Dice Añorve que como asesor de Beltrones queda como líbero para la interna del PRI
Aurelio Peláez Manuel Añorve debutó esta semana como jefe de asesores del coordinador de los diputados del sector popular del PRI en la Cámara de Diputados, el sonorense Manlio Fabio Beltrones, además de coordinador de la CNOP para procesos de elección interna. El ahora ex diputado federal afirma que ese puesto le deja en una posición de “líbero” (de juego libre en la cancha) en el proceso de selección de candidato del PRI a la gubernatura del estado.
Cerca ahora de Beltrones, el segundo hombre fuerte en la Cámara de Diputados, y del presidente nacional del PRI, Roberto Madrazo, Añorve descarta la posibilidad de que el gobernador René Juárez llegue a pensar que se está fortaleciendo desde fuera un grupo político priísta en Guerrero.
“No, René Juárez es una gente conciente de los nuevos tiempos que estamos viviendo en Guerrero. Hoy tenemos el derecho de transitar en varias vías, y al contrario, yo he pensado que René Juárez es el factor más importante al interior del PRI, porque es el primer priísta en Guerrero y además a Madrazo le interesa un candidato en el partido fuerte, sólido, no estar buscando acomodar a alguien a su conveniencia. También quiero decir, las pistas que estamos trabajando son distintas a las de Guerrero”.
El ex alcalde porteño también descartó que esa posición cercana a Beltrones y Madrazo le haya traído algún conflicto con el senador Héctor Astudillo, considerado el aspirante a la gubernatura más fuerte. “Héctor es un gran activo político de Guerrero y está haciendo su trabajo puntual en la Cámara de Senadores. Con él no hay ninguna diferencia. Es mi amigo desde hace muchos años, con una relación que no sólo se traslada al ámbito de la política sino que es una relación inclusive de cercanía familiar”.
Dijo asimismo que no debe verse con sospecha el acercamiento de César Flores Maldonado, considerado parte de su grupo, al aspirante del PRD a la gubernatura del estado, Armando Chavarría Barrera: “Son los nuevos tiempos que se están viviendo en México y Guerrero no es la excepción. Armando Chavarría es mi amigo, mis respetos, es un cuadro importantísimo en el PRD, muy activo, y si vemos a César Flores que también es mi amigo, que también fue presidente del PRI cuando fui presidente municipal, pegado a Chavarría, pues es seguramente porque César y Armando comparten algunas ideas, pero no debemos ya extrañarnos que hoy la pluralidad se lleve hasta la amistad”.
Agregó que “hoy hay amistad en la que puede haber divergencias en puntos de vista electorales, que se pueden convertir en convergencias. Yo tengo grandes amigos del PRD, no lo oculto, y no son del momento sino de muchos años”.
De su actividad ahora en la CNOP y al lado de Beltrones, y su posición como aspirante a la candidatura priísta, dijo que “al ya no tener la obligación física de permanecer en la Cámara de Diputados (donde fue vicecoordinador de la bancada) y obviamente en la responsabilidad del trabajo legislativo, me permite también como presidente de la Comisión de procesos internos en procesos electorales, estar dentro de decisiones muy importantes al interior de mi partido. Me permite en este momento junto con el diputado Beltrones, proyectar todo lo que serán los nombramientos de los delegados nacionales del sector popular, pero no me limita para seguir haciendo lo que es mi meta, buscar la gubernatura”.
Añadió: “Tengo mucho más libertad, dispongo de tiempo y del limitante que anteriormente la misma Cámara me daba por la responsabilidad que yo tenía, que no era una responsabilidad solo de ser diputado federal. Al contrario, esto me permite mucho más movilidad en mis aspiraciones políticas, sin perder el objetivo que Manuel Añorve buscará siempre la unidad en torno a la sucesión gubernamental”.
Contó que espera que el líder estatal del PRI, Héctor Apreza, fije las reglas para la actividad de los aspirantes, aunque insistió que la consulta interna no garantizaría la unidad del PRI , “y le vamos a abrir la puerta al PRD rumbo a la gubernatura. Insistió en la posibilidad de evaluar la encuesta como método, y de lograr consensos entre los aspirantes con el fin de evitar una elección interna.