Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Jorge Camacho Peñaloza

Recomencemos con la ley

*La sociedad está bien ordenada cuando los ciudadanos obedecen a los magistrados y los magistrados a las leyes.
Solón

Aquí lo he mencionado, que para poder dar el salto a estadios superiores de desarrollo, para poder salir del atolladero estructural y epocal que nos tiene sumidos en la corrupción, impunidad, inequidad, estancamiento, desempleo, inseguridad y subdesarrollo democrático, es necesario hacer de las leyes el eje y referente principal de nuestra vida económica, política y social.
Hoy que estamos atravesando una difícil circunstancia estructural debemos aprovechar para orientar nuevos derroteros hacia una nueva circunstancia jurídico social, es decir, a que las leyes se conviertan en el eje directriz, la punta de lanza, el elemento de liderazgo, que jale a toda la sociedad hacia una mejor situación.
Ya está comprobado que en sociedades que tiene indicadores de mayor cultura y ejercicio de la legalidad, hay mayor inversión, crecimiento económico y empleo, así como menor corrupción, impunidad e inequidad, en una palabra democracia, entendida como un modo equitativo y con reglas de vivir.
Por ejemplo, tenemos una Ley de Protección Civil que no está bien a bien aplicada y no tiene vigencia plena, como es el caso de las reuniones del Consejo Estatal de Protección Civil en las que no han participado todos los titulares de las dependencias del gobierno federal en el estado, así como los presidentes de las comisiones del congreso local que establece el artículo 13, o lo referente a la integración del Plan Estatal de Emergencia o desastre, o la integración de los atlas de riesgos estatal y municipal con los cuales no se cuenta todavía.
Si se aplicara la ley de protección civil tendríamos que no habrá más pueblos, colonias y fraccionamientos en zonas de riesgo, más información a la sociedad sobre los riesgos existentes en los lugares en que vivimos, más planeación  y organización social a la hora de enfrentar una contingencia natural o accidente humano de consecuencias que impacten a un número importante de población, integrados y funcionando los comités municipales de protección civil, etc.
En la sesión de ayer en el Congreso del Estado propuse un acuerdo parlamentario para exhortar al ejecutivo del estado a que dé cumplimiento cabal a los artículos 17, 18 y 84 de la ley de protección civil, así como a los artículos 7,8 y 11 transitorios de la misma, relativos a las atribuciones del Secretario Ejecutivo y del Secretario Técnico del Consejo Estatal de Protección Civil, así como a las sanciones a los establecimientos que no contemplen medidas de protección civil para sui funcionamiento, y al reglamento del Consejo de Protección Civil.
Habrá quienes opinen que gobernar aplicando la ley al pie de la letra sería abrumador, que no se dejaría margen de maniobra al estilo personal de gobernar o de ejercer la función pública, pero hacerlo así nos está ocasionando graves problemas que están poniendo el riesgo nuestra viabilidad como sociedad.
Las leyes deben dejar de ser letra muerta, porque si es así los muertos los seguirá poniendo la sociedad y desgraciadamente los grupos más vulnerables de La Montaña o habitantes de colonias periféricas o asentadas en zonas de riesgo.
Las leyes ahí están, muchos preceptos durmiendo el seños de los justos, ya es hora de que las leyes conduzcan a la sociedad, de que sustituyan los estilos, formas y prioridades de los que tenemos una responsabilidad en la esfera política, porque la protección civil no es una moda o un juego, la realidad ya nos rebasó y ahora tenemos que alcanzarla con el impulso de la ley.
Vuela vuela palomita y ve y dile: a Mis compañeros diputados y diputadas que el entremos a una revisión integral a la ley de protección civil para actualizarla y mejorarla, hagámoslo en memoria de los hermanos que se fueron con la tormenta “Manuel”.

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