Integrantes del colectivo de restaurantes y negocios de comida Aislados pero Unidos señalan que las operaciones de verificación no se hacen conforme a derecho
Acapulco, Guerrero, 1 de octubre de 2020. Integrantes del colectivo de restaurantes y negocios de comida Aislados pero Unidos pidieron reunirse tanto con el gobierno municipal como del estado para conocer y analizar a detalle los protocolos de operación impuestos por la pandemia de Covid-19 y plantear algunas modificaciones con las que puedan trabajar.
Asimismo, señalaron que las operaciones de verificación hechas por las autoridades no se hacen conforme a derecho.
Ayer, en conferencia de prensa, el vocero del colectivo, Enrique Castro Soto, recordó que han sido respetuosos incluso aliados del gobierno para enfrentar la crisis sanitaria por el Covid-19, pero que es necesario un ajuste a los protocolos impuestos, porque aseguró, que al momento no pueden ni siquiera recuperar los costos de operación.
“Queremos pedirles una mesa de trabajo urgente al gobierno municipal, al gobierno estatal, con sus colaboradores cercanos en donde queremos analizar los nuevos protocolos descritos en el periódico (oficial) del gobierno estatal; no queremos negociar, queremos conocer y saber cómo operar”.
También, “queremos platicar de las visitas de verificación que están haciendo sus colaboradores a nuestros negocios, así como los escenarios económicos para el cierre de este año y para el próximo año que se vislumbra aun más difícil que éste”.
“De manera precisa queremos solicitar que los operativos y visitas de verificación sean en el ánimo en que nosotros nos referimos a ustedes: como aliados, como dos sectores que tienen que trabajar juntos para mantener empleos, como paisanos”.
“Tenemos la percepción de que los operativos efectuados en últimos días a distintos negocios de nuestro colectivo por parte de Protección Civil, Guardia Nacional, Salud y Reglamentos han sido alejados a la responsabilidad de revisar el cumplimiento de los protocolos; sentimos que han mostrado desinformación, falta de objetividad, de profesionalismo, pero sobre todo de sentido común ante una situación delicada en materia de salud, pero también en materia económica”.
Agregó que dichos operativos son “violatorios a nuestros derechos y al debido proceso al que debe ser sujeta toda sanción”, recordando que dichas sanciones parten desde una notificación y todo un proceso que aseguró, no se está haciendo.
“Somos los primeros interesados en cumplir, lo único que pedimos es que en caso de que se encuentre una observación en las visitas de verificación nos lo notifiquen y nos den la oportunidad de subsanarla”.
Asimismo, pidió que las operaciones se lleven a cabo “con una actitud propositiva y con procedimientos”, que los negocios puedan operar el horario que marcan sus licencias de funcionamiento previa autorización de las autoridades.
“Queremos solicitar un aforo de seis comensales por mesa y en casos excepcionales de ocho pues es difícil decirle a una familia de cinco, por ejemplo, que sólo cuatro se pueden sentar a comer”.
Castro Soto, en compañía del vicepresidente de la Región Centro de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac), Gabriel Mancilla Magallón, así como de otros miembros del colectivo que agrupa a más de 150 restaurantes y negocios de comida –que dan empleo a más de 3 mil 600 personas– aseguró “nuestra economía se está desmoronando; el 80 por ciento de nuestros negocios permaneció cerrado durante cuatro meses y significó un gran esfuerzo reabrir”
Al día de hoy, reveló, el 13 por ciento de nuestros negocios siguen cerrados, no han podido abrir, el 82 por ciento de nuestros negocios no ha podido recuperarse de las pérdidas que ha representado esta crisis, el 64 por ciento no está sacando sus costos de operación y con los protocolos impuestos es imposible sacar los costos y lo que más nos preocupa: el 62 por ciento expresa que en caso de volver a semáforo rojo les sería imposible reabrir”.
“Por eso necesitamos el apoyo para salir adelante de lo que podría vislumbrarse como una picada económica”.
Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano / Foto: Jesús Trigo
