27 mayo,2024 8:40 am

América es Bicampeón con polémica arbitral incluida; derrota 1-0 al Cruz Azul con penal

 

Mientras los americanistas festejan su título número 15, los cruzazulinos y el resto de los antiamericanistas condenan la polémica decisión del árbitro Marco Antonio Ortiz

 

Ciudad de México, 27 de mayo de 2024. Henry Martín esta vez presumió los bíceps solo para levantar el trofeo del Clausura 2024 y del Campeón de Campeones, los dos que ayer ganó el América para encaminarse a ser un equipo de época.

Con polémica arbitral incluida, las Águilas derrotaron 1-0 (2-1 global) a Cruz Azul, en una lluviosa noche en el Estadio Azteca.

Mientras los americanistas celebran la 15, los cruzazulinos y el resto de los antiamericanistas condenan la polémica decisión del árbitro Marco Antonio Ortiz, quien al 70 marcó una falta de Rodolfo Rotondi sobre Israel Reyes, polémico penal bien acertado por el capitán Henry.

El otro héroe de la noche fue el portero Luis Ángel Malagón, con grandes atajadas a remates de Uriel Antuna, Ángel Sepúlveda y Rodrigo Huescas, este último ya en la compensación.

Cruz Azul se aferró a cábalas porque veía señales en esta Final, pero la realidad es que el América le ganó otra vez un título en el Azteca, con un portero michoacano en el arco y en una noche lluviosa de 26 de mayo, tal y como hace 11 años.

 

“Ámame más”

“Ámame más”, ese es el nuevo eslogan con el que los americanistas se enorgullecen del bicampeonato, del trofeo como Campeón de Campeones, del saber ganar Finales más que solo jugarlas, de imponerse otra vez al Cruz Azul y en otra Final -como era de esperarse- con polémica arbitral incluida.

Porque en un país tan polarizado el futbol no podía ser la excepción, porque hablar del América no admite términos medios.

Al minuto 70, a Rodolfo Rotondi se lo comió la ansiedad al perder el balón en zona de seguridad y después barrerse de forma imprudente sobre Israel Reyes. El árbitro Marco Antonio Ortiz no dudó en marcar penal.

Los que sí dudaron estaban en la cabina del VAR, por eso le sugirieron revisar la jugada ya que parecía que Reyes buscó el contacto. Qué brava decisión para un árbitro cuya familia fue amenazada en las horas previas por parte de fanáticos cruzazulinos que se habían sentido perjudicados en anteriores juegos. El Gato mantuvo la decisión.

Un jugador cruzazulino señalaba insistentemente a Kevin Mier que se lanzara a la derecha. El portero no hizo caso y optó por la intuición, fiel estampa de un equipo que le dio hasta un significado cósmico al número 33 y que creía que por fin había hecho las paces con la fortuna.

Solo que el partido de ayer no fue cuestión de suerte, porque el guion habría cambiado con mayor contundencia de Uriel Antuna, Ángel Sepúlveda y Rodrigo Huescas (este ya en tiempo de reposición), pero sobre todo de Ignacio Rivero, quien en lugar de reventar la pelota a la red la mandó a las gradas.

Porque más allá del polémico penal, que lo es, la jugada pudo evitarse si Rotondi no hubiera perdido el balón en zona de seguridad ante Alejandro Zendejas y si después no fuera víctima de la ansiedad.

El ambiente en el Estadio Azteca por momentos estaba tan gélido como el clima, hasta ese tanto de Henry, quien se quitó el jersey y presumió el 21 a los espectadores, como en aquella icónica celebración de Lionel Messi ante el Real Madrid, otro club que sabe de títulos y polémicas.

Ahora son los americanistas los que pueden atribuir un significado cósmico a imponerse en un partido en el que no fueron mejores que el rival, en el que apenas inquietaron a Kevin Mier antes del gol y en el cual la gran figura fue su portero Luis Ángel Malagón, michoacano como aquel que hace 11 años se coronó ante el mismo rival.

Las causalidades, dirán los americanistas, son aquellas que les presagiaban el título, como el que que uno de sus futbolistas tuviera presumiblemente una oferta del Medio Oriente (Quiñones, como Benítez en 2013), que la serie ante Cruz Azul comenzará en la Ciudad de los Deportes y cerrara en el Azteca, curiosamente en otra noche lluviosa de un inolvidable 26 de mayo.

 

Fiesta de campeón

André Jardine, técnico del América, repartió anoche más abrazos de los que nunca imaginó en su vida.

En cuanto sonó el silbatazo final que los colocó como bicampeones del torneo mexicano, cargó a varios de los integrantes de su plantilla, los estrechó de dos en dos, como a Jonathan dos Santos y Diego Valdés, le dio un ligero cariño en la cabeza a Cristian Calderón y le dedicó emotivas palabras a Igor Lichnovsky, que se portó a la altura a pesar de su escapada a la boda de Santi Giménez.

Los lesionados Kevin Álvarez e Ilian Hernández no se perdieron la celebración, el primero en silla de ruedas y el segundo con muletas, la sonrisa pintada en el rostro con la medalla al cuello.

Esperaron pacientemente en la banda y luego entraron para ser felicitados por el cuerpo técnico de Jardine y también por varios directivos del club.

El hombre más ovacionado de la noche fue el portero Luis Ángel Malagón quien recibió el tributo de la afición cuando le colocaron la presea de campeón.

 

Texto y foto: Agencia Reforma