3 mayo,2021 10:26 am

Alivia expo en el Museo de Cultura Populares crisis económica de artesanas en la pandemia

También pega la crisis sanitaria “muy duro” en lo físico y moral, señala la creadora de tenangos de Hidalgo, Susana Hernández

Ciudad de México, 3 de mayo de 2021. La maestra artesana Susana Hernández Núñez repartía su atención en terminar un bordado, enseñar a un par de jóvenes la puntada pata de gallo y atender a los clientes en el pequeño puesto del Museo de Culturas Populares.

Traía encima el desvelón: había salido a las 3:30 de El Dequeña, en el municipio hidalguense Tenango de Doria, para poder llegar a la expo-venta organizada hace unos días por el museo; pese a ello, el cansancio no ganaba a la emoción de poder salir a vender sus textiles bordados a mano, los famosos “tenangos”, por primera vez.

“Después de año y medio, es la primera salida que estamos haciendo”, dijo Hernández Núñez, una de las cinco artesanas invitadas por el museo a vender sus artesanías.

“Pasamos algo muy difícil. Yo creo que para todos fue algo muy duro tanto sicológico, físico, moral y económicamente, sobre todo”, lamentó.

Un periodo en el que, como mucha gente, debió buscar nuevas vías para sacar el trabajo adelante: desde recurrir a las redes sociales hasta crear nuevos productos.

“Ahorita con la pandemia, híjole, si no es por los cubrebocas que nos pusimos a hacer, hubiéramos salido en ceros”, estimó.

Y aunque medir la magnitud del golpe económico es difícil, calculó que a su hogar han dejado de ingresar alrededor de 8 mil pesos mensuales.

Para algunas familias esto podría ser un complemento al aporte de los hombres, no así para otras, que dependen al 100 por ciento de la remuneración de este trabajo, como en el caso de la maestra Alejandría Manilla Alarcón.

“Yo vivo con mis hijos, dependen tres niños de mí: uno en la universidad, uno en prepa y una niña en la primaria. El más grande quiere estudiar Medicina”, compartió.

Lo que le ha permitido salir adelante han sido encargos específicos, desde un simple diseño hasta alguna prenda más elaborada.

“Me han llegado a mi casa varios pedidos. Ya es ahí donde empiezo igual a generar poquito, de que les cobro 20, 30 pesos y así, dependiendo de lo que les dibuje. Y luego aparte, además confecciono; hago lo que son las blusas”, detalló.

Como apoyo del gobierno estatal han recibido alguna despensa, pero es difícil cubrir las necesidades de todas las familias dedicadas a esta tradición textil en la sierra Otomí-Tepehua; les ayudaría más buscarles mercado, “que nos apoyen a exportar”, subrayó Alejandría. Y combatir la reventa, que propicia la explotación de las artesanas y sube al triple el costo de sus piezas, pero no las beneficia a ellas.

“Compran en la comunidad por mayoreo. Y uno por vender o por la necesidad, pues les damos las piezas. Nos explotan”, denunció Alejandría.

Un único anhelo es que “ojalá y se acabara la pandemia, es lo que todos pedimos: que se acabe para poder seguir adelante”, dijo la artesana María Teresa Hernández Núñez.

Colaboremos, piden a empresas

Uno de los mayores retos que las artesanas bordadoras de tenangos han enfrentado en años recientes es la apropiación cultural y el plagio de su trabajo por parte de grandes firmas comerciales y del mundo de la moda, como Nestlé, Mango, Carolina Herrera o Louis Vuitton.

“Ellos se llenan las bolsas de dinero porque venden muy bien por la fama, y a nosotros como artesanos no se nos reconoce ni se nos da nada”, condenó la maestra Alejandría Manilla Alarcón.

Las autoridades de Hidalgo deberían evitarlo o, al menos, buscar un beneficio para las comunidades, opinó. “Por ejemplo, yo donde vivo (El Dequeña), carecemos de servicios; algunas calles no están pavimentadas”.

Las artesanas incluso se muestran a favor de una posible colaboración con estas marcas. “¿Por qué no hacernos la invitación? ¿Por qué no darnos trabajo? Yo creo que caminaríamos mucho mejor en conjunto, que ellos plagiando nuestros diseños. Y no se vale, porque ahora sí que también devalúan el trabajo del artesano”, dijo la maestra Susana Hernández Núñez.

La Secretaría de Cultura federal trabaja en una propuesta de instrumento jurídico vinculante que permita proteger a nivel internacional la propiedad intelectual de los conocimientos tradicionales de las comunidades indígenas, el cual presentará ante la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).

Texto: Israel Sánchez / Agencia Reforma / Foto: Agencia Reforma