Mar de mis siempre azules,
ciudad interna de calidez profunda,
decisión incuestionable de vida,
tierra adoptada de sueños mortalmente vivos.
Militancia y dogma y militancia,
causas colectivas: universidad, colonias,
18 de octubre ’83, paro colosal
Anfiteatro y 13 de marzo de las y los vulnerables,
UEG, ACG, CGCPA, ACNR,
15 de noviembre ’83: reprimir y destruir
cárcel e impotencia, solidaridad extrema,
libertad preciada, libertad tan sola.
Puerto en donde encallan recuerdos infinitos,
libertario y lunático encuentro de mí,
esposo en prematuro vuelo,
madre de inmaduras ilusiones,
preciosas hijas nacidas de imperfecto ser,
amante intenso de culpas irresueltas,
El Sur resistiendo,
trópico y nietos, marea y cielo.
Dolor eterno dolor,
búsqueda perenne de amados ausentes,
atrocidades verde olivo,
crimen, barbarie y horror inenarrables,
fosas clandestinas pobladas de utopías rotas,
madres, colectivos, fuerza, ejemplo,
abusos e injusticias perpetuas
Acapulco me hizo
amistad y hermanas,
remanso amoroso,
pasión desbordada,
sexo exquisito, puro y libre,
espíritu de poeta descubierta,
sensualidad sin prisa,
sempiterno amor de mielmar,
existencia plena.
Tragedia tan profunda y cercana
acaso impertérrita,
noche infernal que secuestró las vidas,
desamparo colectivo e individual,
perder, morir, renacer
consigo y con otras,
dolor de tanto doler duele,
esperanzas, certezas
paridas por la estirpe.
Acapulco he sido,
Acapulco porvenir seré.
31 octubre, 23
Eliana García
