1 marzo,2024 11:06 am

Apunta el documental de la BBC al quinto autobús como pieza clave en caso Ayotzinapa

 

Difunde el servicio público de radio y televisión del Reino Unido dos de cuatro capítulos en donde además reaparece el ex jefe de la AIC, Tomás Zerón prófugo en Israel. No quemaron a los 43 en el basurero, pero la investigación reveló la existencia de varias fosas clandestinas con víctimas del crimen organizado, dice la forense argentina Mercedes Doretti

 

Acapulco, Guerrero, 1 de marzo de 2024. El documental de la BBC, el servicio público de televisión y radio del Reino Unido, sobre la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa apunta al quinto autobús descubierto por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), como una pieza clave en el esclarecimiento del crimen porque no fue baleado y fue el único de los que transportaba a los estudiantes que logró salir de Iguala.

El ex jefe de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás Zerón de Lucio, defiende que la desaparición fue una instrucción del presidente José Luis Abarca, ligado al narcotráfico, y el ex fiscal especial Omar Gómez Trejo señala que el planteamiento de que fue una cuestión local generó dudas porque el Ejército “tiene una presencia muy fuerte” en el municipio.

La integrante del Grupo Argentino de Antropología Forense, Mercedes Doretti, argumenta que en el basurero de Cocula, donde presuntamente fueron incinerados los normalistas, parecía más un incendio controlado que uno abierto, como pretendió establecer la “verdad histórica” del entonces procurador, ahora preso, Jesús Murillo Karam.

La BBC difundió este sábado 24 de febrero en Youtube dos de los cuatro capítulos en los que está dividido el documental. En el primero, Ayotzinapa: la noche que desaparecieron 43 estudiantes en México, el ex estudiante Marlboro narra la toma de autobuses el 26 de septiembre y la primera balacera que sufrieron al pasar el Zócalo de Iguala.

“Hay muchos elementos de la policía por todos lados. Nos dicen que nos volvamos a bajar. Se intensifica la balacera”, cuenta el joven, quien se encontraba junto a Aldo Gutiérrez, que recibió una bala en la cabeza y desde entonces está en coma. Tres estudiantes más e igual número de transeúntes mueren.

“Los policías municipales que se encontraban en la parte de atrás del tercer autobús abrieron la puerta y bajaron a unos 20 compañeros. Los tiraron en la banqueta y se los empezaron a llevar”, relata.

Cristina Bautista Salvador, madre del estudiante desaparecido Benjamín Ascencio Bautista, cuenta que en los primeros días después de los hechos se habló del hallazgo de 28 cuerpos en fosas clandestinas encontradas a las afueras de Iguala, y se sospechó que correspondían a los estudiantes de Ayotzinapa.

Mercedes Doretti señala que, aunque los restos no correspondieron a los jóvenes, revelaron más fosas clandestinas en territorios controlados por el crimen organizado.

El periodista y autor del libro Una historia oral de la infamia: Los ataques contra los normalistas de Ayotzinapa, John Gibler, contextualiza que después del inicio de la guerra contra las drogas en 2006, Guerrero se convierte en el principal productor de amapola del país.

El entonces jefe de la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría General de la República, hoy Fiscalía General de la República (FGR), Tomás Zerón de Lucio, dice que “había impunidad en el gobierno local, particularmente en Iguala, derivado a que estaba incrementando mucho la delincuencia en esa zona. Y alguien que salía constantemente en todas esas investigaciones era el alcalde (José Luis Abarca) y su esposa (María de los Ángeles Pineda). Dos de los hermanos de la esposa del alcalde habían estado vinculados directamente con el narcotráfico. En el caso de los estudiantes todo enfocaba directamente a la participación e instrucción directa del alcalde Abarca”.

“Yo me volví muy importante como para ser culpado, pero no tan importante como para que alguien saliera en mi defensa”, suelta Zerón desde su auto exilio en Israel; el gobierno federal busca extraditarlo para que declare en México.

El 27 de octubre Zerón y el Equipo Argentino de Antropología Forense asistieron al basurero de Cocula y Doretti dice que era “extraño” el planteamiento del procurador Murillo Karam de que los cuerpos de los 43 estudiantes fueron quemados por dos o tres personas en una sola noche.

Los forenses independientes recogieron “miles de pequeños fragmentos de huesos, restos humanos. Todos ellos fueron afectados por el calor o por el fuego directo por lo que la posibilidad de obtener ADN era muy difícil”.

“El hecho de que cada fragmento estuviese quemado era muy desconcertante. Uno esperaría que la mayoría de ellos se quemaran, pero que algunos otros tal vez resultaran medio quemados, la mitad no. Algunos tal vez no se quemaran en absoluto. Eso es lo que normalmente se encuentra tras un fuego abierto. Esto más bien, parece provenir de un incendio controlado que de uno abierto”.

 

Sí hubo militares la noche de Iguala, dice testigo

El segundo capítulo del documental, Ayotzinapa: los giros de la investigación de la desaparición de los 43 estudiantes, retoma la discusión sobre el hallazgo de un fragmento óseo de Alexander Mora Venancio en el río San Juan y que sirvió de base para la verdad histórica del procurador Jesús Murillo Karam, de que fueron detenidos por policías municipales y sicarios e incinerados en el basurero.

Mercedes Doretti asevera que “no hay evidencia científica para establecer la historia oficial. Quien sepa de dónde viene ese fragmento, sabe algo sobre dónde están el resto de los restos de los estudiantes. Tal vez lo sepa o tiene acceso a mucha información”.

Omar Gómez Trejo, quien fue secretario ejecutivo del GIEI de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), señala que Murillo Karam confinó el caso a una cuestión de policías municipales y sicarios de Guerreros Unidos, que sólo operaba en Iguala. “Obviamente generaba una duda porque el Ejército es una autoridad federal, que tiene una presencia muy fuerte en el municipio de Iguala”.

Recuerda que uno de los primeros actos de los familiares tras la desaparición de sus hijos fue protestar contra el 27 Batallón de Infantería y dice que las autoridades señalaron a Abarca “como uno de los principales decisores de la desaparición de los estudiantes. Pues en la investigación que llevamos a cabo se reconfigura como una persona más que hacía actividades para el cartel, no que él haya tomado una decisión de la desaparición de los estudiantes”.

El sobreviviente Marlboro asegura que militares estuvieron presentes en la madrugada del 27 de septiembre, “compañeros hablan de eso y no uno, no dos, son varios. Lo que el gobierno de aquel entonces pretendió hacer fue dar carpetazo a la investigación”.

El integrante del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), Carlos Martín Beristain, destaca que los estudiantes sobrevivientes de los ataques de Iguala contaron que hubo un quinto autobús que los transportaba.

“La historia tenía consistencia, estaba contrastada, pero como digo, no estaba en el expediente, no estaba en la investigación. Nadie sabe nada, la Fiscalía dice que no existe”, cuenta el experto y agrega que la Procuraduría les presentó un quinto autobús, pero no coincidía con las características que vieron en las grabaciones de las cámaras de seguridad de la central de autobuses que comprobaron la existencia de la quinta unidad que salió por una puerta diferente.

“Parece una película, cuando tú cuentas estas cosas, bueno, esto pasa en las películas”, dice Carlos Beristain en el documental.

La también integrante del GIEI, Ángela María Buitrago Ruiz, rememora que el GPS del autobús comprobó la trayectoria que indicaron los estudiantes de Ayotzinapa.

El periodista John Gibler asegura que “la historia de este quinto autobús se vuelve central para toda la historia porque es una gran anomalía. Éste es el único autobús al que no le dispararon y es el único de los cinco autobuses en los que viajaban los estudiantes que logrará salir de la ciudad esa noche”.

“También es un autobús sobre el cual el gobierno federal mentirá constantemente”, dice el autor del reportaje La instrucción: Cómo el gobierno dinamitó la investigación del caso Ayotzinapa, que consiste en una larga entrevista a Gómez Trejo después de ser titular de la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el Caso Ayotzinapa, quien detalla la cancelación de las órdenes de aprehensión contra 16 militares en 2022.

En el adelanto del tercer capítulo, Tomás Zerón, acusado de tortura, desaparición forzada y obstrucción de la justicia, dice mientras transcurre la imagen de la detención de El Cepillo, sicario de Guerreros Unidos: “se ve que yo lo amenacé, okay, pero nunca lo torturé. Yo era el jefe de la Agencia de Investigación Criminal, yo no tenía necesidad de torturar a nadie”.

 

Texto: Ramón Gracida Gómez / Foto: Archivo-Jessica Torres Barrera

 

 

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