7 agosto,2018 6:43 am

Amenaza Trump a países que negocien con Irán

Los iraníes afrontan con preocupación las sanciones estadunidenses, que entraron en vigor hoy martes, y con dudas el nuevo plan económico aprobado por el gobierno para paliar con la crisis y mitigar sus efectos.

Texto: DPA / EFE / Foto: EFE
Washington DC, 7 de agosto de 2018. El presidente estadunidense Donald Trump alertó hoy martes de las consecuencias de hacer negocios con Irán tras la entrada en vigor de la primera ronda de sanciones estadounidense contra el país persa, como consecuencia de la retirada de Washington del acuerdo nuclear.
“Cualquiera que haga negocios con Irán NO hará negocios con Estados Unidos. ¡Estoy pidiendo PAZ MUNDIAL, nada menos!”, escribió Trump en su cuenta personal Twitter.
Estados Unidos reintrodujo las sanciones contra Irán a la media noche de Washington (4:00 GMT), en un intento de incrementar la presión contra el país para negociar un acuerdo distinto al de 2015 y conseguir que Teherán cambie su política regional.
“Las sanciones ya han sido lanzadas oficialmente. Son las más dañinas impuestas nunca y en noviembre aumentarán a otro nivel”, tuiteó.
En esta primera fase Estados Unidos quiere impedir que Irán pueda comprar dólares o comerciar con oro y metales preciosos. También apuntó contra el comercio con determinados metales, materias primas y software industrial. Se vio afectada asimismo la importación de alimentos y alfombras iraníes a Estados Unidos.
En noviembre quiere apuntar contra el sistema bancario y petrolero del país. Por un lado, pretende reducir a cero las importaciones de petróleo iraní de otros países y por otro paralizar el servicio internacional de pagos con Irán. Ello haría muy difícil, por ejemplo, que empresas internacionales pudieran hacer negocios con el país persa.
El presidente iraní Hassan Rohani acusó a Trump de llevar a cabo una “guerra psicológica” contra su país. La Unión Europea está contra las sanciones y quiere proteger de las mismas a las empresas del continente que hagan negocios con Irán, con el objetivo de mantener el acuerdo nuclear.
El pacto fue firmado en 2015 entre Irán y seis países, Alemania, Reino Unido, Francia, Estados Unidos, China y Rusia. Contemplaba limitaciones y controles a la actividad nuclear iraní para impedir su acceso a una bomba nuclear a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales. El abandono de Washington del acuerdo en mayo suponía la recuperación de las sanciones suspendidas en el marco del mismo.

Preocupación e incertidumbre
en Irán por el regreso de sanciones

Del otro lado del mundo, los iraníes afrontan con preocupación la imposición de las sanciones estadunidenses, que entraron hoy en vigor, y con dudas el nuevo plan económico aprobado por el gobierno en Teherán para aliviar la crisis y mitigar sus efectos.
Aunque muchos ciudadanos afirmaron durante los dos últimos años que no sentían los beneficios del acuerdo nuclear de 2015 y el consecuente levantamiento de las sanciones internacionales, el regreso de las sanciones estadunidenses a Irán ha despertado de nuevo los temores ante los problemas económicos que sufre el país.
La carestía, la escasez de productos, la inflación y el aumento del desempleo son las principales preocupaciones de los ciudadanos, cuyo descontento estalló la semana pasada en protestas esporádicas en varias ciudades.
Antes de que Donald Trump anunciara su retiro del pacto nuclear y la reimposición de sanciones, la certeza de que esto iba a ocurrir ya creó incertidumbre y provocó una devaluación de la moneda nacional.
Cada nueva declaración sobre las sanciones o cruce de amenazas entre las autoridades de Estados Unidos e Irán estuvo seguido también por una mayor depreciación del rial, que ha perdido más de la mitad de su valor desde abril, fomentando el alza de los precios.
Faride, una mujer que cobra la jubilación de su marido fallecido, explicó a Efe que está “bajo mucha presión económica” y que debido a la subida de los precios el dinero que recibe “no da ni para la comida ni para llegar a fin de mes”.
“Me da vergüenza decirlo pero es que no me alcanza para mantener el nivel alimenticio de antes, ya no compro carne y muchos días preparo lentejas. No sé cómo va a evolucionar la situación con las sanciones”, se lamentó Faride, cuya familia es de clase media.
El precio de los productos lácteos se incrementó la semana pasada un 32 por ciento, mientras que el del pollo alcanzó los 110 mil riales, frente a los 70 mil de finales de julio.
La devaluación de la moneda ha dificultado también las importaciones, que ahora además se ven afectadas por las sanciones estadounidenses, que penalizan el comercio de productos como el oro y ciertos metales y prohíben la compra de dólares por parte del Gobierno iraní.
Mohamad, un dentista de 28 años de Teherán, dijo a Efe que ya no consigue ciertos productos y materiales y que de lograrlo es a “un precio mucho más elevado” y con un retraso de dos meses.
“La producción de artículos de odontología en Irán es muy escasa y de baja calidad. Importamos de Corea del Sur, Japón, Alemania, Francia y Suiza, entre otros”, agregó.
El dentista comentó que algunos de sus colegas han empezado a cobrar a sus clientes en divisa, mientras que en una de las clínicas en las que trabaja han tenido que rechazar clientes por no contar con los materiales necesarios para realizar el tratamiento.
Esta situación desesperada llevó a cientos de personas a protagonizar la semana pasada manifestaciones contra las políticas económicas del Gobierno, que en algunos casos han derivado en disturbios y en críticas contra el propio sistema de la República Islámica.
Para intentar solucionar los problemas económicos de la población y atenuar el efecto de las sanciones estadounidenses, las autoridades pusieron en marcha esta jornada un nuevo paquete de medidas, cuyo resultado es por el momento dudoso.
El gobierno anunció que el Banco Central seguirá ofreciendo el dólar al tipo de cambio oficial de 42 mil riales para la importación de alimentos básicos y medicamentos, mientras que los exportadores no petroleros venderán su divisa a otros importadores de bienes necesarios.
Al mismo tiempo se relajan las medidas que regulan la tasa de cambio del rial, lo que permitirá la reapertura de las casas de cambio, cerradas en su mayoría desde abril tras la imposición del tipo oficial.
Sin embargo, las casas de cambio del centro de Teherán permanecieron hoy en su mayoría cerradas y las pocas abiertas no compraban ni vendían divisa, mientras que los compradores ilegales en la calle ofrecían 85 mil riales por un dólar, según pudo constatar EFE.
Empleados de estos establecimientos indicaron que todavía no han recibido las ordenes del Banco Central de cómo actuar, dejando a los potenciales clientes con las manos vacías y expresando una retahíla de lamentos y quejas.