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IVA a comida de mascotas, chiles, cine y colegiaturas, en la reforma hacendaria

Carlos Acosta Córdova / Agencia Proceso

Ciudad de México

Tan urgido está el gobierno de Enrique Peña Nieto por mayores ingresos, que ya definió como “rico” a todo aquél que tenga una mascota en su casa -ya sea perro, gato o cualquier otra especie pequeña-, independientemente de sus ingresos.
Y por tanto, deberá pagar el correspondiente 16 por ciento de IVA lo mismo cuando compre el alimento para aquéllos o cuando adquiera otro animal doméstico en algún establecimiento formal.
Y no es broma. La exposición de motivos del decreto que modifica la Ley del IVA –que forma parte de la reforma hacendaria que presentó el presidente el domingo pasado- así lo señala.
Otra de las fuentes de ingresos elegida por el gobierno federal es aplicar la tasa general del IVA a las gomas de mascar; los chicles, pues. Y es que según el argumento no son alimentos. Por tanto, dice, no hay razón para que sigan con la tasa cero del IVA.
Otra fuente por la que el gobierno espera “jugosos” ingresos es la de gravar también con IVA los boletos de entrada al cine y a todo espectáculo distinto del teatro y el circo.
Y hay que gravarlos porque, dice, quienes más acuden a ellos son los ricos. Otra vez. Y según las cuentas oficiales es rico aquel que gane 41 mil 660 pesos brutos al mes, o 100 mil o un millón, o sea tan acaudalado como cualquier mexicano que aparezca en las listas de Forbes.
Son lo mismo: ricos y, si pasa en las cámaras la ley propuesta por Peña Nieto, pagarán 32 por ciento  de Impuesto sobre la Renta (ISR).
¿Y por qué el teatro y el circo seguirán con la tasa cero del IVA? El documento lo explica así: “Para que las actividades artísticas más antiguas e influyentes de la humanidad adquieran fortaleza y se remonten a la grandeza de sus inicios”. Y también para “promover y fomentar las actividades culturales más antiguas de la civilización”.
Pero no dice quiénes van más al teatro y quienes más al circo.
En la obsesión gubernamental contra los “ricos”, el decreto que modifica la ley del IVA también establece aplicar el impuesto a las colegiaturas, a la compra y venta de casas habitación, así como a los intereses de las hipotecas.
Igual pasará con el transporte terrestre de pasajeros por carretera; con la venta de oro, joyería, orfebrería, piezas artísticas u ornamentales y lingotes, cuyo contenido mínimo de dicho material sea de 80 por ciento, siempre que su enajenación no se efectúe en ventas al menudeo con el público en general.
Se les elimina la exención y ahora pagarán su 16 por ciento de IVA.
También contra los “ricos” habitantes de las zonas fronterizas la emprende el gobierno. Quiere que la tasa de 11 por ciento de IVA se elimine y tributen con la tasa general de 16 por ciento.
Y lo explica así:  “Con respecto al aislamiento que existía entre las poblaciones fronterizas del resto del país que originalmente justificaba este tratamiento (la tasa baja de IVA), se puede señalar que actualmente este argumento no tiene sustento, debido a que la infraestructura de comunicaciones y avances tecnológicos han estrechado la integración económica y comercial de la región fronteriza con el resto del territorio nacional. Actualmente, la zona fronteriza cuenta con mejor infraestructura de comunicaciones y transportes que el resto del país.
Ya si los habitantes de esas zonas prefieren cruzar la frontera para comprar en Estados Unidos productos más baratos, o establecer sus negocios, es otra cosa. No importa que en el país se desplome el consumo.
El chiste es hacer que los “ricos” paguen.

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