Marcial Rodríguez Saldaña

Ayotzinapa y los cuarteles de Peña Nieto

Los acontecimientos suscitados en los cuarteles militares de Iguala, Chilpancingo, el de Ixtepec, Oaxaca y el de la zona naval de Acapulco este 12 de enero son la evidencia de la desatención, descuido e irresponsabilidad que han tenido los funcionarios federales del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, Miguel Ángel Osorio Chong –secretario de Gobernación– y Jesús Murillo Karam –procurador general de la República– sobre el caso de los crímenes cometidos en contra de seis personas –entre ellos tres normalistas de Ayotzinapa– y la desaparición forzada de 43 estudiantes de esa institución.
1. El hecho de que hayan pasado semanas y más de un mes sin que hubiese alguna reunión entre funcionarios del gobierno federal encargados del caso Iguala-Ayotzinapa con los padres de familia de los normalistas desaparecidos y sus compañeros estudiantes denota el desinterés que hay de parte de Peña Nieto en un asunto que debería ser prioritario, pero por el contrario, van dejando correr el tiempo, mantienen en la incertidumbre a las víctimas de estos acontecimientos, lo que provoca angustia y desesperación ante la indiferencia de las autoridades frente a este tema.
2. La opacidad en la que se ha desarrollado la investigación del caso Iguala-Ayotzinapa, por parte de Jesús Murillo Karam, procurador general de la República, ha generado muchas dudas en los padres de familia de los alumnos asesinados y desaparecidos, las cuales deben ser aclaradas plenamente. De acuerdo con la información pública de la que se dispone, la solicitud de los familiares de los normalistas que fueron sujetos de desaparición forzada de tener acceso al cuartel militar de Iguala y a otros cuarteles del Ejército ya había sido expuesta al gobierno federal, pero los funcionarios de Peña Nieto no actuaron con sensibilidad para acceder a ello y desahogar las peticiones de las víctimas.
3. El Ejército es una institución del Estado mexicano, por ende pública, a la que no le son atribuibles fueros ni privilegios especiales, más que los de la propia disciplina militar y de seguridad nacional que contiene la Constitución general de la República, cuyo sostenimiento (los sueldos y prestaciones que reciben) se debe a los impuestos que pagamos los mexicanos, y en este caso de Iguala-Ayotzinapa que, como hemos dicho, debe mantenerse como una prioridad nacional, el hecho de que se permita a los padres de familia de los normalistas desaparecidos el acceso a sus instalaciones no contraviene en nada las leyes mexicanas, por el contrario, ante estas violaciones graves a los derechos humanos, lo aconsejable es desahogar todas las demandas de las víctimas para transparentar íntegramente la investigación.
4. Los funcionarios federales, en vez de atender, de actuar con responsabilidad y sensibilidad frente al dolor de los padres de familia, han respondido con la tradición burocrática del régimen político autoritario mexicano, desatendiendo las peticiones de máxima transparencia en la investigación que se sigue en el caso Iguala-Ayotzinapa; es por ello que, ante esta postura, las víctimas acuden a formas de lucha como la de presentarse directamente a las instalaciones castrenses a exigir que se abran para verificar si se encuentran ahí sus hijos desaparecidos.
5. Peña Nieto se ha desentendido completamente del caso Iguala-Ayotzinapa, de los crímenes y desapariciones forzadas cometidas contra los estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa el 26 y 27 de septiembre del 2014 en Iguala; no se sabe de alguna reunión que haya tenido con los empleados que tienen a su cargo este asunto –Osorio Chong y Murillo Karam– y dado a conocer los avances en ello; en sus intervenciones públicas ya no hace referencias al tema, ni en entrevistas o mensajes mediáticos; ninguna de sus medidas anunciadas el 28 de noviembre para combatir la impunidad se ha concretizado. Las instituciones del Estado mexicano se muestran pasivas e indolentes frente a este tema, pero la lucha por la justicia, por el castigo a los responsables de los asesinatos y por la presentación con vida de todos los normalistas desaparecidos se mantiene viva.
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