Ciudad de México, 15 de octubre de 2023. La sonrisa se sale de su rostro y sus ojos brillan como dos soles cuando escucha esa palabra que la hace volar: NASA.
Denisse Ruelas está a unos dólares de cumplir una de las metas que se planteó hace un par de años, cuando entró al Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá), Jalisco, a estudiar la Ingeniería en Nanotecnología.
“Una amiga me contó que había la posibilidad de ir a la NASA y ese fue mi propósito, dije ‘voy a ir’ y desde primer semestre, cuando mis profes hablaban sobre recubrimientos para las naves y cosas así, las anotaba en mi libreta, y llegó el momento de hacer el trámite”, recordó.
Hizo un ensayo con sus propuestas, dio sus porqués de querer ir y tuvo un par de entrevistas en español e inglés.
“Mi propuesta son los recubrimientos para las aeronaves con nanomateriales, hacer semiconductores que hacen que los materiales termodeformables duren más de lo que duran actualmente, ya que es una problemática que actualmente tiene la Agencia, mi propuesta es cómo hacer que duren más”, subrayó.
Denisse fue seleccionada entre miles de jóvenes de todo el mundo que concursaron por uno de los 75 lugares para ir a la Agencia Aeroespacial de Estados Unidos.
“Fue una convocatoria en todo el mundo y solamente fuimos seleccionadas 75 personas, entre ellas yo”, indicó.
Como la mayoría de los niños, Denisse soñaba con ser astronauta e ir al espacio y aunque falta mucho para cristalizarlo, en su visita a la NASA tendrá una probadita.
Y es que como parte del programa, recibirán el entrenamiento que un astronauta recibe antes de un viaje espacial.
“Desde chica me ha gustado todo lo del espacio y la ciencia (…) nos van a entrenar como astronautas, mis expectativas son grandes, me causa mucha felicidad y bucear como entrenan a los astronautas para la presión o manejar las naves o también los astronautas que han ido al espacio; nos dan conferencias.
“Nos van a dividir en equipos, nos van a dar un proyecto y tenemos que trabajar en eso y el proyecto ganador se va a ir a la estación espacial”.
Denisse ya tiene el boleto para entrar a la NASA, pero ahora necesita el dinero para pagar el programa, así como los vuelos y un par de días de hospedaje.
Ya se acercó, dijo, a su alma máter, la Universidad de Guadalajara, que le pagará los boletos de avión y el 20 por ciento de los 4 mil dólares que cuesta el programa.
“Todavía me falta, estoy haciendo y vendiendo galletas para poderlo completar, mis galletas las vendo en CUTonalá, también hago entregas en Prepa 5, en Miravalle y a veces en el Cerro del Tesoro”, mencionó.
La joven está entusiasmada y aunque su objetivo es especializarse en nanomedicina, no quita el dedo del renglón en tomar ese giro que la lleve a trabajar de planta en la NASA y, por qué no, ser astronauta.
“Si la vida me lo permite sí quiero ser astronauta, quiero irme a nanomedicina, es mi plan de vida, pero si en esto se va por otro camino, yo estaría feliz, me encantaría irme a la Luna y todo eso, estoy dispuesta a cualquier cambio que haya en mi vida”, agregó.
Y ella sabe de los giros del destino, pues originalmente quería ser Química, pero, debido a la pandemia por Covid-19, escuchó todas las clases que tomaba su hermana, quien también optó por la Nanotecnología.
Texto y foto: Agencia Reforma
