Urge comisionado del IFAI a partidos a tener mayor transparencia tras el caso Ayotzinapa

¿Cuántos alcaldes, síndicos o regidores del país están igual que el ex alcalde José Luis Abarca?, pregunta Francisco Javier Acuña Llamas

Lourdes Chávez

Chilpancingo

A la luz de los crímenes del 26 de septiembre en Iguala, el comisionado del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), Francisco Javier Acuña Llamas, preguntó “¿cuántos más alcaldes, síndicos, regidores de los dos mil 500 municipios del país están igual?, sólo que ahí no ha ocurrido una tragedia parecida que exponga el origen público o las circunstancias políticas que llevaron a estas personas al poder”.
Durante una conferencia sobre partidos políticos y transparencia en las instalaciones del Tribunal Electoral del Estado (TEE), el comisionado puso como ejemplo la masacre de alumnos de la normal rural de Ayotzinapa y la desaparición forzada de 43 hace casi cinco meses, por los que el ex alcalde de Iguala José Luis Abarca y su esposa fueron exhibidos como jefes del cartel de Guerreros Unidos, y acusados de ordenar la agresión a los normalistas.
“Si la pregunta es quiénes participaron en la elección y determinación de esta persona, cómo llegó al cargo de alcalde, yo pregunto ¿cuántos más hay en el país, y que acá, desgraciadamente, por los hechos terribles y lamentables, nos hizo saber que ellos tenían relaciones con delincuencia organizada”.
Destacó así la importancia de la transparencia de los partidos, particularmente en sus procesos internos.
El representante del IFAI participó como ponente en una de tres conferencias que enmarcaron la firma del convenio de colaboración del TEE y el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información del Estado de Guerrero (ITAIG).
Representando al Legislativo, acudió como invitado el presidente de la Comisión de Gobierno, Bernardo Ortega Martínez, quien llegó después de esta intervención.
Al final, en consulta, Acuña Llamas aceptó que es imposible evitar la incursión de personas indeseables en los partidos, y como ejemplo habló de Hitler, que llegó al poder por una fuerza democrática, cuando era imposible predecir sus trastornos.
Asimismo, dijo que los partidos políticos alojan a personas que “desgraciadamente pueden volverse siniestras y capaces de los actos más graves que se pueda imaginar. La perversidad es humana”.
Confirmó que ningún partido es inmune a esta posibilidad “por simulación o traición de sus principios”, pero hay medidas para el cuidado interno como la difusión de la biografía de los aspirantes, sus orígenes en el servicio público y de su declaración patrimonial.
Consideró que siempre hay elementos para determinar si alguien con una carrera en ascenso “lleva cadáveres en el armario”.
En cuanto a los familiares de los aspirantes o titulares de puestos públicos, declaró que “desgraciadamente es un tema que no está esclarecido plenamente, porque tiene que ver con la exposición de datos de personas que no tienen responsabilidades públicas”.
Sin embargo, agregó que cuando se revela que un familiar cercano puede comandar acciones del crimen organizado, debe renunciar o se vuelve cómplice.
“Lamentablemente se encuentran en una emboscada política criminógena, que naturalmente, con una persona tan cercana como tu esposa, tu hermano, tu suegro o tu hijo participa de actividades tan graves, tienes el deber de poner remedio, aunque tenga consecuencias”, dijo.
Aseguró que existen casos de alcaldes o gobernadores que dan testimonio contra un pariente cercano “y dicen, esto escapa a mis niveles de control, yo me retiro, renuncio porque soy político y tengo el deber, si no encubro”.
Opinó que en las campañas electorales se explotan estas aseveraciones, y comienzan los llamados a las campañas propositivas.
Aclaró que los partidos “no son organizaciones siniestras”, pero hay gente con responsabilidades menores que son tildados y perseguidos, y los “lobos” pasan en la legalidad con piel de cordero.
“Creo que que sí les han fallado (a los partidos) medidas efectivas para expulsar de sus filas a personas cuyo comportamiento es indeseable, no sólo porque parezca, sino por hechos concretos, que dañan su prestigio, y se mancha, como está pasando ahora en Guerrero”, dijo.
No obstante añadió que eso también ocurre en otros países, como España.