Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Jorge Camacho Peñaloza

El fin del poder

*El poder conseguido por medios culpables nunca se ejerció en buenos propósitos. Tácito.

No me refiero al interesante libro de Moisés Naím, en el que analiza la sutil transformación que ha sufrido el poder como recurso de dominio, control y sometimiento, por la que hoy empresas poderosas se hunden, estrategas militares de renombre son derrotados, papas renuncian y los gobernantes se vuelven impotentes ante la emergencia de nuevos tipos y usos del poder que tienen que ver con la globalización del uso de la internet, la explosión demográfica y la debilidad e insuficiencia de los recursos de los gobiernos.
Me refiero al fin del poder como propósito, razón de ser en política, como recurso de la sociedad, al poder político no al poder personal; no como ambición, anhelo o necesidad personal, sino al beneficio social del uso del poder.
El tema viene porque a estas alturas del partido ya se han desatado los movimientos de quienes aspiran a la gubernatura del estado, de sus equipos, seguidores y grupos, en medio de una agravada problemática social en la entidad que pareciera que para esas pretensiones, aspiraciones y ambiciones no existieran.
Todo está desatado y los problemas de Guerrero ahí están; la carrera desatada, los aspirantes ya en camino a su ambición, y los problemas ahí están; los movimientos por el poder en todo su esplendor y los problemas ahí están; la inseguridad a todo lo que da y la ambición por el poder también.
Los problemas por un lado y la lucha por el poder por otro; el poder como fin en cada movimiento, acción y declaración, y los problemas tiene que esperar al poder como medio, y como tal, minimizado, secuestrado, vilipendiado.
Guerrero se nos está yendo entre las manos en la competencia por el poder como fin, tenerlo para fines personales, engrandecimiento de la riqueza material personal, para el control político, para la apropiación privada de los bienes públicos.
Es el poder por el poder aunque no se tenga la capacidad de ejercerlo, no se tenga el interés para usarlo para beneficios colectivos, y así, en tanto haya una apropiación del poder público para fines privados, los problemas sociales de Guerrero se van engrandeciendo y agravando.
Ante los problemas de inseguridad, de pobreza, ausencia de respuestas del gobierno a las demandas de los guerrerenses, la ya iniciada carrera por el poder de más de tres resulta incongruente, una afrenta a los guerrerenses, priorizar la carrera por el poder que el tratamiento de los problemas.
Socialmente el poder es un medio para resolver problemas colectivos, para alcanzar metas y objetivos de la sociedad. Para un político puede ser un fin si está sustentado en convicciones, ideales, programas, en la democracia y la participación de la sociedad; se convierte en un fin perverso si se aspira a él como un medio para alcanzar intereses personales.
Las acciones casi desesperadas ya proselitistas que están desplegando algunos pretendientes a la gubernatura demuestran lo poco que les importa atender los críticos problemas por los que atraviesa la entidad, rayan casi en el cinismo.
Hay muchos problemas que requieren ser tratados por el poder político como medio de la sociedad, pero mientras sea visto como fin personal se le estará alejando de las soluciones a esos problemas.
Vuela vuela palomita y ve y dile: a esos que andan ya en campaña, que en vez de andar promoviendo sus figuras y nombres, que mejor se pongan a promover soluciones para resolver los problemas de los guerrerenses.

468 ad