19 octubre,2024 5:44 am

Algunas lecciones aprendidas

Octavio Klimek Alcaraz

 

Los recurrentes fenómenos naturales, como los huracanes Otis y John que se sucedieron en menos de un año han confirmado la vulnerabilidad de quienes habitamos Guerrero, un estado donde se unen la tragedia que significa la pérdida de vidas humanas con daños materiales cuantiosos.
Ante estos perjuicios, resultan insuficientes los esfuerzos de los diferentes órdenes de gobierno y da la sociedad en general por tratar de asistir en lo inmediato esta acumulación de desastres.

En el caso de Chilpancingo, el huracán John causó severos daños, expresados en inundaciones en diversos sitios adyacentes al río Huacapa, así como en los arroyos, que desembocan en el mismo. Las precipitaciones de varios días que trajo el huracán John pasaron a ser poderosos caudales de agua con una energía extraordinaria. Así, se inundaron viviendas en diversas colonias de la capital y las vialidades adyacentes al río sufrieron los impactos del agua, generando socavones en distintos sitios. Esto lamentablemente ya había sucedido en 2013 con el huracán Manuel. Al parecer, no aprendimos de las lecciones de hace más de 10 años. Pero ¿cuáles son esas lecciones? Sin ser limitativo, algunas de ellas podrían ser:

Lección 1. El río Huacapa tiene memoria, no construyas junto y/o sobre él. De manera absurda, se estrechó al río en su espacio natural para arrinconarlo en un canal a lo largo de la parte que atraviesa la ciudad, con el objeto de ganar espacio para vialidad. Así, su cauce natural se fue modificando a satisfacción de quienes urbanizaron para convertir partes importantes del cauce del río, sus playas, en una vialidad para vehículos en ambos márgenes. Eufemísticamente le denominaron paseo o bulevar, que son grandes avenidas con árboles, a la nueva vialidad, y donde lo que menos importa son las personas a pie. Un propósito evidente fue dar solución a la movilidad vehicular de sur a norte y viceversa en Chilpancingo. En realidad, una solución que no atiende de fondo la problemática de movilidad urbana a través de un transporte público más eficiente. Otro propósito evidente fue generar a lo largo de la nueva vialidad una urbanización, que sólo ha forjado fortuna y bonanza a aquellos que compraron y vendieron terrenos, antes de labor agrícola o playas del propio río, a lo largo de la nueva vialidad del río Huacapa. Esto propició un desorden urbanístico, que causó una alta densidad de edificaciones en buena parte del río canalizado. Así, han surgido adyacentes al Huacapa todo tipo de edificios públicos y privados, así como centros comerciales. Cargando aún más la movilidad de automóviles sobre las márgenes viales del río. Un desastre urbanístico en toda regla. Debe decirse que, en ecología urbana, un principio es buscar que las áreas adyacentes a un río tengan el mayor grado de naturalidad posible y no al revés, como aquí ha sucedido.

Lección 2. Cuida tu represa, mantenla y no dejes que se azolve. En la parte extrema norte del valle de Chilpancingo existe una presa, Cerrito Rico, que ha servido en diversos momentos para almacenar el agua de los escurrimientos que fluyen de las partes altas de la cuenca del río Huacapa. Esta vieja presa tiene dolinas que impiden en el estiaje almacene agua de manera apropiada, lo que es una pena ante la falta de agua para Chilpancingo. A lo largo del año, las presas acumulan azolve que entra con el agua de los escurrimientos a la represa. Si uno piensa en una represa como una cubeta a la que le entra tierra, se puede comprender en que se reduce con la tierra o azolve el volumen de agua que puede almacenar. No tengo un dato preciso sobre cuánto volumen de agua almacena ahora la presa de Cerrito Rico y cuánta agua originalmente podía almacenar. Es decir, si se ha azolvado el vaso de Cerrito Rico en exceso, la consecuencia sería el tomar medidas de restauración para aumentar su capacidad de almacenamiento. Su objetivo sería posibilitar un mejor manejo del agua del río Huacapa debajo de la cortina de la represa. En especial administrar los grandes caudales y no bajen estos con la gran energía cuando tienes tormentas con grandes precipitaciones como John . Además, es necesario atender la problemática de asentamientos humanos en las áreas adyacentes.

Lección 3. Si deterioras los ecosistemas en tu cuenca, tendrá consecuencias. Uno de los asuntos es que la vegetación, cuando hay precipitaciones y escurrimientos, funciona como una esponja, que por un lado posibilita que de manera gradual el agua se infiltre en el suelo para recargar los acuíferos, y por otro lado impide que el agua impacte con violencia sobre el suelo, no lo erosione y escurra con gran energía y velocidad laderas abajo en la cuenca. Con la tormenta John , los grandes escurrimientos que bajaron de las partes altas de la cuenca del río Huacapa pudieron ser menores con una cubierta vegetal menos deteriorada. La realidad, es que, en términos de territorio de la cuenca del río Huacapa, los ecosistemas naturales se encuentran sumamente deteriorados como consecuencia de las actividades humanas, en especial, el saqueo forestal en las tierras rurales y el efecto de sellamiento de los suelos en el área urbana. En especial, es evidente, que se necesita con urgencia un gran pacto social para apoyar a las comunidades rurales de las partes altas de la cuenca del río Huacapa para que conserven y restauren sus territorios, reduciendo la vulnerabilidad ante tormentas como John . Además, de reconocer la importancia de las comunidades rurales de la parte alta de la cuenca del río Huacapa en el aprovisionamiento del agua para el área urbana de Chilpancingo.

En este momento hay muchas medidas de urgente apremio, que las autoridades están realizando para rehabilitar el canal del río Huacapa, en especial eliminar los socavones, así como rehabilitar viviendas inundadas, entre tantos asuntos urgentes. Todo en el menor tiempo posible y con altos costos de recursos públicos. Pero, ante la urgencia, normalmente no se cuestionan las causas del desastre, ni se busca analizar a fondo el costo beneficio de reparar algo, que puede en un breve tiempo volver a desarreglarse. Esto no debería ser así. No se deben repetir una y otra vez las mismas historias de desastres, incluso aumentando en su magnitud.

Ahora, difícilmente se podrá devolver al río Huacapa en buena parte de su cruce por la ciudad de Chilpancingo su espacio natural. Así, que habría que hacer una política pública diferente de restauración de la cuenca del río Huacapa, más allá de la coyuntura inmediata, sino de largo plazo. Esto, con el conocimiento de la ecología de ríos y la ingeniería hidráulica, entre otras disciplinas. Se trata de resolver, que sus caudales llenos de energía en las grandes avenidas causen un daño menor a las personas y sus bienes. Restaurar en lo posible, con la imagen objetivo en algunas de sus partes del río que fue cuando Humboldt pasó por aquí a principios del siglo XIX.