18 diciembre,2023 8:21 am

América es campeón del Apertura 2023 y consigue el título 14 de Liga en su historia

 

Con goles de Julián Quiñones, Richard Sánchez y Jonathan Rodríguez, las Águilas derrotan 3-0 en tiempo extra a Tigres en la final de vuelta, 4-1 en el global. El partido estaba parejo, pero al minuto 80 llegó una expulsión rigorista del árbitro que dejó a los felinos con 10 jugadores y en la prórroga caen las anotaciones del equipo azulcrema

 

Ciudad de México, 18 de diciembre de 2023. Del odio al amor solo hay un paso: ¡la 14! Después de las lágrimas, de caer desplomados al césped como Diego Valdés y quedarse ahí vencido por la emoción, de los rezos, del júbilo, de un estadio Azteca hirviendo al grito de campeón, llegó la hora de recoger las medallas, de alzar el trofeo y ponerle así el broche dorado al Apertura 2023, que habría de darle el título a las Águilas del América.

Y así, de un plomazo, se olvidaron todas las penas.

Porque el Azteca cantó “¡olé, olé, olé, Layún, Layún!”, cuando al principio del juego no le habían perdonado los abucheos ni por su retiro, porque a Óscar Jiménez le llovieron aplausos cuando hace unos meses lo crucificaban, porque hasta el presidente deportivo fue ovacionado, aunque hace no mucho lidiaba con el #FueraBaños.

Jonathan dos Santos lloraba hace un año por la falta de oportunidades en el América (cuando en septiembre de 2022 anotó uno de los goles en el récord del club de nueve victorias consecutivas) y esta vez fue uno de los más ovacionados, tanto como Julián Quiñones y Valdés y hasta Igor Lichnovsky, ese futbolista al que los azulcremas veían como un jugador de desecho (porque los Tigres lo regalaron) y quien ayer secó a Gignac, el cual tendrá que esperar otro rato por el gol 200.

Mientras los futbolistas recogían su medalla, Jonathan Rodríguez se peleó con una autoridad que impedía al utilero entrar a la cancha a entregar las playeras con el estampado de campeón, pero hasta en esa discusión habría de ganar el América.

Hoy nadie recuerda ya que a Henry Martín muchos aficionados le rogaban aceptar la oferta de las Chivas de cara al Apertura 2022.

El capitán recorrió triunfante ese pasillo rumbo al templete, para invitar a Miguel Layún a levantar el trofeo mientras, como nunca, el himno del América sonaba justo en esa estrofa que reza “tú serás” y la gente completaba la frase al unísono con un estruendoso “¡el campeón!”.

Ya en el partido, con goles de Julián Quiñones, Richard Sánchez y Jonathan Rodríguez el América venció en tiempo extra 3-0 (4-1 global) a Tigres en el Azteca.

El Coloso tembló para celebrar al nuevo rey, al equipo que destronó a los felinos y evitó el bicampeonato, el capitalino que venció al club regio en una cada vez más candente rivalidad, el más grande de México y que goza con su “Ódiame más”. Ante 74 mil 954 almas, el América conquistó la Liga MX.

Y fue Raymundo Fulgencio el que tiró por el precipicio el trabajo de Tigres cuando fue expulsado al 80’ por un manotazo sobre Julián Quiñones. El cuadro regio, que rara vez pierde el control emocional, habría de enloquecer en tiempo extra.

Porque después de que Gignac detuvo los latidos de varios americanistas con un tiro de volea y de que Rafa Carioca hiciera lo propio al cimbrar el travesaño, el partido se iba sin goles, en parte también por las atajadas de Nahuel Guzmán, una de ellas en la volea de Diego Valdés y otra en un tiro raso, así como aquella falla de Quiñones con el marco abierto cerca del final de la primera mitad.

“No quiero que se vayan a penales porque ahí está Nahuel, la verdad es que es un buen portero”, dijo un fan antes de la prórroga. Ese fan no imaginaba que medio minuto bastaría para que Quiñones reventara la pelota dos veces, primero con la diestra luego de la atajada del Patón y después con la zurda para que hirviera el Azteca.

Cuando se validó el gol, Nahuel se llevó la amarilla por sus reclamos, grave error porque unos minutos después tacleó a Quiñones en un contragolpe y se ganó su pase anticipado al vestidor, aunque en el camino le dijera de todo al cuarto oficial y que preso de la ira despejara la pelota hacia las gradas.

El América se reunió como si el partido estuviera por comenzar, en círculo, para calmar las emociones, para desde la tranquilidad construir el gol que al 103’ habría de marcar Richard Sánchez o de Jonathan Rodríguez al 120’, ambos al ángulo.

Y en el Azteca ahora sí se sentían campeones, ya contra nueve rivales, con un mejor fondo físico, a la espera de ese silbatazo final para celebrar que hoy 17 de diciembre el más grande de México se llama América.

 

Texto y foto: Agencia Reforma