Crear sin miedo es una revisión de su obra y una reivindicación de la artista, que se exhibirá en la Casa del Lago, de la capital del país, a partir de este viernes
Ciudad de México, 28 de septiembre de 2023. Crear sin miedo, título de la exposición dedicada a la fotógrafa mexicana Lourdes Grobet (1940-2022) en la Casa del Lago constituye no sólo una revisión a su obra, sino también un homenaje y una reivindicación que define el trabajo de la artista fallecida el año pasado.
Víctor Muñoz, quien integró junto con Grobet y otros artistas el Grupo Proceso Pentágono, y funge ahora como curador de la muestra de la mano de Beruz Herrero, jefe de Artes Visuales y Museografía del recinto sede de esta exhibición, relata una anécdota que refleja el carácter libérrimo e irreverente de la artista:
“A finales de los años 70, fue enviada por sus maestros a Inglaterra para hacer fotografía de paisaje con tecnología para color. A ella no le gustaba el color del paisaje inglés y decidió, con sus hijos –quienes estaban de vacaciones– pintar con pintura de agua las piedras del campo inglés y fotografiar entonces esas piedras de colores. Pero tenían dueño, y cuando apareció, llamaron a la policía y llamaron al siquiátrico. Vivió un momento muy difícil con este ejercicio”, relata Muñoz en entrevista.
Años después, en México, Grobet retomó el ejercicio, pero en el paisaje mexicano, sin que nadie la persiguiera.
Piedras de colores constituye uno de los proyectos presentes en Crear sin miedo, un recorrido expositivo por medio siglo de trayectoria de la artista, nacida en la Ciudad de México en 1940.
“Lo que queremos mostrar en Casa del Lago es que su obra y su trayectoria revelan a una artista que, tal vez un poco adelantada, perfila los elementos básicos del arte contemporáneo.
“Sostenía, por ejemplo, que no le interesa hacer fotografías, sino hacer proyectos. Este dato es muy interesante porque, en efecto, su obra está empeñada en proyectos, y es decir, en conjuntos mucho más amplios, algunos de ellos de carácter documental”, expone Muñoz.
Ejemplo de esta producción documental, que expresa también la inquietud y el talante experimental de Grobet, son sus extensas serie sobre la lucha libre o el dedicado a registrar el trabajo del Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena (LTCI), fundado por María Alicia Martínez Medrano, presentes también la muestra, a inaugurarse mañana.
“En el caso de la lucha libre, convivió con los luchadores, conoció a sus familias, estuvo al lado de ellos durante muchos años, logró su confianza y que le permitieran ir a sus casas o a sus trabajos habituales.
“Y en el caso del Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena ocurrió algo semejante. Llegó en el año 83, invitada a Oxolotán (Tabasco), para ver la puesta en escena de obras del teatro campesino y quedó maravillada, tanto que decide acompañarlos a lo largo del tiempo, más de 20 años.
“Este proyecto le entusiasmó mucho”, advierte Muñoz.
“Recuerdo que me hablaba con mucho fervor de él, porque veía en la apuesta del teatro comunitario las posibilidades de que la comunidad y los participantes tomaran conciencia de sí, es decir, que se asumieran como sujetos capaces de decidir, de hacer, de estar presentes en la vida comunitaria y en la vida social. Eso no cualquier proyecto lo logra”.
Otra iniciativa integrada en la exposición es Nuevo Hombre de Bering, al que se dedicó los últimos 20 años, hasta su fallecimiento.
“A partir de una conversación con una queridísima amiga de ella, llegaron a la conclusión de que había que retomar la idea de cruzar el estrecho de Bering, pero al revés, es decir, cruzado en reversa, porque las cosas no habían salido bien a lo largo de miles de años.
“Se dio cuenta de que había una frontera infranqueable entre Estados Unidos y la Unión Soviética, en la época de la Guerra Fría, que dividió a la comunidad del estrecho y pasaron 30 o casi 40 años en los que ni de un lado ni del otro tenían noticias de sus familiares. Ella trabajó mucho este tema e hizo dos documentales sobre Bering, que vamos a mostrar, porque son de una fuerza profunda sobre el mundo contemporáneo”.
Dentro de este proyecto, la artista propuso la reunión de las familias y logró, de un lado y de otro, estadunidense y ruso, acercarlas. Y establecieron incluso contacto físico, destaca Muñoz.
Para la muestra, el fundador del Grupo Proceso Pentágono y Beruz Herrero exploraron también el archivo de la artista y hallaron, entre otros materiales, recortes de prensa que arrojaron luz sobre los temas que le interesaban.
Aunque Muñoz mantuvo una amistad de 40 años con la fotógrafa y conocía la mayoría de sus inquietudes, esa información clarificó las coordenadas de su pensamiento.
“Si bien no fue una artista que hiciera propaganda o fotografía política, siempre tuvo la preocupación por los movimientos sociales, particularmente los campesinos y el movimiento zapatista, entonces para mí fue un hallazgo, porque me ayuda a corroborar una parte de su pensamiento que yo ya conocía”.
Además, enfatiza Muñoz, Grobet fue siempre impulsora de la participación colaborativa, como lo demostró en el Grupo Proceso Pentágono, un colectivo de artistas que destacó por su carácter contestatario ante las políticas de estado en la década de los años 70 y principios de los 80.
Dividida en tres ejes temáticos principales –archivo, experimentación visual y luchas en familia–, Crear sin miedo abarca distintos espacios de la Casa del Lago, ubicada en el Bosque de Chapultepec, y estará acompañada por una programación pública de ciclos de cine y charlas alrededor del pensamiento, la trayectoria y el quehacer de esta artista transgresora.
Estará en exhibición del 29 de septiembre al 10 de marzo, de miércoles a domingo, de las 11:00 a 18:00 horas, con entrada libre.
Texto y foto: Agencia Reforma
