Se enfoca en personas que han vivido enfrentamientos, violencia armada, violencia sexual y para quienes tienen problemas de salud mental derivados de la contingencia sanitaria por el nuevo coronavirus
Chilpancingo, Guerrero, 12 de junio de 2020. Debido a que la violencia continúa, aun con la epidemia que obligó a algunas comunidades a cerrar sus accesos para evitar el contagios, la organización Médicos sin Fronteras abrió un servicio de atención psicológica vía telefónica.
La atención está enfocada en personas que han vivido enfrentamientos, violencia armada, violencia sexual o para quienes tienen problemas de salud mental, derivados del problema del coronavirus.
Mariana Porfirio, integrante de la coordinación del proyecto, y María Fernanda Rodríguez, gestora de la actividad de salud mental de Médicos sin Fronteras, informaron que ante la imposibilidad de acudir personalmente a las comunidades, como lo venían haciendo hasta antes de la pandemia, la orientación psicológica la proporcionan vía telefónica desde mediados de abril.
Hasta antes de la propagación del Covid-19, las brigadas de Médicos sin Fronteras acudían a comunidades de cuatro de las siete regiones del estado, donde más han sufrido la violencia provocada por los enfrentamientos entre grupos armados: Tierra Caliente, Centro, Norte y Costa Grande.
Mariana contó que se trata de un equipo de médicos, enfermeras y personal de salud mental, que integran clínicas móviles, que por un periodo de tiempo visitaban comunidades para ofrecer servicios de salud primaria y salud mental a las personas que han vivido violencia.
Sin embargo, a principios de este año suspendieron sus actividades por la contingencia sanitaria del Covid-19.
Mariana explicó que hicieron un alto mientras analizaban cómo Médicos sin Fronteras podía apoyar en esta pandemia. También suspendieron porque muchas de las comunidades a las que llevaban sus servicios, cerraron sus accesos para evitar el contagio del virus y ya no podía entrar.
A su vez, María Fernanda Rodríguez informó que a mediados de abril decidieron instalar la Línea de Atención Psicológica, que es un servicio telefónico para todas las personas que viven en Guerrero, principalmente en las zonas donde venían trabajando, que son afectadas por la violencia.
“La persona llama por celular, teléfono de casa o por WhatsApp, y quien le contesta es un profesional en psicología. Quien llama recibe orientación terapéutica, dependiendo de lo que necesite, tal y como se realiza cuando estamos cara a cara”, explicó.
Contó que en lo que va del proyecto, han recibido llamadas de personas que vivieron situaciones de violencia, que tienen que ver con enfrentamientos entre grupos armados, “situaciones difíciles de violencia armada en el estado”, personas que han vivido violencia sexual, otras que han sido forzadas a tener relaciones sexuales; “también a quienes les han tocado su cuerpo sin su consentimiento o las han obligado a tocar el cuerpo de otra persona”.
Informó que también atienden casos de quienes les han hecho ver, hablar o les han dicho cosas con contenido sexual, sin que fuera de su agrado. En todos estos casos, les ofrecen orientación psicológica.
Pero, además, a raíz de la pandemia, Médicos sin Fronteras amplió su servicio para quienes tienen problemas de salud mental, “personas que están nerviosas, angustiadas, preocupadas por el coronavirus. Porque les preocupa mucho enfermarse, porque hay alguien cercano y sienten angustia, o porque ya están enfermos. Cualquiera de estos escenarios”, explicó.
“La gente debe saber cuándo y en qué momento debe pedir ayuda al psicólogo”, dijo, y agregó que hay gente se resiste acudir el profesionista, “porque creen que el psicólogo es para la gente que está loca, y no es así”.
Contó que con el proyecto de salud mental, se han encontrado con personas perfectamente normales, que tienen una vida común y corriente, “sólo que han vivido situaciones muy difíciles de manejar para ellos. Situaciones que los sobrepasan, que les abruman, que les hacen sentir miedo, angustia, sienten congoja. Han dejado de dormir normalmente como lo hacían antes, han dejado de comer, han dejado de hacer sus actividades que antes hacían”.
En Guerrero, dijo, se han encontrado casos de personas seriamente afectadas por la violencia en general y por la violencia armada, así como por la violencia sexual, “que golpea muy fuerte la salud mental de las personas de Guerrero”.
Añadió que ahora, recientemente, también están los casos por el problema del coronavirus, “que es muy difícil de sobrellevar para la generalidad de las personas”. En estos casos, orientan a las personas respecto a cuándo deben pedir ayuda.
Aclaró que al hacer las llamadas no van a hablar de lo que no quieran. “El psicólogo sólo les ayuda a buscar soluciones, a descargar todo lo que han venido sintiendo. Muchas personas nunca han hablado de lo que les pasó y cuando nos encontramos con ellas, en las comunidades, dicen que es la primera vez que cuentan su experiencia. Ahora les estamos dando la oportunidad que tengan ese espacio de alivio y de acompañamiento, por teléfono, y apoyo para buscar soluciones que les ayude a continuar con sus vidas sintiéndose mejor”.
Explicó que por el trabajo que ya han hecho en Guerrero, han logrado desmitificar la salud mental, que la gente cada vez más se les acerca cuando van a las comunidades. Ahora es esa gente la que les está haciendo llamadas, “porque saben que deben tratarse con un psicólogo, para resolver lo que lleva años o meses y que les está costando mucho sacarlo”.
Dijo que, sin embargo, con el problema del coronavirus ahora no pueden llegar con esa gente, debido a que las comunidades cerraron los accesos “y no tienen un psicólogo cerca, en su comunidad o región; y, sin embargo, los eventos de violencia continúan, siguen siendo una realidad en Guerrero. Por eso nos preocupa que la gente nos conozca, que sepan de este servicio telefónico, que sepan que es gratuito y confidencial y que puedan acercarse más de lo que están haciendo”.
Informó que a partir de que abrieron el servicio vía telefónica, la mayoría de las llamadas que han recibido son de la región Centro, aunque también han recibido algunas de Costa Grande y Tierra Caliente, de los lugares que han visitado azolados por la violencia armada.
Otro dato que dio fue que entre el 90 y 95 por ciento de las llamadas son de sobrevivientes de hechos de violencia armada o violencia sexual.
Insistió en que las llamadas son confidenciales y que lo que conversan con su psicólogo por teléfono “va a quedar entre los dos. Nadie se va a enterar de lo que se conversó”.
Informó que la atención es de lunes a viernes, de 8 de la mañana a 5 de la tarde, y que el servicio y las llamadas son gratuitos, “no necesitan saldo para comunicarse”. Para llamadas por teléfono celular o línea de casa, el número es el 800 726 24 66 y para llamadas vía WhatsApp el 5512725919.
Texto: Zacarías Cervantes / Foto: Archivo
