En México continúan la injusticia, la explotación, la desigualdad, y ahora la violencia: Roger Bartra

*No sólo de reformas viven los mexicanos”, dice el sociólogo ante Peña Nieto en la ceremonia de entrega del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2013

Jorge Ricardo / Agencia Reforma

Ciudad de México

En Palacio Nacional, ante el Presidente Enrique Peña Nieto, Roger Bartra llamó ayer a mantener abiertos los canales de comunicación entre la ciencia y la cultura y el poder político.
El antropólogo y sociólogo habló nombre de los 11 galardonados con el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2013. Suele haber tensión cuando la política y la cultura están juntos, dijo.
Los creadores sienten amenazada su libertad y los políticos se asustan, a veces, de la crítica.
“(Pero) sin esos vasos comunicantes, con todo y que a veces producen tensiones, la sociedad y la política correrían el riesgo de estancarse”.
Los galardonados recibieron un diploma, una medalla y un par de cheques: uno por 100 mil pesos (50 mil cuando la distinción es compartida en la categoría) y otro por 676 mil 215 pesos.
Bartra agradeció el premio, el máximo que otorga el gobierno mexicano desde 1945, pero se apresuró a aclarar que ningún artista o científico trabaja para conseguirlo.
“Los premios no deben ser el motor que mueva a los escritores y a los artistas, el motor debe ser una vocación de servicio que aspira a contribuir al desarrollo de la ciencia y la apertura de caminos para la creación”, dijo.
La independencia y la libertad en el trabajo intelectual son irrenunciables, sostuvo.
La ceremonia estuvo encabezada por Peña Nieto, quien por la mañana había regresado de Sudáfrica, donde participó en los funerales de Nelson Mandela.
Los tiempos cambian, dijo Bartra evocando el viaje. En los 60, cuando era un joven estudiante con ideas políticas radicales, participaba en los movimientos por la liberación de los presos políticos perseguidos y encarcelados en México, igual que Mandela.
Pero nadie les hacía caso, recordó el autor de La jaula de la melancolía, y cuando se fijaban en los jóvenes, era para reprimirlos, como hizo el sistema priista con el Movimiento Estudiantil de 1968, de cuya generación se dijo parte.
Los honores a Mandela, insistió Bartra, son una muestra de cuánto ha cambiado el país, pero no por eso es perfecto.
“La injusticia, la explotación y la desigualdad siguen siendo un gran problema en nuestro país. Aún es significativo el peso del autoritarismo y la corrupción. La violencia homicida continúa tiñendo de sangre nuestro territorio”.
Hay todavía un largo camino por recorrer, señaló Bartra. Ahora se pueden construir acuerdos, aunque aclaró: “No sólo de reformas viven los mexicanos”.
Hay una dimensión, la cultural, que no se puede legislar, dijo. Un poema, una escultura o un ensayo no provocan un salto económico, pero todo salto económico debe estar acompañado por un cambio social y cultural.
Peña Nieto dijo tomar nota sobre la comunicación con el sector cultural y garantizó la libertad a creadores. “Gracias a sus aportaciones y creaciones, México es hoy un mejor país”, dijo.