26 octubre,2024 4:54 am

Urgen acciones por la vulnerabilidad de Acapulco ante el cambio climático, claman

 

Acapulco, Guerrero, 26 de octubre de 2024.- Investigadores y académicos de la UAG coincidieron en que se requieren acciones contra el cambio climático, denominado ahora por la ONU “ebullición global”, para disminuir la vulnerabilidad de Acapulco ante huracanes, porque los escenarios señalan que habrá una mayor frecuencia de los fenómenos extremos de La Niña y El Niño, los océanos han sufrido un aumento de temperatura, además de atender el “trauma social” dejado por Otis.

Ayer la universidad organizó dos paneles de especialistas en la Facultad de Contaduría y Administración, el primero titulado Cambio climático, diversidad y restauración, y el segundo Los desafíos del cambio climático: acciones, proyectos y programas.

El doctor Ernesto Ruiz Gutiérrez propuso un panel intergubernamental de cambio climático, y que los escenarios prevén una mayor frecuencia de los fenómenos extremos de La Niña y El Niño, y que el aumento del nivel de mar extremo se producirá con frecuencia, como ya pasó aquí dos veces en el mismo año por Otis y John.

Añadió que los océanos han sufrido un aumento de temperatura sin interrupción desde 1970, han absorbido más del 90 por ciento del exceso de calor y presentan una acidificación al absorber más dióxido de carbono.

Dijo que en 1920 comenzó a ser documentada la existencia de huracanes, y para tener un mejor escenario deberíamos cambiar el tipo de vida, porque el panorama no es “nada esperanzador”, ante la existencia de fenómenos atípicos y erráticos, y la temperatura en los océanos que es su principal fuente de energía.

También reflexionó que el impacto de éstos es un factor determinante para producir pobreza y desigualdad, así como migraciones y que se deben tomar medidas para la adaptación y resiliencia.

El panelista Silverio García Sánchez habló de la pérdida de flora, fauna, suelos, y la contaminación de los cuerpos de agua. Que entre 2001 y 2018 se deforestaron 239 mil 316 hectáreas, y Guerrero encabeza las entidades con daño de degradación en su superficie con el 79.3 por ciento, según el Sistema Nacional de Información Ambiental y de Recursos Naturales.

La maestra Janet Meléndez Campillo, en participación virtual, destacó la importancia de las Áreas Naturales Protegidas como herramientas muy efectivas para enfrentar los efectos del cambio climático, con apoyo de las poblaciones locales para asegurar el equilibrio y la continuidad de los procesos evolutivos y ecológicos, y con ello proteger todo aquello ubicado en los alrededores.

Añadió que las Áreas Naturales Protegidas sirven para crear sinergias para atender problemáticas en la biodiversidad, aumentar la resiliencia y reducir la vulnerabilidad ante los impactos del cambio climático, pero para su existencia también tiene que haber un compromiso de poblaciones locales que se involucren y permitan generar planes de prevención.

Se debe incluir a la sociedad en la prevención

La doctora Maryam Nava Assad habló también de la importancia de la inclusión de la sociedad en los tres órdenes de gobierno para poder planear ejecutar y vigilar la política pública en materia de cambio climático.

Pablo Hernández Ávila destacó que se debe disminuir la vulnerabilidad al cambio climático, evaluarla actualmente y a futuro, identificar amenazas y sus principales impactos, promover la participación ciudadana e identificar actores responsables, establecer metas e indicadores de hacia dónde quiere llegarse y cómo, con cobeneficios para atender otras problemáticas.

Recordó que Acapulco está siendo vulnerable con deslaves e inundaciones, que se debe buscar la resiliencia y que es necesario un programa de acción climática, con medidas de mitigación, peligros identificados, territorios y sus situaciones socioeconómicas, y un diseño de medidas de adaptación, implementación, monitoreo y evaluación.

Coincidió en que debe haber continuidad a corto, mediano y largo plazo con apoyo de la sociedad civil y enfoque de género, edad y etnia, ante los cambios de gobiernos. Alinear las políticas a lo que ya se hace y reforzar puntos débiles en cuanto al cambio climático, mientras que el financiamiento se puede obtener de organismos como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) y el Banco Mundial.

Cristina Blanco expuso el “trauma social” en los habitantes de la ciudad desde la violencia, la pandemia de Covid-19 y los familiares que pudieron despedirse, el terremoto y ahora los huracanes Otis y John.

Contó que las organizaciones que podían atender a las personas después de Otis estaban fuera de la ciudad y tuvieron que organizarse de forma local con una red de 40 voluntarias capacitadas, que con John pudieron actuar, y que aún se requieren intervenciones en territorio, donde están las personas vulnerables.

El director general de Investigación y Posgrados de la UAG, Gabino Solano Ramírez, recordó que no había autoridades para poner un orden, y Otis causó un aumento de pobreza, migración, impacto económico y en el desarrollo humano, y que se requiere de una reconstrucción multidimensional.

“Shock térmico”: Barnard

El biólogo marino Juan Barnard relató que en junio de 2023 hubo un shock térmico producto de un “súper Niño” y el calentamiento global, y comenzaron a observarse extensiones de coral con blanqueamiento masivo por falta de microalgas.

Que la superficie del mar estaba a 32 grados, igual que a los 20 y 30 metros de profundidad debido a una crisis planetaria, que una onda marina de calor en tierra dura unos días, pero en el mar hasta 14 meses y en Acapulco se mantuvo 10 meses, aún en el día de Otis.

Advirtió que si la temperatura aumenta 1.5 grados, entre el 70 y 90 por ciento de los arrecifes de corales van a desaparecer.

Criticó que todo se mide con satélite, con boyas que no son de México, y dijo que como parte del trabajo en coordinación con los investigadores se ha colocado hasta un mes un sensor submarino de temperatura, con resultados que otros institutos están solicitando para publicaciones.

Alfredo Zárate añadió que en John la temperatura del mar disminuyó y estaba a 17 grados, que hay una posibilidad de que un evento ciclónico sea muy alto por las temperaturas registradas, y que se busca por lo menos registrar datos también en la parte sur y norte del estado, para prevenir daños.

El ambientalista y articulista de El Sur Octavio Klimek Alcaraz señaló que sigue sin haber los suficientes puentes entre la política pública y la evidencia científica, que en Acapulco somos vulnerables, recordó tragedias como La Pintada, en Atoyac durante las tormentas Manuel e Ingrid, y advirtió que se prevé que en zonas como Costa Chica se incremente hasta 3 metros el nivel de mar.

Dijo que por eso es necesario formar especialistas desde distintas disciplinas para generar proyectos de mitigación, manejo de residuos, gestión de riesgos, del agua y la restauración ecológica. Habló de los posgrados que ofrece la UAG y convocó a la integración de redes para atender los problemas que la sociedad demanda.

Una joven de nombre Ruth presentó una narración de lo que vivió en el huracán, su temor e incertidumbre, criticó a las autoridades por su falta de preparación porque la mayoría de los ciudadanos desconocían la magnitud, la minimizó y esto dejó al descubierto lo frágil que somos.

Dijo que fue un gobierno neófita porque, pasadas la 9 de la noche y ante ningún protocolo, la ciudadanía quedó a su suerte, que las cifras de víctimas son cuestionables, hay un trauma colectivo, y se generaron los lamentables saqueos que dieron el tiro de gracia, asó como delitos.

El creador Manuel Maciel, quien presentó el viodeoperformance El Ente, expresó que el trauma es la respuesta que el humano tiene para articular lo que pasó, y destacó el trabajo desde el arte para generar procesos de resiliencia y liberar la energía contenida en las personas.

Opinó que se vive una etapa póstuma, una visión de extinción de la especie producto del cambio climático, la crisis del agua, la contaminación, resultado del sistema económico y social, al que no se cuestiona transformar sino adaptarse a él y criticó a las empresas que depredan la naturaleza.

En el panel también se presentaron los libros Otis en Acapulco Guerrero: vulnerabilidad socioeconómica y ambiental ante los impactos del fenómeno hidromeorológico; Resiliencia ante el huracán Otis: Lecciones aprendidas en la gestión del desastre en Acapulco, Guerrero; Por la reconstrucción y/o construcción de un nuevo Acapulco, cuyos contenidos se publicaron ayer en El Sur tras su exposición en el hotel Ritz.

Texto y foto: Yee Trujillo