Privilegian el gobierno federal y el PRI pactar agenda con el PRD; ignoran al PAN
En el Pacto por México, el secretario de Educación, Emilio Chuayffet, sufrió un revés por la posposición de los dictámenes de la reforma educativa, el PRI atendió las instrucciones que bajaron del gobierno, el PRD fue privilegiado y el PAN ignorado.
Durante un largo día por la toma del recinto de San Lázaro por parte de los maestros de la CNTE, los perredistas decidieron presentarse en la sede alterna.
Con las corrientes unificadas, la bancada de diputados del PRD amagó anoche al PRI con reventar la sesión y tensar más la realización del periodo extraordinario, con acciones radicales que pudieran impedir no sólo la reforma educativa, sino también la de transparencia.
Así consiguió el PRD que en dos ocasiones se le diera marcha atrás a las reformas aprobadas el lunes en comisiones.
Una interlocución directa entre el dirigente del PRD, Jesús Zambrano, y la Presidencia de la República hizo que el dictamen de la Ley del Servicio Profesional Docente fuera retirado de la discusión que se llevaría a cabo en la sesión de ayer, la primera del periodo extraordinario.
La dirigencia perredista solicitó tiempo para procesar la reforma y se abrió la posibilidad de discutirla en un tercer periodo extraordinario o en el periodo ordinario, que inicia en septiembre.
Ya con el compromiso del gobierno de no discutir la reforma, el PRD trató de negociar con los líderes de la CNTE, quienes sólo reconocieron como interlocutores a los diputados Miguel Alonso Raya, vicecoordinador, y Jorge de la Vega.
Sin embargo, los de la coordinadora estaban encarrilados y ya tenían el plan de impedir desde la madrugada de ayer la entrada a la Cámara baja.
Los diputados conocían esos planes, y no hicieron el intento de entrar a la Cámara para la sesión de Congreso General.
Fue entonces cuando Manlio Fabio Beltrones, coordinador del PRI, accedió al diálogo con los de la CNTE.
En un hotel cercano a la Cámara baja, se reunieron los coordinadores parlamentarios del PRI, PAN y PRD con una comisión de profesores, a quienes se les advirtió que en cualquier lugar podrían sesionar.
Los diputados también dijeron que si se liberaba San Lázaro, se cumpliría la palabra de no discutir el dictamen del Servicio Profesional Docente, y que si seguía “secuestrado” el recinto, ya no habría forma de detener la reforma.
Alrededor de las 2 de la tarde, serios, los líderes de la CNTE salen del hotel de Viaducto, donde fue el encuentro con los legisladores, y se dirigen a la Cámara.
La CNTE mandó el mensaje de que no aceptaban las condiciones, por lo que se formalizó la convocatoria de la sesión en el Senado.
Revés a Chuayffet
El secretario de Educación, Emilio Chuayffet, empujó la presentación de las tres iniciativas de ley secundaria luego de un proceso de negociación que se alargaba por tratar de llegar a un acuerdo con los maestros.
La presentación de las iniciativas hace una semana se hizo a pesar de que no había el consenso con el PRD, dentro de las mesas de negociación realizadas en el Pacto por México.
El gobierno federal apostó a aprobar las reformas, pero empezaron las movilizaciones de la CNTE.
El lunes el PRI estaba decidido a sacar adelante las propuestas empujadas por Chuayffet, por lo que presentó sus propios dictámenes en la Comisión de Educación, que preside el perredista Jorge de la Vega.
Los priistas ya habían hecho su trabajo de negociación con el PAN, PVEM y Panal para aprobarlos.
Cuando aún sesionaba la comisión y diputados del PRD decidieron salirse de la reunión, se suscitó la irrupción de decenas de maestros a las instalaciones de la Cámara, después de que la perredista Socorro Ceseñas les facilitó la entrada.
Pese al enfrentamiento con policías y los destrozos ocasionados, los dictámenes siguieron su curso, fueron aprobados y agendados.
En las negociaciones entre el gobierno y el PRD, Chuayffet debió aceptar que ya no se discutieran las reformas de las que ha sido el principal impulsor dentro del gobierno.
El PAN no ha dejado de presionar para que las reformas se aprueben, pero ha pesado más la postura perredista en el seno del Pacto por México. (Claudia Salazar y Antonio Baranda / Agencia Reforma / Ciudad de México).