25 noviembre,2021 4:26 am

Anayeli fue detenida en la comisaría de Joya Real porque se escapó para no casarse contra su voluntad

En esa comunidad na savi de Cochopa el Grande, la menor fue comprometida en matrimonio por su familia para un adolescente al que no conocía, a cambio de 200 mil pesos y se celebró una fiesta para sellar el acuerdo. Ella rompió el pacto, huyó de su casa y se refugió en la de un amigo. De ahí se la llevaron policías del comisario, que también arrestaron al joven que le dio protección y a los padres de él que la ayudaron. Los dos niños fueron liberados un día después por una comisión de funcionarios de gobierno con respaldo de policías y Guardia Nacional a llamado de Tlachinollan

Tlapa, Guerrero, 25 de noviembre de 2021. La cárcel fue el castigo para una niña de 13 años que rompió “la costumbre” de ser dada en matrimonio por sus familiares, sin su consentimiento en la comunidad de Joya Real, municipio de Cochoapa el Grande.

Anayeli durmió la noche del lunes en la cárcel de la comisaría municipal, luego de que fue detenida por los policías y el comisario en la casa de un adolescente de 13 años donde se refugiaba, quien también fue encarcelado junto con sus padres por “recibirla, sabiendo que estaba pedida”.

La huida de un matrimonio obligado

Anayeli comió la res que prepararon el domingo 21 de noviembre. Ese día se enteró que se casaría con un varón, de su edad, del cual desconocía hasta su nombre, porque sus familiares así lo habían pactado.

La comida selló el acuerdo de su matrimonio sin su consentimiento.  Con eso la apartaron porque los padres del varón no tenían los 200 mil pesos que convinieron, pero entregarían los primeros días de diciembre para que se la llevaran.

Las familias hicieron la fiesta privada para amarrar el trato.  Sin embargo, no contaron con que Anayeli no quería casarse y más con un desconocido y huyó de la casa de su mamá, con quien vivía porque es huérfana de padre, quien fue asesinado y eso dejó gastos que no pueden solventar.

De acuerdo a las versiones y los comentarios que hicieron las personas ante las autoridades, Anayeli se fue a refugiar a la casa de un joven de 16 años con quien mantenía una amistad y al parecer se gustaban. El menor la recibió con el consentimiento de sus padres.

Fue al mediodía del lunes 22 de noviembre que el comisario y sus policías llegaron a la casa de este joven para llevarse a Anayeli, a petición de la familia del varón, porque “ella ya estaba dada”.

Los policías no sólo se llevaron a los dos menores, también a los padres del joven por permitir que Anayeli se quedara en su casa cuando sabían que estaba comprometida. Los cuatro fueron encarcelados.

Los padres del varón con quien pretendían casarla reclamaron el por qué la recibieron si ya estaba comprometida y luego les dijeron que se quedaran con ella, pero que les devolvieran los 54 mil 600 pesos que se gastaron en la comida, lo cual aceptaron para quedar libres.

Pagaron su multa con el acuerdo de que volverían con el dinero para que liberaran a los dos menores, ya no lo entregaron porque ambos fueron rescatados con la denuncia anónima que obligó a las autoridades a acudir al lugar, el martes pasado.

Las personas que estuvieron en la comisaría señalaron a Anayeli “de ser una loca porque estando comprometida con uno se fue a meter a la casa de otro, lo cual no es bueno” y que la detuvieron “por la burla que hizo, por engañar”.

El director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, que intervino en la liberación de los detenidos, ante una petición de la comunidad, mencionó que Anayeli se fue a refugiar a la casa de un vecino, pero aceptó que la gente de la comunidad, para justificar el encarcelamiento en sus usos y costumbres dijo “que la menor se fue con el otro, lo cual estaba mal para una mujer”.

Una llamada anónima

El caso llegó a Tlachinollan por una llamada anónima la noche del lunes, declaró Abel Barrera, que buscó la intervención de las autoridades para verificar y atender la denuncia porque no se conocían datos precisos y la gente por temor no habla.

Barrera Hernández dijo que habló a la Fiscalía General del Estado y ahí comisionaron al fiscal regional para la Atención a Pueblos Indígenas, quien convocó a la Policía Estatal, Ministerial y a la Guardia Nacional para que acompañaran al grupo de abogados de Tlachinollan a la comunidad na savi de Joya Real, ubicada a unas seis horas de Tlapa aproximadamente.

A ese grupo se sumó la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero (Codehum), por medio de su delegado regional, Celso Vázquez Vivar y la síndica municipal de Cochoapa el Grande, Idelberta Moreno Flores y el asesor jurídico, con otra patrulla de policías municipales.

La comisión confirmó, como a la una de la tarde, cuando llegó a la comisaría, que estaban dos menores en la cárcel, una mujer y un hombre, privados de su libertad de manera ilegal.

Aunque Barrera Hernández dijo que en esa llamada le dijeron que en la comunidad se realizarían otros matrimonios arreglados de menores de edad no lo pudieron constatar porque la gente calló.

No se confirmó, como se dijo en un principio, que fueron detenidos el primo y tío de Anayeli por ser los responsables del acuerdo matrimonial forzado que fue incumplido cuando la joven huyó de su casa por negarse a casar con quien hicieron el acuerdo sin consultarla.

Sin autoridades comunitarias logran la liberación

El director de Tlachinollan mencionó que la abogada Neil Arias, que acudió a Joya Real, dijo que no estuvo el comisario municipal ni otra autoridad, sólo hombres que dijeron ser principales del pueblo, como se conoce a quien ya fungió como autoridad en algún momento y fue con ellos con quienes platicaron en su lengua tu’un savi para pedir la liberación de los dos menores.

Ante la falta de autoridades, algunas personas que se acercaron intervinieron diciendo que no se trataba de hacer daño a la niña, ni al niño, justificando que su encarcelamiento era por diferencias entre las familias, porque Anayeli no respetó el acuerdo de matrimonio que pactaron sus familiares con otro menor del que se desconoce su identidad familiar.

Mencionó que se les explicó que violentaban sus derechos humanos, y finalmente les permitieron sacarlos de la cárcel, hablaron y permitieron que salieran de la comunidad.

Otra de las fuentes consultadas consideró que la ausencia de la autoridad municipal pudo deberse a que tuvo miedo de ser detenido, al ver la caravana de vehículos con elementos policiacos y militares que se desplazaba a la comunidad y que al estar en la parte baja observa.

Dijo que tampoco se presentaron familiares de los menores encarcelados y sólo hablaron con unos hombres que estaban, que no se identificaron y que algunos estaban alcoholizados.

Y que los presentes dijeron que los dos menores, en especial la niña se había burlado de la costumbre y del acuerdo de casarse cuando huyó a la casa de otro hombre, por lo que estaba bien su castigo.

Después de argumentar que no estaba bien lo hecho, uno de los hombres mandó por la llave de la cárcel para sacar a los dos niños, hablaron unos 40 minutos y acordaron que los menores se vendrían con ellos a la cabecera municipal de Cochoapa el Grande “creo que aplica que, sí rescatamos a los menores”, dijo.

La fuente, aseguró que en ese momento no hubo detención de ninguna persona.

El caso se atendiera en Cochoapa

Abel Barrera detalló que al lograr la liberación de los dos menores se acordó que hablarían en el Ayuntamiento de Cochoapa para que la sindicatura se hiciera cargo de buscar a las familias involucradas para evitar un daño mayor a Anayeli y los acuerdos fueran apegados a la vida comunitaria respetando sus derechos humanos.

Por eso, se buscaría a la familia de Anayeli y del menor no identificado con quien iban a casarla, ya que fueron los que pidieron la intervención de la autoridad del pueblo al enterarse que estaba en otra casa cuando ya estaba comprometida.

Así, se pediría la intervención del DIF estatal para que se garantizara su custodia y no ponerlos en riesgo ni revictimizarlos.

Sin embargo, la Fiscalía Regional, que llevaba a los menores en su vehículo, los trasladó hasta Tlapa sin pasar a Cochoapa, por lo que se hizo cargo de su resguardo el martes y este miércoles ya estaban en DIF estatal, según le informaron.

Quedó pendiente la reunión con los involucrados en los próximos días en la sindicatura de Cochoapa, con Tlachinollan, la Codehum y la Fiscalía.

La estrategia para combatir la violencia de Evelyn Salgado Pineda, un plan sin línea operativa

Al preguntarle, sobre la Estrategia para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, Niñas y Adolescentes de la Montaña y Costa Chica que el pasado 10 de noviembre presentó la gobernadora morenista Evelyn Salgado Pineda en Tlapa, Abel Barrera dijo que preocupa porque nuevamente quedó en un anuncio sin personas responsables.

Dijo que es un plan sin línea de trabajo operativa que, tal vez se hizo para difundir que hay interés para atender los problemas de matrimonios forzados y violencias para la mujer involucrando a los presidentes y presidentas, lo cual está bien, pero no va a resultar si no se involucra a las comunidades.

Por ejemplo, dijo, cuando llega la llamada anónima, pensamos a qué autoridad le competía el caso, no hay un responsable, número telefónico o qué mecanismo usar, “como Tlachinollan llamamos a las instituciones, las obligamos a movilizarse para atender esta denuncia donde niñas iban a ser obligadas a casarse”.

Dijo que es posible que se consumen otros cuatro matrimonios en situaciones forzadas y si no hay una estrategia definida desde la federación o el estado, las niñas van a seguir padeciendo casarse contra su voluntad, truncando su proyecto de vida y ser consideradas como sujetos de cambio.

Consideró que en la estrategia presentada por Salgado Pineda y avalada por ONU Mujeres, Inmujeres, Conavim faltó escuchar a las mujeres indígenas que viven en las comunidades para entender lo que viven, ni siquiera hubo un saludo en lenguas maternas ni de aquellas que luchan por sus derechos.

“Ni los organismos que acompañamos a mujeres tuvimos la posibilidad de hablar”, se quejó.

Remarcó que la estrategia debe involucrar a las asambleas en las comunidades, en donde los usos y costumbres no atenten contra los derechos de la niñez, porque todo se queda en los funcionarios municipales de la cabecera municipal.

Ya que los casos no van a pasar en las ciudades, o si los hay son pocos porque con Anayelli se repitió el mismo patrón de Angélica que fue encarcelada por denunciar abuso sexual de su suegro y abandonar la casa.

Dijo que la estrategia no va a funcionar si no tienen recursos económicos, equipamiento, tecnología y tener el contexto que permita desplazarse de inmediato para actuar, en lo local, municipal y estatal, no basta la capacitación también se requiere infraestructura de salud y educación que les dé a las niñas otras opciones porque así todo queda en buena voluntad.

Municipios focalizados con matrimonios infantiles forzados

Tlachinollan tiene documentados casos de matrimonios infantiles pactados y con pagos en efectivo en los municipios de Cochoapa el Grande, donde en el mes de noviembre registró cinco, además en Metlatónoc, Xalpatláhuac y Alcozauca, ambos con población mayoritaria na savi.

Abel Barrera considera que la migración a Estados Unidos, que lleva a tener más ingresos en las familias, simplifica las costumbres en acuerdos monetarios.

En el Tlapa está práctica se focaliza en la zona me´pha bátháá y que colinda con Metlatónoc y Atlamajalcingo del Monte y en otros municipios

Así como en los municipios de Tlacoachistlahauca y Xochistlahuaca en la Costa Chica.

En la Montaña se habla de unas 300 comunidades donde se dan esas prácticas, pero se debe hacer un diagnóstico y monitoreo regional.

Texto: Carmen González Benicio / Foto: Cortesía Tlachinollan

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