De manera simultánea, otro grupo de fieles católicos hace una procesión con las imágenes de la iglesia como se hizo en años anteriores durante la pandemia
Acapulco, Guerrero, 30 de marzo de 2024. Con la participación de cientos de personas, y retomando la tradición de encarnar personajes –suspendida durante la pandemia–, ayer viernes al mediodía se llevó a cabo el tradicional viacrucis de la colonia Santa Cruz.
Encabezado por el Cristo, el desfile recorrió las 14 estaciones en medio de rezos y pedimentos de la multitud que lo acompañó a pesar del calor y luego del impacto del huracán Otis, dando muestras de que su fe se renovó.
Así lo aceptó la señora Martina Gálvez, ama de casa de la colonia, quien acudió al viacrucis para pagar una manda luego del huracán; “nos fue mal, pero salimos todos vivos”, dijo.
De igual forma se expresó el señor Federico Hernández, comerciante, quien recordó, durante el huracán pidió a Dios que lo cuidará “y ahora hay que cumplir”.
Poco después de las 12, el desfile de poco más de 100 participantes (entre romanos, judíos y comparsas) inició su camino desde la parroquia de la Santa Cruz y anduvo sobre la avenida del mismo nombre, entre puestos de comida y de venta de artículos varios, sumándosele en el trayecto centenares de fieles en medio de un mínimo dispositivo de seguridad y vialidad.
Una a una, las 14 estaciones fueron escenificadas durante el recorrido que continuó sobre la avenida Constituyentes, dando vuelta sobre la avenida Palma Sola, pasando por el colegio Simón Bolívar y hasta donde está la cancha del mismo nombre, justo a un lado de donde se iniciaron los trabajos para instalar ahí un cuartel de la Guardia Nacional.
A pesar del cansancio, los golpes y el calor, Cristo, personificado este año por Gerardo Manuel Vélez, de 24 años de edad, recorrió la distancia para llegar y ser crucificado ante poco más de mil 500 personas que finalmente lograron asistir al acto.
“Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”, “¿Dios mío, porqué me has abandonado?”, “Padre, en tus manos encomiendo mi alma”, las frases icónicas que se escucharon durante la última escena del viacrucis que concluyó alrededor de la 1 y media de la tarde.
Por su parte, Reyes Pineda Tenorio, director de este viacrucis, recordó que ésta es una tradición que tiene ya 52 ediciones “y en la que participan muchachos que sirven de una u otra manera a la Iglesia, dentro de la parroquia y no sólo la de Santa Cruz sino de otras de aquí de Acapulco”.
Tras celebrar el éxito ante la gran concurrencia de gente, quien es miembro de la comunidad San Pablo, aceptó que tras el impacto de Otis en Acapulco esta ocasión vio más feligreses, “probablemente porque vino a pagar una manda”.
Por otro lado, y de manera simultánea, otro grupo de fieles católicos hizo una procesión con las imágenes de la iglesia de la Santa Cruz –como se hizo en años anteriores, durante la pandemia–, procesión que recorrió el camino original que se extiende hasta la avenida Panteón Viejo para terminar en la iglesia con una misa.
Texto y foto: Óscar Ricardo Muñoz Cano
