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Evita el SNTE que se reinstale a un supervisor; son oficinas sindicales, alega un secretario

Karina Contreras

El secretario de Organización en Acapulco del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Martín Radilla Mendiola, evitó que el actuario del Tribunal de lo Contencioso Administrativo reinstalara a Ulises Iturbide de Jesús como supervisor de la zona 23 de secundarias técnicas, con el argumento que no podía permitir una violación al sindicato.
Las oficinas de la supervisión se encuentran en las instalaciones del SNTE, que la dirigencia prestó desde hace un par de años, pero el secretario Radilla Mandiola mandó a colocar sellos para que ni el actuario, ni el representante de la Controlaría, Víctor Manuel Moreno Leyva; ni del Jurídico de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), pudieran ingresar, argumentando que siendo un asunto oficial, la reinstalación se tiene que hacer en las oficinas de los Servicios Educativos de la Región Acapulco-Coyuca de Benítez.
Indicó que esas eran oficinas del sindicato y que no podía permitir esa arbitrariedad, y que “le pongan el pie al SNTE”; que pediría a quien ocupa la oficina que la desocupe. La dirigencia sindical tiene prestadas seis oficinas, donde se encuentran jefaturas de la SEG.
Durante un momento las cosas se pudieron tensas, donde el dirigente Radilla Mendiola y el supervisor Ulises Iturbide se levantaron la voz, y donde el segundo le dijo que él no quería las oficinas, que nada más iban por los “documentos y sellos de la supervisión”.
El dirigente Martín Radilla insistió que “era un asunto oficial, nada más prestamos las oficinas y aquí no tienen que reinstalar”. El dirigente se portó de manera agresiva con el actuario del Tribunal de lo Contencioso, Mariano Morales Diego, quien le dijo que ese era el domicilio oficial de la supervisión, aunque las instalaciones eran del sindicato.
El dirigente Radilla Mendiola dijo que primero tenían que haberlo llamado para ponerse de acuerdo en lo que iban hacer, y el actuario le preguntó si tenía conocimiento del asunto a lo que el dirigente le respondió: “No me compete a mí”.
En entrevista, el actuario de la primera sala del Tribula de lo Contencioso, Mariano Morales, indicó que no se daban las condiciones para hacer lo que mandató la magistrada de la primera sala regional de Acapulco, Misaela Ortiz Bautista, y dijo que es un problema que han venido teniendo en varias ocasiones y subrayó que si la magistrada ordenó que ahí se hiciera la entrega-recepción, es porque “es el domicilio que señalan las propias autoridades y sus oficios de la supervisión número 23, especifica en sus hojas membretadas este domicilio, por lo que no se puede registrar otro domicilio si este el que tiene la SEG”.
Dejo ver que las autoridades de la SEG pueden ser sancionadas por la situación que se dio, pues ellos debieron haber hablado con el dirigente, porque ya se les había notificado de la diligencia y debieron “prever la situación y esto amerita una sanción, por no tomar las medidas para que se diera la diligencia”.

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