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Jar Estate tiene la concesión del muelle de Revolcadero, refuta representante a Semarnat

Asegura Paul Yamil José Aguilar que no hay elementos legales para que se revoque el permiso

Redacción

El representante legal de la empresa Jar Estate Corp, Paul Yamil José Aguilar, refutó las declaraciones hechas el 6 de agosto por el titular de la Semarnat, Juan José Guerra Abud, que aseguró que la empresa cuenta con la concesión del muelle de Revolcadero y no existen elementos legales para su revocación, y que los empresarios confían en que se concluirá la obra porque ganarán el juicio de amparo contra la clausura que hizo de modo “inadecuado” e “incorrecto” la Profepa hace cuatro meses.
Dijo que las declaraciones que los funcionarios han hecho y la información difundida por las dependencias “parece teléfono descompuesto”, porque sin la concesión y los documentos “en regla” un juez de amparo no podría haberles otorgado la suspensión definitiva para dar mantenimiento, y afirmó que la revocación ni siquiera se discute en el juicio porque solo es para determinar si hubo o no un daño ambiental como “consideró” Profepa por la pintura que aplicaron.
“Semarnat no puede revocar, sino que autorizó y autoriza las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA) y con estas Manifestaciones de Impacto Ambiental que tenemos se concesionó; el servicio de obra lo da la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, luego se tiene un permiso por parte del municipio para el uso de suelo, se tienen todas, se tiene una concesión por parte de la Marina, todos los permisos requeridos y que la ley requiere para hacer la construcción”, aseguró.
El 16 de abril se informó que seis días antes la Profepa clausuró por segunda ocasión el muelle, porque los líquidos de alquitrán de hulla con los que se revestían los pilares de acero afectaban el ecosistema. Después, el 25 de julio, la dependencia informó de la revocación era porque la empresa carecía de MIA, cambió los materiales y construyó en una superficie mayor a la autorizada.
El 7 de agosto se publicó que durante una visita a Acapulco, Guerra Abud dijo que a finales de año se retirará la estructura metálica del muelle, que la revocación de la concesión no se hizo antes porque en respeto al Estado de derecho desarrollaron un proceso jurídico, pero que la SCT, la Secretaría de Marina y la Semarnat hicieron inspecciones y encontraron que la empresa hizo violaciones a la concesión que se le había otorgado y por eso se la revocaron.
En el mismo acto, el gobernador Ángel Aguirre Rivero felicitó al funcionario federal por la cancelación, le pidió que se le quite la concesión al muelle de Ixtapa, y señaló que no entendía cómo fue posible que se diera la concesión para construir un muelle en la playa Revolcadero.
Apenas el martes, la empresa comenzó el mantenimiento de los pilotes del muelle y colocó una lona que explicaba que era con base en la autorización expedida por la Profepa el 4 de agosto y notificada el día 15 a Jar Estate Corp.
Al siguiente día, el delegado de la Semarnat, Martín Vargas Prieto, indicó que el mantenimiento “es parte de un procedimiento jurídico al cual tiene derecho” la empresa y reiteró que la concesión fue retirada como dijo Guerra Abud.
Ayer El Sur informó que la Profepa volvió a colocar lonas de clausura en el muelle y las de Jar Estate Corp fueron retiradas.
Consultado al respecto vía telefónica, ayer el socio del despacho de abogados LópezVelarde, Wilson, Hernández & Barhem y representante legal la empresa para este caso, dijo que los procesos administrativos ante las autoridades y el juicio ante un juez de distrito continúan, pero que no hay elementos legales para que realmente haya una revocación y la Profepa “no ha demostrado nada” del presunto daño ambiental.
“Parece un teléfono descompuesto pero la Profepa clausuró el muelle porque consideró que los materiales utilizados, en este caso el alquitrán de hulla, pudiere ser la causa de afectación al ambiente; nosotros hemos demostrado que eso es inadecuado, incluso hay un estudio del Instituto de Ciencias del Instituto Politécnico Nacional donde se demuestra que no es posible determinar una contaminación”, sostuvo al mencionarle los antecedentes.
Insistió en que el alquitrán de hulla es utilizado por Pemex como norma internacional y que no incumplieron porque tenían la autorización de la Semarnat para aplicar la pintura especial para el mar que lo incluía, por lo que interpusieron un amparo y un juez de distrito el 4 de junio les otorgó “una sentencia ejecutoria donde se concedió una suspensión definitiva” para que la empresa pueda continuar con el mantenimiento, mientras concluye el juicio sobre el tema ambiental.
“Nosotros hemos demostrado que eso no es verdad, en virtud de que el muelle sirve como arrecifes artificiales, se ha creado vida” en el ecosistema marino, indicó y señaló que las autoridades deberían de poner atención en los desaguas de aguas pluviales y desagües que sí afectan la playa Revolcadero.
Al insistirle en que fue el propio Guerra Abud quien habló de revocar la concesión y del retiro del muelle antes de que concluya el año, respondió que “ellos pueden declarar lo que quieran, lo que opinen, lo que piensen” pero la empresa actúa con base en las órdenes de un juez y los procedimientos legales, además de que los “ajustes” y las “adecuaciones” a las dimensiones del muelle tampoco son motivo del retiro de la concesión y “las autoridades lo saben”, sobre todo, dijo, en una obra dentro del mar.
Confirmó que la Profepa puso las lonas de clausura nuevamente, pero las que la empresa colocó el martes era porque tienen derecho a darle mantenimiento, porque ambas acciones pueden continuar hasta que concluya el proceso legal.

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