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Casi se duplican los suicidios de mexicanos desempleados en la última década: Inegi

*De 840 casos en 2000 se pasó a mil 642 en 2011, revela un informe estadístico

Paloma Villanueva / Agencia Reforma

Ciudad de México

Los suicidios en mexicanos sin trabajo casi se duplicaron en la última década.
Entre 2000 y 2011, últimas cifras disponibles en el Inegi, los suicidios de personas que trabajaban aumentaron 48 por ciento, pero en personas que no trabajaban el incremento fue de 95 por ciento al pasar de 840 casos en 2000 a mil 642 en 2011.
El informe Estadística de Suicidios de los Estados Unidos Mexicanos 2011 publicado por el Inegi, registra que mil 642 personas desempleadas se quitaron la vida en 2011, de ellos, 109 tenían una carrera universitaria, 317 terminaron la preparatoria, 402 estudiaron la secundaria, 261 terminaron la primaria y 61 no tenían ninguna escolaridad.
En total, 5 mil 718 mexicanos se quitaron la vida en 2011, de acuerdo con el reporte.
Guilherme Borges, investigador de la Dirección de Investigaciones Epidemiológicas y Psicosociales del Instituto Nacional de Psiquiatría, explicó que el suicidio se produce por una gran variedad de causas que pueden ir desde lo genético hasta lo social y que el desempleo sólo es un disparador del acto suicida.
“El desempleo puede producir suicidio en el sentido de que cuando conjugado con otras causas de múltiples niveles éste puede ser el precipitador inmediato”, apuntó.
“Hay factores sociales, algunos del pasado de la persona y otros de su entorno muy inmediato, entre esos está el desempleo y otros factores negativos como la muerte de un ser querido o tener un diagnóstico de una enfermedad incurable”, agregó.
Por su parte, Jesús Piña, académico del departamento de sicología de la Universidad Iberoamericana, señaló que estar desempleado puede significar para la persona pérdida de autonomía y de independencia, culpa, baja autoestima y una gran angustia.
“Si es varón se complica por el tema de la virilidad y el empoderamiento, porque socialmente en culturas como la nuestra el varón es el proveedor tradicional, necesita sentir que es necesitado y una de las formas en que ha canalizado ese empoderamiento es a través del trabajo y del dinero que obtiene por ello”, agregó.
Según el Inegi, entre los 15 y los 29 años es el grupo de edad en el que la incidencia de suicidio es más alta, tomando en cuenta a la población en general no sólo a quienes no trabajan.
Borges explica que hay diferencias entre hombres y mujeres.
“En el caso de los hombres las edades en que más se presenta es de los 20 a los 24 años, luego baja y vuelve a subir a partir de los 70 años y en el caso de las mujeres es de los 15 a los 19 años”, detalló.
El investigador del Instituto Nacional de Psiquiatría y autor de numerosos estudios en torno al suicidio refirió que por lo menos el 85 por ciento de las personas que logran quitarse la vida tenían antecedentes de trastornos mentales serios.
“El más común es la depresión, sin embargo, no es raro que tengan ideación suicida las personas con trastornos por uso de sustancias como alcohol o drogas como marihuana, heroína, cocaína, etcétera; cuando la depresión confluye con esquizofrenia o con trastornos bipolares también es un factor de riesgo muy importante”, detalló.
“El problema que tenemos es que hay un porcentaje muy elevado de personas que no llegan a tratamiento, a diferencia de otras enfermedades como el cáncer en la que casi todos los pacientes que son diagnosticados se tratan, en el caso de los intentos de suicidio es muy común que apenas la mitad o tres cuartas partes hayan ido a tratamiento”, informó.

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