Acapulco, Guerrero, 9 de abril de 2022. El obispo de Chilpancingo- Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, opinó que Acapulco es una de las ciudades más violentas, junto con Chilpancingo, Iguala, Huitzuco y hay una gran descomposición social, al tiempo que dijo: “no veo una solución”.
En declaraciones en Acapulco, donde se realizó una misa en la catedral Cristo Rey, por invitación del ex gobernador Rogelio Ortega, el obispo dijo que el gobierno de Morena en el estado y municipio “nos hicieron una montaña de promesas que todo iba a estar bien, pero lo que escucho a esa señora Abelina, en la opinión de la gente, no le está yendo muy bien”.
Cuestionado sobre las declaraciones del gobierno municipal sobre que los índices delictivos han bajado, el obispo respondió: “me pongo contento que hayan bajado la cuestión de la mortalidad aquí y ojalá que ya no consuman tantos carbohidratos y que el sol no les pegue tanto”.
Respecto al caso de los normalistas desaparecidos y el adelanto del presidente Andrés Manuel López Obrador de que pronto dará un informe, el obispo comentó que “mientras no se esclarezca lo de Ayotzinapa esto será como una llaga para Guerrero y una vergüenza a nivel nacional y ojalá pronto se conozca la verdad”, y deseó que no sea sólo propaganda electoral.
De la consulta sobre los pueblos indígenas y afromexicanos opinó que se debe preguntar a las personas para que no sean “meros madruguetes”.
Además, se declaró en contra de la iniciativa de la gobernadora Evelyn Salgado para aprobar los guardias comunitarios y advirtió: “que se vayan con mucho cuidado porque van a estar aprobando una ley a beneficio de los delincuentes”.
Texto y fotos: Aurora Harrison
