29 octubre,2018 1:20 pm

Anuncia Merkel su retirada; el ocaso de la “mujer más poderosa del mundo”

Su capacidad negociadora parecía inagotable; 18 años después inicia el fin de la “era Merkel”.

La canciller alemana, Angela Merkel, precipitó hoy su retirada de la política al anunciar por sorpresa que renuncia a la reelección como presidenta de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y a su escaño en el Parlamento, aunque continuará como jefa de Gobierno en Berlín hasta que termine su actual mandato en 2021.

“No he nacido canciller, eso no lo he olvidado nunca. Hoy es el día en el que se abre un nuevo capítulo”, declaró la mandataria en una concurrida rueda de prensa en la capital alemana.
“No voy a presentar mi candidatura a la presidencia de la CDU y en segundo lugar, esta cuarta legislatura será mi último mandato como canciller”, dijo Merkel, quien lleva 13 años al frente del Gobierno y 18 como líder de la CDU.
Su renuncia a presentarse a jefa de la CDU en el congreso federal que en diciembre tendrá lugar Hamburgo supone no solo un cambio de 180 grados en su tradicional discurso, sino que este paso atrás también marca el inicio del fin de la “era Merkel“.
“En las elecciones generales de 2021 no me presentaré al cargo de canciller, ni al Parlamento, ni a ningún otro cargo político”, agregó con el ánimo de zanjar cualquier especulación sobre un posible futuro en organismos europeos en Bruselas. “Pero para lo que queda de legislatura, estoy dispuesta a seguir como canciller”, apostilló.
Merkel, de 64 años, comunicó su decisión tan solo un día después de que su partido sufriese un duro castigo en las urnas en las elecciones regionales de Hesse, en el oeste del país.
El de este domingo fue el segundo revés que la formación conservadora sumó en tan solo quince días, pues a mediados de octubre su partido hermano bávaro, la Unión Cristianosocial (CSU), perdió la mayoría absoluta del próspero “Land” del sur de Alemania.
Las dos deblacles electorales animaron a la dirigente a comunicar una semana antes de lo previsto una decisión que, según afirmó, ya había tomado antes de las vacaciones del verano europeo. “Estos comicios hay que tomarlos como un punto de inflexión y este punto de inflexión puede traer también albergar oportunidades”, insistió.
Los malos resultados en los comicios regionales, en los que su socio menor en el Gobierno, el Partido Socialdemócrata (SPD), también se desplomó, se han interpretado como una expresión del descontento de la población con la política de Berlín.
En su intervención, la dirigente recordó que a pesar de que siempre había unido la presidencia del partido con el cargo al frente de la Cancillería, los malos resultados de las elecciones de Hesse y de Baviera, así como las crisis que arrastra en su Gobierno desde que inició en marzo su cuarta legislatura, le llevaron a cambiar de opinión.
“Es un riesgo pero tras ponderar los pros y los contras he llegado a la conclusión de que asumir este riesgo es justificado”, apuntó para, a renglón seguido, destacar que la separación de poderes le permitiría concentrar sus esfuerzos en la labor de Gobierno y le daría margen a su partido para repensar su estrategia de futuro.
“Desde hace 18 años soy presidenta de la CDU (…) y desde hace 13 años soy canciller de Alemania, lo que para mí ha supuesto un honor diario y también un desafío”, dijo.
Merkel desveló la incógnita sobre su futuro apenas un año después de las elecciones generales y cuando solo han transcurrido siete meses desde que lograra formar Gobierno con los socialdemócratas al cabo de arduas negociaciones.
Tan solo unos minutos después de que trascendiese la noticia de que la canciller tendría intención de no concurrir a la presidencia de la CDU, fuentes del partido señalaron a dpa que Friedrich Merz, quien fuera presidente del grupo parlamentario conservador entre los años 2000 y 2002, estaría dispuesto a presentarse en diciembre como candidato a suceder a Merkel.
Desde 2009, Merz, de 62 años, lidera un centro de análisis centrado en estrechar lazos entre Alemania y Estados Unidos.
También anunciaron su candidatura Annegret Kramp-Karrenbauer, la actual secretaria general de la CDU, y Jens Spahn, ministro de Sanidad alemán, de 38 años, uno de los mayores críticos de Merkel.
Kramp-Karrenbauer, conocida como “AKK” por las siglas de su nombre, es vista por muchos en Alemania como la sucesora natural de Merkel desde que la canciller la designara como alto cargo del partido en febrero de este año.

El ocaso de Angela Merkel 

Angela Merkel llevaba siete meses sorteando una crisis tras otra, pero su capacidad negociadora, que parecía inagotable, finalmente llegó a su fin: después de 18 años al frente de la Unión Cristianodemócrata (CDU), la canciller alemana anunció hoy que ha llegado el momento de ceder el testigo a otro.
Su anuncio, inesperado, se produjo después de volver a ser elegida como jefa del Ejecutivo alemán por cuarta vez consecutiva a mediados de marzo.
En sus 13 años años al frente del Ejecutivo alemán, se ha visto obligada a hacer gala de su perseverancia y aguante al lidiar con graves crisis como la financiera y la del euro, con importantes y polémicos rescates millonarios como el de Grecia, o con la crisis de los refugiados, después de que en 2015 entraran cerca de 900 mil solicitantes de asilo al país.
Su decisión de abrir las puertas a los inmigrantes varados en Hungría en el verano de 2015, algo que siempre ha defendido como una “decisión humanitaria”, marcó un antes y un después en su mandato. Los problemas de la gestión migratoria, que dejaron patente el fracaso de su famosa frase “Lo vamos a conseguir”, acabaron por hacer mella en su torre de marfil.
El tema de los refugiados polarizó a la sociedad alemana y sirvió de trampolín al partido populista y de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) para acceder al Parlamento como tercera fuerza política en los comicios generales del 24 de septiembre de 2017.
Merkel caminó por el difícil escenario que dejó el resultado electoral con tiento, pero con paso firme consciente de su meta final: ser reelegida canciller.
La prensa alemana comenzó a hablar de una canciller en crisis, de una mandataria en sus horas más bajas, del fin de la era Merkel por su incapacidad para formar Gobierno. Pero una vez más, volvió a remontar el vuelo y logró no sólo que los socialdemócratas nuevamente aceptaran sentarse a negociar, sino forjar, in extremis, una nueva coalición.
Con unos socialdemócratas recelosos en caída libre y una Unión Cristianosocial (CSU) -partido hermano de la CDU- dispuesta a imponer una política dura en la cuestión migratoria de la mano de su líder y ministro de Interior, Horst Seehofer, el nuevo Gobierno caminó por aguas turbulentas desde el principio y cada vez más voces auguran un adelanto de las elecciones.
Ahora, con el duro revés electoral en las regionales de Baviera hace dos semanas y en Hesse, el pasado domingo, Merkel ha vuelto a dar muestra de su pragmatismo al comenzar a allanar el camino a un posible sucesor, que será el encargado de concurrir en unos nuevos comicios.
“Continuar como hasta ahora ya no es suficiente” tituló el conservador diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung una columna de opinión sobre la decisión de Merkel de dejar de ocupar cualquier cargo político una vez finalice la actual legislatura.
El rotativo Süddeutsche Zeitung ve el cambio como “una oportunidad para la CDU”. En su opinión, “este paso encaja” con una persona que siempre ha actuado “de manera sobria y hasta fría” con todo lo relacionado con carreras políticas.
“Hasta ahora esto siempre se ha referido a las carreras de otros, pero ahora también se aplica a la suya propia. Esto es coherente y merece respeto. Aunque pueda parecer absurdo a primera vista, Angela Merkel se ha mantenido fiel a sí misma”, escribió el diario.
Independientemente de eso, la gran pregunta en estos momentos en Alemania es: ¿llegará al final de su mandato el frágil Gobierno de coalición? Mucho dependerá de quién sucederá a Merkel al frente de la CDU, si un aliado o un rival interno suyo, y de lo que hagan los socialdemócratas.

Texto: Por María Prieto / Almudena de Cabo / DPA / Foto: DPA