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Marchan en Tlapa en solidaridad con jornaleros reprimidos por policías de San Quintín; demandan libertad de presos

*Es parte de una Acción Global y convocan el Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan, Enlace, la Red de Jornaleros Internos, organizaciones civiles y académicos

Carmen González Benicio

Tlapa

Campesinos de comunidades expulsoras de jornaleros de la región de La Montaña marcharon en Tlapa como parte de las actividades de la Acción Global por San Quintín, en solidaridad con los jornaleros agrícolas de San Quintín, Baja California, que fueron reprimidos por policías al exigir mejores condiciones laborales.
En la marcha convocada por el Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan, Enlace, la Red de Jornaleros Internos, organizaciones civiles y académicos, pidieron un alto la represión a los jornaleros Agrícolas de San Quintín, la libertad inmediata de los detenidos, solución inmediata a sus demandas y garantías a los derechos laborales de jornaleros en los campos agrícolas del norte del país.
Cerca de 200 participantes, entre comisarios, delegados y familias jornaleras llegaron a la 1 de tarde al Ayuntamiento de Tlapa, que tiene tomado el Movimiento Popular Guerrerense (MGP), y realizaron un mitin con la participación de los municipios de Metlatónoc, Alcozauca, Atlamajalcingo del Monte, Xalpatláhuac, Chilapa, Tlacoapa y Malinaltepec.
De Xalpatláhuac, Pedro Gálvez manifestó que marcharon para solidarizarse con sus compañeros de San Quintín que sufrieron la represión de las corporaciones policiacas, que no distinguen que migraron por necesidad a los campos agrícolas donde viven en situaciones críticas, por lo que exigieron respeto y trato digno, “a nuestros paisanos, que siempre han padecido los problemas de salud, no cuentan con vivienda digna, escuelas ni guarderías, por eso exigimos mejores condiciones y un salario digno”.
Dijo que el Consejo de Jornaleros Agrícolas ha estado pendiente de los problemas que padecen los jornaleros, y seguirá demandando mejores condiciones para ellos, ya que los de la Montaña son los más explotados, y los que recolectan productos que se vende en las grandes tiendas comerciales.
Intervinieron Rufino de Jesús Rivera y Vicente Díaz Tapia, quienes señalaron los abusos que los patrones cometen contra los jornaleros en los campos donde son humillados, y ejemplificaron con el caso de Antonio García Cuellar, originario de Cochoapa el Grande, quien fue sentenciado a 24 años de prisión en las Islas Marías por un delito que no cometió, y dejó desamparados a su esposa Ceferina Nazario Chávez y a sus hijos.
Por su parte, Francisca Rivera Pinzón exigió al gobierno que los apoye, y lamentó que al emigrar como jornaleras les quitan los programas sociales, por lo que consideró necesaria la organización en defensa de sus derechos, ya que las demandas no son atendidas por las autoridades locales, estatales ni federales, cuando es un problema que atañe a 19 estados del país.
En el mitin estuvo Johana Nazario, del Centro Loyola de León, Guanajuato, quien informó que acompañan a los jornaleros de La Montaña y Costa Chica que pizcan chiles en los campos por 20 pesos, cuando ellos pagan rentas de mil o 2 mil pesos, por lo que muchas familias viven hacinadas.
Agregó que han registrado el deceso de cinco niños, y les preocupa que el gobierno de Guerrero no firme el convenio de colaboración en apoyo a los jornaleros, que el gobierno de Guanajuato diga que es problema de particulares y que los programas de la Sedesol nunca han funcionado.
El director del Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan, Abel Barrera Hernández reconoció el valor de los jornaleros que marcharon para hacer visibles los problemas que padecen en los campos agrícolas, recordó que hace más de 50 años empezaron su peregrinar muchas familias de La Montaña porque “el gobierno no asume su responsabilidad, al robarse los dineros del pueblo”.
Agregó que marcharon para denunciar el problema de explotación que se da en San Quintín, donde los niños han dejado sus vidas en el surco, y ante la pobreza que crece en La Montaña, que obliga a muchos campesinos a sembrar cultivos ilícitos, pero siguen ignorados pese a ser un problema nacional.
Consideró a la de ayer una marcha de la dignidad, del hambre desde que nacieron, porque los gobiernos no han hecho nada y ahora andan en campañas engañando y sin ninguna propuesta que evite el trabajo semiesclavizado de los indígenas que ni siquiera tienen un espacio digno donde dormir.
Los jornaleros llevaron pancartas y gritaron consignas. Las participaciones en el mitin fueron en na savi, me’phaa, náhuatl y español.

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