19 octubre,2024 4:35 am

El estudio del Coneval confirma que no hay resultados en el combate a la pobreza: Tlachinollan

 

Chilpancingo, Guerrero, a 19 de octubre de 2024.- Los resultados que dio a conocer el jueves el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), reflejan la debacle de la alimentación en Guerrero y confirman que los programas sociales del gobierno no están dando resultados en el combate a la pobreza, opinó ayer el director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, Abel Barrera Hernández.

El reciente estudio de Coneval destacó que un millón 100 mil guerrerenses de localidades rurales reportan inseguridad alimentaria severa, moderada o con limitación en el consumo de alimentos.

Añade que, en general, el 28.4 por ciento de la población guerrerense padece niveles moderados y severos de inseguridad alimentaria, y que la población en situación de pobreza en 2022 que reportó Guerrero, fue del 60.4 por ciento, es decir, 2.2 millones de pobladores.

“Hay una situación crítica a pesar de los programas sociales federales que tratan de revertir estos índices de pobreza”, dijo consultado por teléfono Barrera Hernández.

Indicó que de acuerdo con los resultados del estudio reciente del Coneval y lo que se percibe en las comunidades indígenas de la región de la Montaña en donde trabaja Tlachinollan, la alimentación de las familias es inadecuada, insuficiente e insegura.

Añadió que esta misma situación se replica en colonias pobres de ciudades como Acapulco, Zihuatanejo e Iguala que son lugares a donde se ha ido la gente de la Montaña en busca de trabajo.

Recordó que del gobierno federal salieron unos datos en los que se dice que hay una mejoría en términos macros que revierten la pobreza.

“Sin embargo, focalizando las realidades en las regiones indígenas y campesinas de la Montaña, Costa Chica y la zona de la Sierra, es evidente que hay una crisis alimentaria y el Estado no está dando respuestas para revertir esta crisis en términos de inversión con créditos o programas compensatorios”.

El número de jornaleros va en aumento, advierte

Barrera Hernández puso como ejemplo el sector jornalero “que es donde está el termómetro del nivel de pobres”.

Explicó que el número de familias que salen de la Montaña a trabajar a los campos agrícolas del norte del país, va en aumento por la falta de trabajo en sus comunidades.

“Por la Casa del Jornalero (de Tlapa) pasan niños desnutridos, madres mal alimentadas con embarazos de alto riesgo y padres con padecimientos relacionados con la desnutrición, pero que no tienen otra alternativa de irse de jornaleros”, lamentó el activista de derechos humanos.

Aseguró que hay un gran número de familias subalimentadas que sobreviven sólo con tortilla, sal y chile, “porque hasta el frijol ya es un producto de lujo”.

Añadió que por ello es creciente la desnutrición y la falta de alimentos entre las familias guerrerenses y que lo lamentable es que no se ve en el corto plazo como se va a revertir esta situación.

Añadió que los programas sociales federales que se vislumbraban como la panacea, no fueron la solución para revertir la pobreza y que el ámbito alimenticio esta descuidado.

“Pasa como los programas anteriores, lamentablemente cuando la gente recibe un recurso en efectivo, no lo destina para satisfacer sus necesidades básicas; una familia, un estudiante, una madre, recibe el apoyo y mucho de ello se va en comprar medicinas porque hay mucha gente enferma, porque no funciona el sistema de salud estatal, todo se tiene que comprar; medicamentos, estudios de laboratorios. La medicina no es gratuita”.

Añadió que otra parte del recurso que reciben, la destinan en comida chatarra; “la gente compra sopas maruchan y refrescos, hay un alto consumo de refrescos, hay malos hábitos de alimentación y está afectando mucho porque la gente compra comida que no le nutre”.

Barrera insistió que la mayor parte de los recursos que reciben en efectivo los beneficiarios de los programas federales no los destinan para alimentos nutritivos. Para el defensor de derechos humanos, falta orientación respecto a cómo destinar “estos pequeños fondos” para alimentos nutritivos.

“Hay una situación complicada porque la gente, en esta precariedad que enfrenta, no hace un adecuado uso de los fondos como para nutrir a los hijos y a la misma madre”.

Además, opinó que los programas son insuficientes y no cubren todas las necesidades. “Con esto no quiere decir que resuelven sus problemas con los apoyos que les están dando, porque se han multiplicado sus necesidades y los precios son altos, la inflación sigue sin control”.

Declaró que el recurso que les dan no corresponde a los altos precios, como de los huevos, la carne y los alimentos que nutren, la gente ya no tiene posibilidades de comprar”.

“La canasta básica es más cara y los fondos que se les asignan están fijos”.

Para Barrera Hernández, así como están diseñados los programas sociales federales no hay alternativas a corto y mediano plazo, puesto que el actual gobierno considera que estos programas se van a mantener así tal cual.

“Lo que ha pasado en las regiones es que hay flujo de dinero, pero este se dilapida, hay malos hábitos de consumo entre las personas, de repente destinan dinero para cosas que no son básicas, son superfluas, cuando le llega largo piensan en el celular, ya no digamos en tantas otras cosas”.

El activista declaró que el Estado debería de pensar en cómo garantizar el derecho a la alimentación pensando en programas no monetarios, sino en especie o alentar la producción de básicos en los pequeños productores, “porque si sigue así, la gente libremente dice voy a destinar este recursos para esto, y son coas que no le nutren”.

Opinó que se deben establecer programas que garanticen y aseguren a las familias un pequeño fondo, ya sea en especie, como leche, maíz, lo básico, carne, y que sean más accesibles.

“La carne no es accesible ni la leche para la gente pobre, no se están subsidiado para garantizar una canasta básica que la familia pueda tener de manera segura”.

Texto: Zacarías Cervantes/ Foto: Archivo