Mal olor y escurrimientos de aguas negras en la calle Juan de la Cosa y La Diana

Karla Galarce Sosa

Miles de litros de aguas pestilentes desembocan en la playa, donde decenas de familias acuden a nadar.
En un recorrido en la bahía de Santa Lucía se observaron escurrimientos de aguas residuales en las playas El Morro y Papagayo, donde prestadores de servicios turísticos y turistas se quejaron por el aspecto y el descuido de los balnearios.
El lunes se informó que en la plaza Politécnica, prestadores de servicios náuticos denunciaron que las descargas de aguas residuales aumentaron desde que comenzó el periodo vacacional.
En la calle Juan de la Cosa y en la glorieta de La Diana, bajo el andador ubicado entre plaza Marbella y el condominio Las Palmas, se pudo percibir la pestilencia de los escurrimientos, así como agua sin tratar que era bombeada por máquinas que vertían los líquidos al mar.
En el caso de La Diana, trabajadores realizaban labores justo en el desagüe. También utilizaban dos bombas para desaguar la zona que estaba anegada de aguas pestilentes.
En el área de baños de la calle Juan de la Cosa un charco de aguas negras se acumulaba entre la arena y el concreto de la calle, a pesar de que minutos antes un camión tipo vactor había extraído el agua pestilente. El olor a drenaje inundó la zona donde poco a poco llegaban los bañistas.
Durante el inicio de la temporada vacacional de verano, el sistema de drenaje en la zona Dorada colapsó y provocó que miles de litros de aguas negras desembocaran en el mar en dos vías: por la calle Juan de la Cosa y por los afluentes de la glorieta de La Diana, a un costado del hotel Emporio. Por segunda ocasión las calles y playas de la zona Dorada fueron cubiertas de aguas negras porque “el drenaje ya no sirve”, señalaron prestadores de servicios turísticos quienes aseguraron que en cada temporada vacacional el sistema de drenaje colapsa en esa área.
Reprocharon que año con año y temporada tras temporada se colapsen los sistemas, sin que la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (CAPAMA) o las autoridades ambientales como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) hagan algo para resolverlo.
Los turistas que atestiguaron el vertimiento del agua pestilente en la calle Juan de la Cosa se regresaron y no entraron a esa playa, donde los prestadores de servicios náuticos ofrecen paseos en lancha, en la banana o paracaídas.
Los restos del drenaje y lodo podrido se pueden observar en la franja de arena, tanto en la glorieta de La Diana, como detrás del condominio Bugambilia, a un costado de la calle Juan de la Cosa, donde después del mediodía el escurrimiento continuaban.
Empleados del condominio Bugambilias y del hotel Playa Suites comentaron que la escorrentía en la calle Juan de la Cosa aumentaba durante las noches y abunda más durante las mañanas.
Mientras que en la desembocadura del canal de La Diana, el flujo es constante noche y día, comentaron vendedores de comida en la playa.