta las 12 de la noche y fue que se vino el agua recio ahora sí, y fue que nos salimos con el vecino. Cuando él me habla, su casa estaba parada y no sé, en media hora que nos fuimos se fue, porque en la mañanita que regresamos nada de casa y me asusté cuando no vi la galera de mis marranos, ni mi carro. Él (su vecino) tenía un carrito rojito, y también ya no había nada”, detalló.

Aseguró que el lodo anegó hasta 40 centímetros de alto y que tuvo que pagar para que le ayudaran a limpiar su casa, porque él no pudo hacer solo, debido a que su mujer es diabética y no puede ayudarle.

María García Cruz lleva viviendo 50 años en la localidad de Cantarranas, dijo que jamás habían sufrido tantos daños en sus viviendas como ocurrió con John, sobre todo por la manera en que el arroyo se desbordó, porque aseguró que el cauce y la corriente llegaron a generar una profundidad aproximada de siete metros, “como nunca”.

“Fue una noche larguísima, el arroyo Las Marías empezó a meterse a las casas, el terror… fue una noche larguísima que no se la deseo a nadie. Volaban las láminas muy feo, caían en los patios de las casas vecinas”, narró García Cruz, quien pidió apoyo de las autoridades, “que por favor volteen a ver a Cantarranas, porque también sufrimos muchos daños”.

De acuerdo con los pobladores de Cantarranas, el viento comenzó a soplar antes de las 8 de la noche del lunes 23 de septiembre, y conforme iba entrando el huracán comenzó a soplar más fuerte y a levantar las láminas de las casas haciéndolas volar, por lo que no podían salir de sus hogares a refugiarse a las de sus vecinos que tienen techos de loza o con láminas rojas que están pijadas, y debieron esperar a que dejará de correr el viento pasadas las 12 de la noche. Debieron salir a oscuras porque no había energía eléctrica, y al salir se llevaron la sorpresa de que el agua de arroyo ya estaba subiendo hasta las casas y caminaron como pudieron con el agua arriba de los 30 centímetros.

Texto: Redacción/ Foto: El Sur