18 octubre,2024 8:15 am

Coneval: más de un millón de guerrerenses padecen inseguridad alimentaria

Vive en situación de pobreza 60.4% de la población del estado

Acapulco, Guerrero, 18 de octubre de 2024. Un millón 100 mil guerrerenses, de localidades rurales reportan Carencia por Acceso a la Alimentación Nutritiva y de Calidad (CAANC), es decir, inseguridad alimentaria severa o moderada, o con limitación en el consumo de alimentos, de acuerdo con un estudio reciente del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

En general, el 28.4 por ciento de la población guerrerense padece niveles moderados y severos de inseguridad alimentaria, por la falta de condiciones de accesibilidad económica y física a los alimentos, señala el estudio Diagnóstico y evaluación integral de la política social, vinculada al derecho a la alimentación 2023-2024, dado a conocer el viernes pasado.

En 159 páginas, el Coneval plantea que el primer reto para el ejercicio del derecho a la alimentación es el “desequilibrio en la disponibilidad de diferentes tipos de alimentos, problema que se observa en la oferta doméstica, distribución y abasto”.

La disponibilidad de alimentos se ve afectada por problemas en la transportación de productos agropecuarios, principalmente los provenientes de Oaxaca, Chiapas y Guerrero. En este último estado, sólo el 11.4 por ciento de los hogares que cubren la recomendación de consumo diario de frutas, o sea, 411 mil 221 de 3 millones 600 mil 900 habitantes, el porcentaje del país es de 23.8 por ciento.

Asimismo, “la población en situación de pobreza, tanto rural como urbana, presenta mayores obstáculos para acceder a la canasta básica alimentaria, así como las personas que habitan en algunas entidades situadas al sur y centro del país”.

En México, la población en situación de pobreza en 2022 reportó una proporción de 36.3 por ciento, lo que equivale a 46.8 millones de personas. Entre las entidades que superan ese porcentaje se encuentran Chiapas, con 67.4 por ciento, es decir, 3.8 millones de habitantes; Guerrero, con 60.4 por ciento, o sea, 2.2 millones de pobladores, y Oaxaca, con 58.4 por ciento, es decir, 2.5 millones de habitantes.

En cuanto a la población con ingreso inferior a la línea de pobreza extrema por ingresos en el país, es decir, sus percepciones económicas no alcanzan a cubrir el costo de la canasta alimentaria básica, así las destinen totalmente a ese rubro, fue de 12.1 por ciento, que representan 15.5 millones de habitantes.

Chiapas repite en primer lugar con 36.6 por ciento, le sigue Guerrero con 27.2 por ciento y luego está Oaxaca con 24.9 por ciento.

El tercer reto plantea que la CAANC, “afecta en porcentajes mayores a la población en situación de pobreza, así como a grupos específicos entre los que se encuentran mujeres e indígenas”.

Para el Coneval, un hogar presenta CAANC cuando tiene un grado de inseguridad alimentaria moderado o severo, o tiene limitación en el consumo de alimentos.

La escala de seguridad seguridad alimentaria se centra en la estabilidad de las condiciones de accesibilidad económica y física a los alimentos, y se construye a partir de 12 preguntas para los hogares con menores de edad, como la siguiente: “En los últimos tres meses, por falta de dinero o recursos ¿alguna vez usted o algún adulto en su hogar tuvo una alimentación basada en muy poca variedad de alimentos?”.

Otra pregunta es: “En los últimos tres meses, por falta de dinero o recursos ¿alguna vez algún menor de 18 años sintió hambre pero no comió?” o “en los últimos tres meses, por falta de dinero o recursos ¿alguna vez algún menor de 18 años comió una vez al día o dejó de comer todo un día?”.

En el análisis, dependiendo del número de respuestas afirmativas, la clasificación varía de seguridad alimentaria, inseguridad alimentaria leve, inseguridad alimentaria moderada o inseguridad alimentaria severa.

El Coneval afirma que la seguridad alimentaria es “profundamente desigual” en el país, porque algunas entidades del sur y centro-norte destacan por concentrar mayores proporciones de población con niveles moderados y severos de inseguridad alimentaria, como son Tabasco, con el 34.4 por ciento de su población en tal situación, y Guerrero con 28.4 por ciento.

En localidades rurales de Guerrero, 31.5 por ciento, es decir, 1.1 millones de personas padecen CAANC, sólo por debajo del 38.9 por ciento de Tabasco y en el ámbito rural de todo el país es de 23.9 por ciento.

Otro reto para el ejercicio del derecho a la alimentación son los “factores contextuales en el entorno inmediato de las personas, que obstaculizan un estado nutricio adecuado”.

Un reto es la “falta de condiciones para garantizar la higiene en la preparación y consumo de alimentos y bebidas incrementan el riesgo de enfermedades diarreicas, principalmente en menores de cinco años”, cuya tasa de mortalidad por cada 100 mil infantes de este rango de edad, en Guerrero es de 7.7, encima del 6.8 del país.

“Una condición fundamental para la reducción de dichos padecimientos es la existencia de condiciones materiales de vivienda adecuadas para la conservación, la cocción y la higienización adecuada de los alimentos”, pero en Guerrero sólo el 51.4 por ciento tiene disponibilidad de estufa de gas o eléctrica, mientras que en el país es de 85.1 por ciento; y el 16.2 por ciento de la población del estado no cuenta con refrigerador ni energía eléctrica.

Asimismo, el 26.8 por ciento de los hogares guerrerenses no tiene acceso al agua, el mayor porcentaje del país; el 14.7 por ciento sin drenaje, la segunda mayor proporción; y el 11.7 por ciento con piso de tierra, el mayor porcentaje entre los estados.

Texto: Ramón Gracida Gómez/Foto: Archivo