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Éxodo de campistas de playa Tamarindos; en 30 minutos desmontan y regresan a sus hogares

Karla Galarce Sosa

Escenario de conciertos, actividades deportivas, competencias y ahora, donde se ofrece gratuitamente un parque acuático, playa Tamarindos sigue recibiendo decenas de visitantes y campistas que aprovechan la extensión de la franja de arena para instalar sus campamentos y desarrollar actividades deportivas.
La playa, ayer lució con menos bañistas durante las horas de mayor calor, sin embargo luego de la puesta del sol cientos de personas la recorrieron, pasearon a sus mascotas o caminaron para disfrutar del apacible viento cálido que envuelve las tardes y amaneceres de la zona.
Aunado el número de paseantes alrededor de la franja de arena, en la playa y en la banqueta frente a playa Tamarindos, había decenas de vendedores ambulantes que aún y que comenzaba a obscurecer, ofrecían sus productos. Entre la larga vista de productos de “oferta”, estaban las bebidas de piña preparadas con chile, chamoy y sal; las frituras y palomitas, los papalotes, las quesadillas y hasta ropa de playa.
Las escasas familias que pasaron unos días en la playa, esperaban la puesta del sol para volver a sus casas. Pasadas las 7 de la noche, los visitantes que habían instalado sus casas de campaña muy cerca del parque acuático, comentaron que debían volver a sus lugares de origen. En menos de 30 minutos, habían desmontado cuatro casas de campaña, un toldo y habían subido sus maletas a la camioneta que los trajo a Acapulco el sábado de gloria.
Otra área preferida por los campistas está frente al ex golfito, donde también fueron retiradas las casas de campaña de unas familias pero que fueron ocupados en poco tiempo por nuevas familias, quienes esperaban a que los empleados de la Promotora de Playa recogieran la basura y los desechos de los antiguos inquilinos.
Los deportistas y turistas que hacían ejercicio en playa Tamarindos, comentaron que desde el arranque de la temporada vacacional, había más basura en la calle, lo que generaba una mala imagen en una de las playas más concurridas por los acapulqueños para llevar a sus mascotas para ejercitarse.
En las desembocaduras de los ríos de Aguas Blancas y Camarón, se observaron escurrimientos de aguas residuales que despedían olores fétidos, además que la acumulación de basura en los escasos contenedores de basura fue aumentando conforma transcurría la tarde, a pesar de que la brigada vespertina de los trabajadores de la Promotora levantaban cada botella o basura que veían en la arena.
Los campistas se quejaron porque no había servicios sanitarios suficientes, además de que la acumulación de basura generaba olores fétidos tan fuertes que los de escurrimientos en los canales pluviales cercanos.

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