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Marcial Rodríguez Saldaña

La rebelión en los juzgados

Hace muchos años que no se tiene registrado un movimiento en el Poder Judicial del Estado de Guerrero, de la magnitud como el que ocurre actualmente, que incluye a jueces, proyectistas, secretarios, actuarios y trabajadores administrativos que suman tres mil integrantes y que tiene paralizadas las labores de impartición de justicia en toda la entidad.
1.- Las demandas de los integrantes del Poder Judicial se concentran fundamentalmente en su exigencia de aumento salarial retroactivo al 2012 y 2013 debido a que señalan que desde hace ocho años no han tenido ningún aumento, bono del 10 de mayo que fue suprimido, bono del día del burócrata,  mejoramiento de sus condiciones de trabajo, reconocimiento de su antigüedad, revisión del padrón de trabajadores, derecho a la jubilación, fin al nepotismo, respeto a la carrera judicial y a la autonomía del Poder Judicial.
2.- El paro de labores de los trabajadores del Poder Judicial en Guerrero tiene su origen esencialmente en la subordinación estructural e histórica en que este poder ha estado sometido al Poder Ejecutivo del estado. En la época de partido hegemónico en donde  el poder público se concentraba a nivel federal en el Presidente de la República –que tenía subyugados a los poderes Legislativo y Judicial–  y a nivel estatal en los gobernadores que tenían supeditados a los respectivos poderes locales, se explicaba que este fenómeno se debía a la estructura vertical del sistema político.
3.- En esa época, era común ver a los presidentes del Tribunal Superior de Justicia o al presidente del Congreso, haciendo antesala durante varias horas en la oficina del secretario de Finanzas del Estado, para pedirle liberar los recursos que le correspondían ya sea el Poder Judicial o al Poder Legislativo, o saber de las órdenes que daba el gobernador por conducto del secretario general de Gobierno para resolver de tal o cual forma un asunto judicial o la aprobación de una ley, lo cual desvirtuaba totalmente el principio republicano de división de los poderes.
4.- La alternancia en el poder que se ha vivido en México desde 1997 en la Cámara de Diputados federal, en la Presidencia de la República, en las gubernaturas de los estados, no ha modificado sustancialmente este modelo que sigue funcionando bajo el esquema de considerar al Poder Judicial como una dependencia más del Poder Ejecutivo, toda vez que los magistrados de los Tribunales Superiores de Justicia al ser propuestos por el gobernador en turno y sobre todo sus presidentes, se consideran dependientes del mismo, y eso hace que no pueda existir lo que mandata la Constitución Política del Estado que consiste en un sistema de autonomía de los poderes, de equilibrio y contrapesos entre los poderes, que es el cambio fundamental que propició la Revolución Francesa al sustituir la monarquía por una república en donde se abolió la concentración del poder un una persona –el rey– para distribuirlo en una república mediante la división de poderes.
5.- La dependencia del Poder Judicial respecto del Poder Ejecutivo, es contraria al principio fundamental de gobierno republicano que previene la Constitución federal y la del estado en cuanto a un régimen republicano de separación de poderes, es nociva para un sistema de impartición de justica imparcial al que aspira una sociedad que considera que la justicia se vende al mejor postor. Las demandas de los miembros del Poder Judicial de Guerrero son justas, ojalá que haya la suficiente y necesaria sensibilidad para atenderlas y retomar las labores de impartición de justicia, pero sobre todo esperamos que esa sacudida en el Poder Judicial del Estado sirva para una transformación profunda en el sistema de impartición de justicia en Guerrero.

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