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Marcial Rodríguez Saldaña

60 días, 43 normalistas desaparecidos

Se han cumplido 60 días (dos meses) desde que la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre fueron desaparecidos en Iguala 43 estudiantes de la Escuela de Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, sin que a la fecha el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto haya dado respuesta a los padres de familia, a sus compañeros estudiantes, al pueblo de México ni a la comunidad internacional sobre el paradero de los alumnos que fueron sujetos de desaparición forzada.
1. La actitud de Peña Nieto a través del procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, ha sido de encapsular en vericuetos legaloides el problema de los 43 alumnos que fueron desparecidos por el gobierno, para darle largas al tema buscando con ello que el paso del tiempo calme la exigencia de la presentación con vida de los estudiantes desaparecidos, pero al contrario, la solidaridad nacional e internacional cada día crece demandando a Peña Nieto que resuelva inmediatamente este asunto.
2. Es entendible que los resultados de ADN de los restos que encontraron en el río de Cocula que están siendo examinados por una Universidad de Austria se tarden algunas semanas, pero ello no debe servir de pretexto para que antes de conocerlos Murillo Karam mantenga prácticamente archivada la investigación, dando por verídica la versión de que son de los estudiantes. La pasividad de la PRG en este caso y en esta etapa de la investigación es sorprendente, puesto que la información de que cuatro personas detenidas fueron los que desaparecieron finalmente a los 43 estudiantes no es creíble.
3. Ante la pasividad del gobierno de Peña Nieto de cumplir con su obligación de presentar con vida a los 43 estudiantes normalistas desaparecidos, la ola de protestas en Guerrero, en México y en el mundo ha ido creciendo. Las tres caravanas que recorrieron el estado y varias entidades del país fueron recibidas a su paso con enormes muestras de solidaridad, especialmente el 20 de noviembre, cuando confluyeron en el Zócalo de la ciudad de México y fueron recibidos por miles de compatriotas.
4. La indignación nacional por la desaparición de los 43 estudiantes normalistas no se detiene: artistas, deportistas, pintores, escritores, cineastas, músicos, aficionados al futbol, alumnos de instituciones educativas normalmente tradicionalistas como los de La Salle o del Instituto Tecnológico Autónomo de México, se han sumado a la demanda de los padres de familia, se ha expresado con mayor intensidad en la medida de que pasan el tiempo y no hay una respuesta clara del gobierno federal.
5. La imagen maquillada de Peña Nieto en el plano internacional como un pactista de reformas estructurales se ha desvanecido, puesto que ningún cambio puede funcionar si no hay respeto a los derechos humanos, si desde el mismo Estado se promueve, tolera, se protege a quienes los violan, si se mantiene la ruptura del Estado de derecho. Los medios internacionales como Le Monde, de Francia, le han dedicado editoriales y reportajes al caso de los 43 estudiantes desaparecidos y han señalado que Peña Nieto ha sido incapaz de prevenir y combatir la violación a los derechos humanos en nuestro país.
6. Ante la creciente indignación nacional e internacional a favor de la presentación de los 43 normalistas desaparecidos, Peña Nieto ha reaccionado como cualquier gobernante autoritario, en vez de dedicarse a resolver la exigencia social, sus discursos se vuelven amenazantes y en tono de represión hacia quienes llama enemigos de su proyecto de nación ¿Quiénes son? los padres de los normalistas, los estudiantes, los ciudadanos solidarios, o parte de los poderes fácticos del poder que lo encumbraron en la Presidencia.
7. En tanto Peña Nieto mantiene la estrategia del gobierno de dejar correr el tiempo para que el tema de la desaparición de los 43 estudiantes vaya pasando a un asunto más de la multitud de problemas que se le acumulan –como la crisis económica que se refleja en que el dólar llegó ya a 14 pesos, la inflación al 4.7 por ciento mientras, que el salario mínimo sólo fue del 3.9 por ciento en este año–, la exigencia de los padres de familia y estudiantes de Ayotzinapa, y de todas las personas y organizaciones solidarias debe continuar con la misma firmeza mediante múltiples formas pacíficas de lucha, hasta que el gobierno presente con vida a los 43 normalistas desaparecidos, y si no lo hace, no queda otro camino más que la renuncia de Peña Nieto.

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Twitter: @marcialRS60

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