12 abril,2018 7:43 am

A siete años, la agresión al dirigente perredista Guillermo Sánchez Nava, camino a la impunidad

La noche del 11 de enero del 2011, el entonces representante del PRD ante el IEEG, fue golpeado al punto de la muerte por priistas que destruían propaganda del candidato a gobernador Ángel Aguirre. Los detenidos ya fueron liberados bajo fianza, debido a que un juez reclasificó el delito de tentativa de homicidio a lesiones calificadas.

Texto: Zacarías Cervantes
Chilpancingo, Guerrero. A poco más de siete años de la golpiza que dejó en estado vegetativo al perredista Guillermo Sánchez Nava, entonces representante de la coalición Guerrero nos Une que impulsó la candidatura a la gubernatura de Ángel Aguirre Rivero, el caso está por cerrarse y los responsables materiales e intelectuales podrían quedar en la impunidad.
El asunto se ventila en la causa penal 80/2011-1, y de acuerdo al expediente que fue consultado, de hecho, los tres detenidos en junio del 2011 ya fueron liberados bajo fianza, debido a que el Juzgado Tercero del Ramo Penal que tiene el caso reclasificó el delito de tentativa de homicidio a lesiones calificadas.
La noche del 11 de enero del 2011, el entonces representante del PRD ante Instituto Electoral del Estado de Guerrero (IEEG), Guillermo Sánchez, fue salvajemente agredido por unos 30 brigadistas del PRI y trabajadores del Ayuntamiento, cuando les reclamó la destrucción de propaganda de la coalición Guerrero nos Une.
A consecuencia de la agresión, Sánchez Nava fue diagnosticado por el médico Marco Antonio Téllez Ramírez con traumatismo en grado III, hemorragia parenquimatosa frontal izquierda y su valoración es que clínicamente se encuentra en estado vegetativo, “únicamente con reflejos de bostezo, apertura ocular, sin responder a órdenes verbales”, y también estableció que “el paciente no tiene capacidad de valerse por sí mismo.
El pronóstico firmado por Téllez Ramírez, es que su paciente “puede durar meses o años en estado vegetativo”.
Mientras tanto, el proceso penal a cargo del Juzgado Tercero del Ramo Penal de esta capital, por medio del cual la familia de Sánchez Nava busca justicia, lo que implicaría la detención de los responsables materiales e intelectuales y la reparación del daño, se encamina a la impunidad.
En la revisión del expediente se encontró que el 11 de junio del 2011 fueron consignados tres de los presuntos responsables materiales: Antonio López Velázquez, Eduardo Sánchez Abarca, y Celso Manzano Flores por el delito de tentativa de homicidio en agravio de Sánchez Nava y por el que el juez les dictó auto de formal prisión, sin posibilidad de que salieran libres bajo fianza por la gravedad del delito.
Sin embargo, la defensa de los acusados interpuso varios amparos. Primero ante el Juzgado Primero de Distrito federal con sede en Chilpancingo y luego ante el Segundo Tribunal Colegiado de Circuito en Materia Penal y Administrativa de Acapulco.
Finalmente, esta instancia ordenó en el 2013 al Juzgado Tercero en Materia Penal la reclasificación del delito como lesiones calificadas.
Tras la reclasificación del delito el principal acusado, Antonio López Velázquez solicitó su libertad bajo fianza y tras el pago de 300 mil pesos salió libre, y quedaron presos por falta de recursos, Eduardo Sánchez Abarca y Celso Manzano Flores.
Sin embargo, a los tres meses de que entró la administración del actual gobernador Héctor Astudillo Flores, cada uno de ellos pagó una fianza de 100 mil pesos y también salieron en libertad.
Fuentes del Juzgado donde se lleva el caso, informaron que el caso está por resolverse a más tardar en unos tres meses, “ya está por cerrarse la instrucción para dictar sentencia en meses”, dijo la fuente sin que revelara en qué sentido se desahogaría la causa penal, sin embargo ve pocas posibilidades a favor de la víctima.
Consideró que el expediente se armó mal desde la averiguación previa a cargo del Ministerio Público, en donde, por ejemplo, se determinó que no había pruebas testimoniales o documentales para incriminar a quienes fueron señalados como responsables intelectuales, en éste caso el entonces candidato a la gubernatura de la coalición Tiempos Mejores para Guerrero, encabezada por el PRI, Manuel Añorve Baños, y el entonces alcalde priista de Chilpancingo y actual gobernador, Héctor Astudillo Flores.
Ambos personajes, fueron citados en la averiguación previa por los perredistas Misael Medrano Baza y la actual candidata a senadora por la coalición Por México al Frente, Beatriz Mojica Morga. Sin embargo el Ministerio Público no dio seguimiento a los señalamientos al considerar que no se presentaron elementos de prueba como testimoniales o documentales.
En una parte del expediente se lee que el viernes 10 de junio del 2011, (cuando era procurador Alberto López Rosas) fueron presentados cuatro detenidos sobre el caso Sánchez Nava: Iván Arizmendi Nava, Eduardo Sánchez Abarca, Celso Manzano Flores y Antonio López Velásquez.
Los tres primeros coincidieron en responsabilizar a Antonio López Velásquez, quien cuando ocurrieron los hechos trabajaba en la administración municipal de Astudillo Flores.
Según ellos fue López Velázquez, quien les ordenó la noche de los hechos la agresión a Sánchez Nava y que le quitaran el teléfono celular con el que filmaba la destrucción de la propaganda electoral.
Iván Arizmendi fue liberado horas después al ser exonerado de responsabilidad por sus propios compañeros detenidos.
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