Evacuan por vía aérea a mil 800 turistas que tenían boletos hacia el DF, Toluca y Tijuana

*Todas las áreas de patio, jardines y banquetas de la Expo Mundo Imperial se improvisaron como “pasillos” y “salas de espera” para que los visitantes fueran trasladados a una de las pistas que se salvó de la inundación

Salvador  Serna y Karla Galarce Sosa

Tras casi 72 horas de zozobra y tensión, se reanudó el espacio aéreo en el cielo de Acapulco, gracias a 12 aviones comerciales que evacuaron a un estimado de mil ochocientos turistas hacia las ciudades de México, Toluca y Tijuana.
Debido a la inundación que prevalece dentro de las instalaciones del aeropuerto Juan N. Álvarez, en un ambiente lleno de caos, discusiones, connatos de bronca y crisis nerviosas, de cientos de turistas impacientes por volar de regreso a casa, todas las áreas de patio, jardines y banquetas de la Expo Mundo Imperial se improvisaron como “pasillos” y “salas de espera” para que los turistas, mediante camionetas de transporte público de las comunidades de Tres Palos, Barra Vieja y Bonfil, fueran trasladados directamente hasta una de las pistas que se salvó de la inundación, donde ya esperaban los aviones.
Otros fueron trasladados en carros particulares, vehículos oficiales de la SCT, camiones del Ejército y en taxis del aeropuerto.
Algunos turistas salieron del aeropuerto internacional de Acapulco por la mañana, mientras que otros fueron trasladados en vehículos a la base aérea de Pie de la Cuesta.

Comienza el rescate aéreo

Programados como vuelos especiales o de rescate por parte de sus respectivas empresas, tal como lo dijeron algunos empleados entrevistados afuera de la Expo, los aviones llegaron desde las 10 de la mañana a la pista de aterrizaje del aeropuerto de Acapulco en la zona Diamante.
“Toda la información que tenemos es de Internet, que es el pasaje aéreo que ya estaba contratado, aquí no se venden boletos nuevos”, gritó mediante un megáfono un empleado de esa empresa.
Contando solamente con el personal de la torre de control y empleados de las aerolíneas en tierra, a las 3:30 de la tarde despegó el primer avión de Aeroméxico, con el número 8664 y 150 pasajeros. También se culminaron los vuelos número 8665, 8670 y 8671.
Una hora y media después, hicieron lo propio cuatro aviones de Aeromar (vuelos número 130, 900, 904 y 908), y detrás de ellos los otros cuatro aviones de Interjet.
Concentrados afuera de la Expo, cientos turistas llevaban impresas sus confirmaciones, mientras que trabajadores de las líneas llegaban con las listas y solicitaban formar un grupo y dirigirse a las Urvans.
Ante la escasez de empleados, los turistas actuaron como voluntarios para imprimir las listas, organizar los grupos y llevarlos hasta las camionetas que se dirigían a la pista. Todo ello, era observado por soldados y marinos.
“En este lugar no se venden boletos de avión, todos los turistas que se suben a los aviones rumbo a la ciudad de México tienen boletos reservados o pagados, con salidas programadas el domingo y lunes, pero que debido a la inundación del aeropuerto no pudieron salir”, compartió el coronel de la Novena Región Militar, Guillermo Arellano Morales, director del albergue habilitado en la Expo.
Por su parte, los empleados de Interjet informaron que dieron prioridad a los pasajeros que tenían necesidades especiales y niños.
En tanto, los de Aeroméxico informaron que autorizaron la condonación de cargo por cambio de fecha, diferencia tarifaria y reexpedición de boleto. Por su parte, Aeromar anunció que ampliará su número de vuelos cuando la terminal Juan N. Álvarez reabra sus instalaciones a las operaciones.
Ambas líneas áreas informaron que el resto de la semana continuarán con los vuelos de rescate.
En la pista de aterrizaje del aeropuerto Juan Álvarez se observaron dos naves, que eran abordadas por los turistas; una aeronave militar que despegó alrededor de la 1 de la tarde y siete aviones privados estacionados.
Empleados del aeropuerto informaron que la pista de aterrizaje sólo era utilizada por aviones militares, y que apenas ayer, fueron abiertos los espacios para los vuelos civiles.