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Estados Unidos espía a Sudamérica desde la isla Ascensión, afirma una revista brasileña

DPA

Washington / Brasilia

Estados Unidos mantiene una base de espionaje en la pequeña isla de Ascensión, en medio del océano Atlántico, en la cual son vigiladas las comunicaciones en Brasil, Argentina, Uruguay, Colombia y Venezuela, según afirma el domingo la revista brasileña Istoé.
En su edición que comenzó a circular este domingo, el semanario atribuyó la información a “especialistas” en espionaje consultados en un reportaje sobre la intervención de las comunicaciones de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, por parte de agencias de inteligencia de Estados Unidos.
Según Istoé, la base de la isla Ascensión, un pequeño territorio británico de ultramar, es parte de un proyecto conocido como Echelon en el que, además de Estados Unidos, participan los gobiernos del Reino Unido, Canadá, Nueva Zelanda y Australia.
El semanario analizó algunos de los documentos revelados por el ex analista de la NSA, Edward Snowden y asegura que refuerzan la hipótesis de que hay una complicidad entre esos cinco países en el espionaje global.
En esos documentos aparecen “el grado de la clasificación (ultra-secreto), el tipo de documento Comint/REL (comunicación interceptada) y su divulgación (USA, GBR, AUS, CAN, NZL)”, que corresponde “a los países del sistema Echelon”, apunta la revista.
Por su parte, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, criticó ayer el supuesto espionaje de Estados Unidos a la compañía brasileña Petrobras y expresó sospechas de que la vigilancia de comunicaciones hecha por los servicios secretos estadunidenses estén pautadas por intereses económicos, no políticos.
“Si se confirman los hechos divulgados por la prensa, queda en evidencia que el motivo de los intentos de violación y de espionaje no es la seguridad o el combate al terrorismo, sino intereses económicos y estratégicos”, afirma una nota oficial divulgada por la presidencia en Brasilia, después de que el domingo se diera a conocer el supuesto espionaje de Petrobrás por Estados Unidos, en base a documentos filtrados por el ex consultor del servicio secreto norteamericano Edward Snowden.
Según el comunicado de la presidencia, Petrobras, que es la mayor empresa del país, “no representa una amenaza a la seguridad de ningún país”, sino que es “uno de los mayores activos de petróleo del mundo y un patrimonio del pueblo brasileño”.
Rousseff envió ayer a Washington al flamante canciller brasileño Luiz Alberto Figueiredo Machado, para escuchar las explicaciones sobre el espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense por el presidente Barack Obama.
Las denuncias sobre monitoreo de la NSA de los contactos telefónicos y por e-mail de Rousseff con asesores, divulgadas hace una semana, generaron una seria crisis en las relaciones con Estados Unidos.

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