Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Marcial Rodríguez Saldaña

Peritos argentinos y normalistas desaparecidos

La “verdad histórica” que ha pretendido establecer el procuraduría general de la República, Jesús Murillo Karam, sobre el paradero de los estudiantes de la escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, sujetos de desaparición forzada desde el 26 y 27 de septiembre del 2014, en Iguala, en el sentido de que fueron incinerados en un basurero de Cocula y sus cenizas arrojadas al río San Juan de ese municipio, ha sido motivo de severos cuestionamientos.
1. El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), con un amplio reconocimiento internacional, fue admitido por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto para participar en el proceso de investigación de la desaparición los alumnos normalistas de Ayotzinapa, y diera a los padres de las víctimas la confianza de que la averiguación del caso se haría con base en criterios científicos, alejados de los tradicionales manoseos políticos con los que se ha conducido la procuración de justicia en México.
2. La estrategia personal de Peña Nieto y por conducto de la PGR, ha sido la de superar, olvidar, cerrar el caso de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa; por ello es que Murillo Karam, sin tener pruebas científicas, sin haber esperado los resultados de los análisis de los investigadores del laboratorio de la Universidad de Innsbruck que la propia PGR solicitó, ha intentado dar carpetazo al asunto declarando como “verdad histórica” que los estudiantes fueron incinerados, y con ello establecer como un acto de autoridad irrefutable su posición sobre este tema.
3. Sin embargo, los investigadores forenses argentinos, quienes gozan de una vasta autoridad moral y científica en la materia, han fijado su posición al emitir una postura fundada en su trabajo académico, al establecer que el área de fuego en el cual la PGR ubica supuestamente el lugar donde fueron incinerados los normalista ya había sido utilizada, al menos desde el año 2010, por lo que al considerarlo la PGR como un solo evento evidencia una lectura parcial de los hechos.
4. Otras conclusiones de los peritos argentinos señalan que, de los restos óseos encontrados en el lugar donde aparentemnete fueron incinerados los estudiantes, existe una fuerte posibilidad de que haya vestigios humanos de otras personas que no sean de los normalistas desaparecidos; que la investigación no puede darse por concluida, en virtud de que falta analizar una cantidad muy importante de evidencias, para lo cual se requiere de más tiempo para el estudio de los restos óseos y todas las evidencias asociadas a ellos; que las evidencias físicas deben interpretarse en todas sus posibilidades sin dar preeminencia a aquellas que sólo incluyen las relativas a los testimonios de los detenidos, considerados presuntos responsables.
5. Los investigadores argentinos consideran que los peritajes de la PGR deben ser evaluados por peritos independientes para que contengan todo el rigor científico. Por otra parte, resulta inverosímil que la PGR, que es una dependencia administrativa de investigación, pretenda establecer una “verdad histórica” sobre estos hechos tan graves para la humanidad, ya que falta todo el proceso legal ante los tribunales judiciales mexicanos, luego en los internacionales y finalmente el juicio de la historia, pero en tanto ello ocurre, la lucha por la presentación de los normalistas desaparecidos debe mantenerse hasta que el gobierno los presente con vida.

marcialrodriguez60@
hormail.com
Twitter: @marcialRS60

468 ad