Concluye Conaculta la edición de las Obras completas de Ignacio Manuel Altamirano

*Finaliza la edición de los 25 tomos de los que consta la compilación del prolífico escritor tixtleco

A 180 años del nacimiento de Ignacio Manuel Altamirano, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) concluyó la edición de las Obras completas del prolífico escritor, una empresa que busca poner al alcance de las nuevas generaciones de lectores el vasto universo creativo de uno de los intelectuales mexicanos más destacados del siglo XX.
Con la reciente aparición del tomo XXIV. Índice y cronología, concluyen los esfuerzos emprendidos por la Dirección General de Publicaciones (DGP) del Conaculta, en coedición con el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), para difundir el vasto legado de Ignacio Manuel Altamirano (13 de noviembre, 1834, Tixtla, Guerrero – 13 de febrero, 1893, San Remo, Italia), un mexicano de excepción.
Se trata de la reedición de las Obras completas de Ignacio Manuel Altamirano, publicadas por primera vez en 1986, ahora en una versión corregida y aumentada, que se pone “al alcance de todos los que quieran adentrarse en esa alma indígena de enorme grandeza, que supo incursionar prácticamente en todas las actividades que le fueron ofrecidas y en las que buscó por propia y convencida voluntad”, escribe en el estudio introductorio Édgar Elías Azar, magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.
La monumental obra del pensador guerrerense incluye textos históricos, novelas, cuentos, poesía, crónicas, textos costumbristas y jurídicos, escritos sobre educación, literatura y arte, periodismo político, epistolario, entre otros.
Nunca habrá un acuerdo unánime –refiere Édgar Elías Azar– sobre cuándo fue más grande Ignacio Manuel Altamirano, “si en su esforzada niñez y adolescencia, en su edad madura o en sus horas postreras; si como intelectual y maestro, como político y polemista, como soldado defensor de la patria, como inspirado prosista y poeta y autor costumbrista, como servidor público y diplomático, como juez o como jurista reformador”.
La compilación integrada en estos 24 tomos representa una oportunidad para constatar la vigencia de la obra de Ignacio Manuel Altamirano, al tiempo que permite apreciar el empeño con que él y sus contemporáneos dispusieron los cimientos de la cultura nacional. (Redacción).