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El gobierno responde con agresión y abandono al pueblo de Petaquillas, se quejan en asamblea

*El FUSDEG acuerda declarar territorio de la Policía Comunitaria las comunidades a los lados de la carretera federal, desde Chilpancingo hasta Acapulco. No hay comunicación con autridades, señalan

Lourdes Chávez

Petaquillas, Chilpancingo

Los coordinadores del Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG) aprobaron un plan de acción para esta semana a puerta cerrada, que incluye una declaratoria de territorio de la organización que opera en comunidades al lado de la carretera federal México-Acapulco, de Chilpancingo hasta Acapulco, informó el comisario de la comunidad, Arquímides Vargas Encarnación.
Comenzada la reunión, que se realizó en un salón de la iglesia de la comunidad, se observó llegar al ex coordinador de la Policía Comunitaria de San Luis Acatlán, perteneciente a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), Pablo Guzmán Hernández, ahora asesor del gobernador, Rogelio Ortega Martínez.
Pero cuando se le preguntó a Vargas Encarnación sobre su intervención en el encuentro, confirmó que estuvo en el lugar pero no le permitieron el acceso, porque durante la asamblea permanente –que se instaló desde sábado en Petaquillas, con la llegada de los policías comunitarios del FUSDEG– en las reuniones internas sólo participa la estructura comunitaria.
Aseguró que desde el martes a las 11 de la noche, no han vuelto a tener comunicación con las autoridades estatales, que insisten en llevar a una comisión del Frente al Palacio de Gobierno, en Chilpancingo.
Aclaró que la posición de la organización es de diálogo, pero no van a ir a la capital porque es inseguro para los representantes del movimiento, porque se tocaron intereses de los grupos delictivos.
El ex comisario Belester Herrera, denunció en la asamblea permanente que no pueden ceder ante las presiones de los funcionarios que les exigen influir en las decisiones del pueblos, porque si toma una actitud ambivalente le va a dar la espalda el pueblo que confía en él, o que los sicarios lo pueden destrozar. “Tengo miedo, no se me quita, puedo estar temblando, pero sin dar un paso atrás, pero de lado de ustedes”.
A medio día, se retomó la sesión de la asamblea permanente frente la comisaría municipal de Petaquillas, donde las autoridades comunitarias denunciaron que los gobiernos respondieron “con agresión y abandono” a la organización de los pueblos que se defienden de la delincuencia organizada.
Lo anterior, por el acoso de los militares en Petaquillas y Tierra Colorada para desarma los policías comunitarios, para inhibir la organización de las comunidades de tres municipios que participan en el FUSDEG. Así como la falta de acuerdo para el diálogo con las autoridades estatales.
Sin embargo, una coordinadora de Juan R. Escudero, que se presentó como Paty, aseguró que mientras se mantengan unidos, “los soldados no nos pueden hacer nada, nosotros somos más, y tenemos la conciencia de unirnos por la seguridad”.
Asimismo, el excomisario Belester Herrera Rojas, recordó que tras la llegada de los comunitarios el sábado, también llegaron los militares a ofrecer el apoyo contra la delincuencia, “qué casualidad que se aparecen cuando llega la Policía Comunitaria, pero no hicieron nada contra la delincuencia que nos han tenido atemorizados por años”.
De los coordinadores de Tierra Colorada, Marcelino Tacuba, recordó que cuando comenzó la organización en en aquel municipio no fue para estar contra el gobierno, “fue por el abandono del gobierno, pero debemos enfatizar que si el gobierno asume su responsabilidad, nosotros no vamos a oponernos a él, queremos ser coadyuvantes y dar seguridad al pueblo”.
“Si el gobierno asume la responsabilidad y da certeza y garantía de que vamos a estar seguros, los policías comunitarios estarán deponiendo las armas. De no ser así seguiremos manifestándonos como lo hacemos el día de hoy”.
También una comisión de autoridades del Valle del Ocotito, municipio de Chilpancingo, estuvieron en el encuentro, y aclararon que acompañaron el diálogo con las autoridades estatales del comisario Arquímides Vargas.
“Aunque el gobierno se quedó con su idea, y nosotros con la nuestra, el pueblo es el que manda, y le dijimos al gobierno estatal que si la asamblea decía que los comunitarios se retiraran, se irían, pero la mayoría en asamblea los respalda, y se quedarán”.
Permanentemente, durante las cuatro horas de reunión hubo entre 300 y 400 personas, distribuidas en el parque, mientras algunas otras llegaban.
El coordinador de la Policía de Tierra Colorada, Romualdo Díaz, denunció que como en Petaquillas el lunes, en Tierra Colorada también sacaron a los militares de la cabecera municipal.
“Anoche (del martes) también estuvimos dando la batalla con el Ejército allá, hasta las 4 de la mañana los pudimos sacar del pueblo, hoy fuimos de nuevo a hablar con ellos (a un retén), porque no quieren que pase nadie a ayudarles a ustedes y nosotros insistimos, somos parte de ustedes y queremos que vivan seguros como nosotros allá”.
Otra coordinadora añadió que para mantener la organización por la seguridad, se tiene que quitar el miedo, “se dice que es una enfermedad, y mientras nos podamos curar, no vamos a poder participar; sin miedo podemos hacer muchas cosas unidos”.
Por ejemplo, señaló que con escopetas calibre 16, 20 y 22, los comunitarios (que comenzaron como grupos de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero en Tierra Colorada) terminaron con los secuestros, el cobro de piso y los ejecutados.
Mientras las instituciones del Estado, que tienen tantos recursos a su disposición, “¿qué hacen?, nada, se están llevando el dinero”.
Un maestro de Tierra Colorada señaló que esta labor de organización no es de una semana ni de 15 días, es de trabajo arduo y constante, porque los delincuentes que sacaron del pueblo, van a intentar regresar siempre, “en ningún un momento se vayan a dormir, se vayan a cansar, no vayan a dejar esto que les ha costado mucho trabajo”.
También los maestros pidieron que no olviden la tragedia del 26 de septiembre de Ayotzinapa donde policías de Iguala y sicarios asesinaron a seis personas y desaparecieron a 43. Señalaron que sólo con organización, no habrá más ejecuciones ni desaparecidos.
El comisario reconoció que temía que el pueblo lo iba a dejar solo, ante la presión del gobierno “me llevé un chasco, pero reconozco el valor de levantarnos, porque tenemos sed de seguridad y justicia, porque nos lo merecemos. Petaquillas está de pie con los pueblos que nos acompañan. No hay marcha atrás”.
Belester Herrera destacó la generosidad de la población y de las organizaciones, porque todos los días necesitan entre 5 mil y 7 mil pesos sólo para gasolina de las camionetas, que a la semana representan 35 mil pesos. Destacó que ahora tienen para solventar los gastos, pero deben mantener siembre llenos los tanques de gasolina de los comunitarios, “sobre todo en estas circunstancias”.
El bloqueo de vecinos de Petaquillas en la carretera federal la noche del lunes y madrugada del martes, donde se confrontaron con soldados que pretendían desarmar a los policías comunitarios que llegaron de diferentes comunidades a respaldar su movimiento por la seguridad, terminó a las 4 de la mañana, informó Herrera Rojas.
Tras ellos se retiró el grupo de soldados que se negaba a moverse del territorio comunitario, y no accedían a la petición del pueblo de Petaquillas de colocar su retén más al norte, en Chilpancingo, para que no cierren el paso a los policías comunitarios en el corredor Petaquillas-Xaltianguis.
Durante el día, al sur de Petaquillas al lado de la carretera federal a Acapulco, y hacia el centro de Chilpancingo, permanecieron unos mil efectivos del Ejército, de la Policía Federal y de la Policía del Estado.

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