19 abril,2024 4:31 am

Ali Smith: revelar la primavera interior

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Adán Ramírez Serret

Ali Smith (Inverness, 1962) es una autora británica que suena para el Premio Nobel. Sucede que su escritura mezcla elementos que la hacen particularmente confrontante y original, pues por un lado es una obra comprometida, escribe sobre asuntos sociales como el activismo por los derechos laborales y sobre temas políticos como el Brexit; al mismo tiempo que construye una obra planeada como un diseño arquitectónico, ya que se ha hecho célebre por su tetralogía sobre las estaciones del año llamada Cuarteto estacional.
Hasta ahora he leído Otoño  y me pareció una novela melancólica, ligera y muy literaria, con una prosa casi táctil y personajes que parecen seguir viviendo fuera de las páginas del libro. Y recientemente leí Primavera que me ha resultado deslumbrante por la capacidad de tocar diferentes asuntos en una misma trama que, por momentos, apenas y se rozan las historias. Todos tratados de manera original, revelando primaveras sorpresivas.
Una de las tramas es la de Brit, una joven activista que, de manera natural, casi mágica logra en las empresas lo que nadie: baños limpios y mejores condiciones laborales en general. Lejos de un conservadurismo la activista no vive en un mundo puro, sino más bien sabe con quienes trata, dice: “qué más da, si al final nadie va a escuchar ni le importa lo que piensen los demás, a menos que piensen y crean lo mismo que ellos”.
La otra historia sucede a manera de marco, pues otros personajes la leen, es la historia de amor, momentánea, intelectual y apasionada entre la escritora neozelandesa Katherine Mansfield y el poeta bohemio Rainer María Rilke, quienes se encontraron en Suiza y vivieron un amorío, y lo mejor es que una dejó sus diarios de esos días, en donde estaba con tuberculosis, moribunda, pero con un gran sentido del humor resaltado por una brutal inteligencia; y el otro que dejó hermosos poemas de esos días. Todo esto lo sabemos por uno de los personajes, Richard Lease, quien leyendo un guion, diarios y poemas se entera de todo esto. Es la historia de un hombre, Richard, que recientemente ha perdido a su mejor amiga. Es aquí en donde la novela se vuelve fenomenal. Pues el duelo normalmente es vacío y doloroso, pero Smith tiene la fuerza de transformar estos sentimientos. Lo hace cuando el personaje comienza a leer cartas de esa mejor amiga perdida y recuerda sus momentos juntos. El sentido del humor ante todo era el centro de su amistad; en ser siempre lo suficientemente listos para no tomarse en serio. Recuerda el personaje, por ejemplo, las veces en que su amiga y él llegaron a tener sexo. La primera vez fue la experiencia tan mala que tuvo que pasar mucho tiempo para que se volvieran a animar; y la segunda vez fue muy buena y por consecuencia decidieron no arruinar ese buen recuerdo volviéndolo a hacer.
La novela va reconstruyendo una amistad, esos momentos tristísimos que pueden convertirse en alegría cuando se recuerda la originalidad de una persona. El personaje recuerda una etapa triste de su vida cuando no podía ver a su hija, a lo cual su mejor amiga le dijo que hiciera como si estuviera con ella, que fuera al teatro, al cine y al zoológico como si la llevara, aunque fuera solo. Al principio le pareció una locura, pero se sorprendió que funcionara: hacer cosas para su hija, y la idea de su presencia, sin que ella estuviera físicamente, lo ayudó muchísimo, al grado que mientras recuerda a su mejor amiga está charlando con la versión imaginaria de su hija que es parte de su presente.
La escritura de Ali Smith está lejos de los lugares comunes, talento infrecuente que sólo tienen plumas maestras para tocar la realidad, mostrarla y aún lo mejor: encontrar la luz en lo oscuro, la alegría en la tristeza; desdoblar la primavera interior que habita en la originalidad para contar una historia.

Ali Smith, Primavera, Madrid, Nórdica, 2021. 279 páginas.