Anituy Rebolledo Ayerdi
Cine Playa de Hornos
La cuarta Reseña de Acapulco tendrá como única pantalla la del cine Playa Hornos, y será del 22 de noviembre al 16 de diciembre de 1961.
Haber lanzado a la Reseña de la fortaleza de San Diego tuvo un reproche generalizado para el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INHA) cuya justificación será comprensible. Se refirió ésta a las afectaciones seriadas de los cimientos de la fortaleza, provocadas por la insuficiencia de servicios sanitarios. No faltarán chistes callejeros llamando a los reseñistas “miones” y “cagones”.
La noche inaugural, en el Playa Hornos se estremecerá con la presentación de la película japonesa Yojimbo, del director Akira Kurosawa, en la que Toshiro Mifune logra una actuación considerada entonces entre las mejores de la historia del cine. Minutos antes de iniciarse la proyección, en la entrada se escuchan voces altisonantes. Alguien se ha sentido humillado y reclama con energía: “Este boleto dice con letras mayúsculas PASE DE CORTESÍA y es exactamente lo que estoy exigiendo, ¡cortesía!”.
Se trata de don Lamberto Alarcón, administrador de la Aduana Marítima de Acapulco, maestro y poeta chilpancingueño muy respetado. Sorprende que sus maneras suaves estén de tal manera alteradas . No se mueve de la entrada rechazando las tardías cuanto fingidas explicaciones de porteros e inspectores. De pronto, una dama aparece en escena:
–¡Pero si es usted querido maestro Alarcón! Aún sin conocer lo que ha pasado le pido mil disculpas, maestro . Usted sabe cómo son estas cosas… ¡Cuanto tiempo sin vernos, querido maestro, ande, pase usted por favor, tenemos mucho que platicar! Alarcón toma a la dama del brazo para internarse a la sala.
–¡Es Carmelita Baez!, poeta michoacana, nueva directora de Cinematografía y hoy a cago de la Reseña, –la identifica un periodista.
La pantalla
El aforo del Playa Hornos era dos veces el del Fuerte, lo que asegurará una mayor presencia de cinéfilos porteños. Circunstancia que permitirá conocer la respuesta inmediata sobre el llamado cine de autor, particularmente de la francesa nouvelle vague.
Dos muestras de esta nueva ola, La noche, de Michelangelo Antonioni y El año pasado en Marienbad, de Alain Resnais, estarán entre el abucheo casi general y el aplauso frenético de una minoría intelectual. A la larga ambas se impondrán cuando sean clasificadas como obras maestras del Séptimo Arte. Es más, El año pasado en Marienbad figura hoy entre las mejores películas de todos los tiempos.
Precursor en América Latina de los más modernos sistemas de proyección –70 milímetros y sonido estéreo Dolby– la sala de don Germán Quiroga recrea espectacularmente las imágenes y el sonido de Ánimas Trujano, cinta mexicana actuada por Toshiro Mifune y dirigida por Ismael Rodríguez. “La versión samurái de un indígena zapoteca”, dirá de ella el severo crítico Jorge Ayala Blanco. Otras: Los bandidos de Orgosolo, de Italia; La isla desnuda, de Japón; El pícaro y el buen Dios, de Alemania; El rostro impenetrable, de Estados Unidos; Todo comenzó en sábado, de la Gran Bretaña; El cielo despejado, de la Unión Soviética; El hijo del hombre, de Argentina; y el Día en que los árboles florean, de Checoslovaquia.
El escenario
Silvana Pampanini, sex symbol del cine, vuelve a la Reseña para provocar deseos impuros con sus orgullosas turgencias y su cintura de avispa. Sonríe y agradece la sonora sinfonía de silbidos del público varonil. La acompaña Vittorio De Sica, una de las más grandes personalidades del cine universal, autor de Ladrones de bicicletas y ganador de tres premios Oscar de la academia estadunidense. También, Karl Malden, John Saxon, John Gavin y Ernest Borgnine, futuro esposo de Katy Jurado.
La quinta
La Quinta Reseña de Acapulco vuelve a la fortaleza de San Diego, programada del 22 al 7 de diciembre de 1962, inauguración pospuesta dos días por el asesinato del presidente John F. Kennedy, en Dallas, Texas. Por ello, la ceremonia del 24 se abrirá con un minuto de silencio a la memoria del mandatario estadunidense y la pregunta generalizada ¿Cómo pudo pasar esto en un país como Estados Unidos?
En el escenario, hermosas, Irene Papas, de Grecia; las italianas Eleonora Rossi Drago y AlidaVali (filmará en México El hombre de papel, con Ignacio López Tarso) y Carol Baker de Estados Unidos.
Las películas
Amor sin barreras (ganadora del Oscar estadunidense en 1961 y calificada como una de las 10 mejores cintas musicales de la historia del cine); La infancia de Iván (Unión Soviética); Electro (Grecia); Una mujer para dos (Francia); Divorcio a la italiana y Crónica familiar (Italia); La celda olvidada (Estados Unidos) y El pagador de promesas (Brasil). México presenta El ángel exterminador, de Luis Buñuel y Tlayucan, de Luis Alcoriza, ambas en la lista de las 100 mejores películas mexicanas).
El banquete
Luego de la conmoción política vivida en la entidad, el nuevo gobernador ha designado como presidente del Consejo Municipal de Acapulco al litigante Canuto Nogueda Radilla, un personaje singular que responde a los apodos de Rey del Amparo y Rey de la Guaca (burla, mentira). Quien se verá en apuros cuando se le ordene ofrecer una cena a los reseñistas, “estando la tesorería municipal, decía, como La magnífica, esto es: “sin cosa alguna”.
Llevada la moción al Cabildo y en aras de ahorrar, los ediles harán las propuestas más disímbolas. Mientras una regidora ofreció cocinar un rico aporreadillo de San Jerónimo, con arroz y tortillas de mano; el edil de Agricultura propuso una entrada con rodajas de pepino y jícama con chile piquín, sin faltar un rico pozole de La Chilapeña. La última palabra fue la del alcalde en el sentido de que el menú lo decidiría un chef francés amigo suyo. Ante este rechazará acompañar el pollo frito con vino porque, de hacerlo, los empleados del Ayuntamiento se quedarían sin aguinaldo.
Llega la noche del 24 de noviembre. El escenario de la cena es el muelle de los yates de recreo. El mobiliario pertenece a la Coca Cola cubiertas las mesas con papel de china. La principal es ocupada por las actrices italianas Irene Papas y Alida Valli, la directora Carmen Báez, el licenciado Miguel Alemán, Mario Moreno Cantinflas y el alcalde. La hora del postre, que no lo hay, es utilizado por el cómico para pedir la palabra con el personaje de Cantinflas:
–Señor alcaide de Acapulco… no está usted para saberlo, pero yo sí para decírselo: Y es que el chicken se le encogió, seguramente por la fréida, y la ensalada rusa le salió comunista por agria. Pero usted no se me despreocupe, mi buen cherifé, yo ya mandé por las tortas.
Las tortas
¡Y que van llegando las tortas!, y una nueva carcajada invade el lugar.
Las bolsas que las contienen revelan que son de la famosa tortería Ricardo. Los propios meseros las reparten.
El alcalde no tendrá más que entrarle al jelengue:
–¡Admirado Mario, te cambio una de milanesa por una de chile relleno!
–¿Qué pasó mi buen Canuto?… ¿Acaso me quieres empachar?…Oye ¿me permites hablarte de tú?
–¡Por supuesto que sí, Mario!
Cantinflas se pone de pie nuevamente para hacer un llamado de atención a todos los torteros.
–Deseo hacer una confesión, tardía, pero confesión. Va en serio. Confesarles que acabo de descubrir que mi éxito como cómico hubiera sido mucho mayor si en lugar de Cantinflas me hubiera llamado Canuto!
–¡Falta de confianza, mi querido Mario –reacciona Canuto– si quieres te lo cambio y sin mochada! Ríe aunque su semblante dibuja una mentada de madre tan profunda como la bahía.
THE END
Anituy Rebolledo Ayerdi, Acapulco cinematográfico X,
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