Luego de un mes, “reaparece” el jerarca de la familia Niño
* Con su hija Martha Olivia “logró salir del estado”, explica una integrante del clan
Karina Contreras * El jerarca de la familia Niño –desalojada el 4 de mayo del cerro del Tigre–, Santiago Niño Avila, y su hija Martha Olivia Niño “aparecieron” después de casi un mes, informó Nohemí Niño, integrante del clan.Explicó que sus familiares “lograron salir del estado”, luego del desalojo efectuado por policías del estado.Por su parte, el asesor jurídico de la familia, Blas Alarcón García, comentó vía telefónica que “los Niño fueron amenazados de muerte si se paraban por el cerro del Tigre”.El abogado informó que ya presentó un amparo contra el despojo, ya que cuando se dio el desalojo la autoridad no presentó orden judicial alguna.Dijo que por efecto de este trámite las máquinas que la constructora Caminos y Pavimentos del Sur llevó al cerro del Tigre tuvieron que parar, pues la compañía tiene que esperar el veredicto del juez federal sobre las tierras.El amparo de la familia Niño fue gestionado ante el juez cuarto de distrito, y quedó registrado bajo el número 551/2002, por despojo ilegal.Dijo que tienen confianza en que las tierras sean devueltas a sus “legítimos” dueños. Manifestó que ellos como prueba han presentado al juez recibos de luz y agua, entre otros servicios públicos, para demostrar la legalidad de su posesión sobre las tierras.El 6 de mayo la familia Niño denunció que Santiago Niño Avila estaba desaparecido desde el desalojo que la madrugada del sábado anterior efectuaron policías estatales.Asimismo, informaron que el jerarca y su hija habían sido bajados del cerro por policías judiciales del estado.Cuando se le preguntó a Nohemí Niño cómo lograron escapar de los agentes, dijo que ella no sabría explicarlo, porque no ha tenido una conversación amplia con su padre y su hermana.Desde su desalojo, la familia vive a la orilla de la carretera Escénica. En un recorrido de El Sur ayer por el lugar se pudo observar que todavía policías resguardan la propiedad, además de que la empresa ya colocó una puerta de herrería, así como una barda de piedra, mientras que un letrero dice “Prohibida la entrada”.A las 12 del día –en el momento del recorrido– se pudo observar también que efectivamente no había obreros ni maquinaria trabajando en el lugar.