25 octubre,2024 5:28 am

Stanislaw Lem y las bellas palabras científicas

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Adán Ramírez Serret

 

Una de las escenas del cine que recuerdo con alegría y extrañeza es en la película Encuentros cercanos del tercer tipo en donde hay un encuentro con extraterrestres y estos traen un nuevo lenguaje que consiste en sonidos y luces: el arte y la ciencia se unen para decir algo que no se había pensado. Desde esa primera infancia que vi esa película ha rondado mi mente esa idea escalofriante y maravillosa de cómo nos podríamos comunicar con otra inteligencia; H. G. Wells y algunos otros han imaginado alienígenas agresivos que vienen a hacer la guerra. Pero Steven Spielberg, Ted Chiang y Stanislaw Lem (Ucrania, 1921-Polonia, 2006) imaginaron otras posibles formas de inteligencia que trajeran un mensaje al ser humano, pero que, no pudiéramos leerlo a la primera, sino que hubiera que recurrir a otras formas de comunicarse, en el caso de Lem, la ciencia.

Sobre el lenguaje y las formas de comunicarse o la incapacidad de ello trata La voz del amo de Stanislaw Lem, quien ya había tocado estos temas con novelas como Solaris que también se hizo célebre al ser filmada por Andrei Tarkosvky y que son obras reconocidas dentro del género de Ciencia Ficción dura, la cual consiste en que todos aquellos elementos de ciencia que sean incluidos en la trama estén estrictamente apegados a la ciencia. Así pues, Lem en La voz del amo plantea la posibilidad de que venga otra civilización extraterrestre y que deje un mensaje a la humanidad, sólo que éste es muy difícil o casi imposible de descifrar. Por lo tanto, el gobierno de los Estados Unidos crea un proyecto ultra confidencial llamado “La voz del amo” en donde los científicos más brillantes del mundo se reunirán en un inmenso e inescrutable desierto de los Estados Unidos para intentar leer aquel mensaje extraterrestre en neutroninos.

La voz del amo no es una novela para nada sencilla, pues además de contener muchos temas difíciles científicos dentro de su género de Ciencia Ficción Dura, el propio libro para ser parte de una estrategia en donde el lector debe ir decodificando el sentido del libro y de la trama. La novela está planteada como el hallazgo de unas memorias de un científico que fue parte del proyecto “La voz del amo”, en donde intenta contar todos los pormenores de la experiencia. Lem tiene rasgos de escritor genial pues el peso, la densidad de la trama, del mensaje extraterrestre es el fondo y sustento de la acción, pero la novela va dando puntos que en un principio extravían al lector, pero que con el paso de la novela le van dando mucho sentido. Una de estas características es el sentido del humor que no es tan común en el género de la Ciencia Ficción. Lem plantea el universo de los científicos, ese que hace poco investigaron a fondo Kai Bird y Martin J. Sherwin en su libro Prometeo americano sobre J. Robert Oppenheimer, en donde una serie de genios megalómanos se encierran en un proyecto. Lem se instala en cierta sátira de estos personajes quienes mientras tienen en sus manos el futuro de la humanidad viven en una constante competencia, en una lucha de egos en donde van rompiendo fronteras, conocimientos de la ciencia para desentrañar la clave, el secreto de ese mensaje extraterrestre.

Finalmente, otro rasgo definitivo de este brillante novela es que pone sobre la mesa la posibilidad del ser humano de comunicarse con otras formas de inteligencia, por supuesto; la filosofía del lenguaje, las posibilidades de éste son parte esencial de la novela por la que ponto comienza la reflexión sobre la forma del ser humano de comunicarse, de si acaso solamente puede ser de manera lingüística o si acaso se puede trascender y que haya también lenguaje en las propias partículas del universo: la ciencia como una expresión artística, un lenguaje por desentrañar que nos está interpelando todo el tiempo y del cual apenas tenemos la mínima idea.

Stanislaw Lem, La voz del amo, Madrid, Impedimenta, 2021. 297 páginas.